¿Os suena el nombre de Dennis Durkin? Quizá un poco, porque os hablamos de él la semana pasada al repasar los nombramientos de nuevos directivos en Activision Blizzard. El gigante ha renovado gran parte de su cúpula en los últimos meses (excepto la presidencia global) y ha vuelto a otorgar a este ejecutivo la dirección financiera, que ya ocupó durante cinco años en un periodo anterior.
Ahora las cosas parecen no ir tan bien en el grupo como entonces, a la espera de los resultados anuales que darán en unas semanas. Y en estos momentos de reducción de plantilla sin ruido y peticiones de contención de los gastos a los cuadros medios, ha salido a la luz la bonificación millonaria recién entregada a Durkin.
Recibirá por aceptar su nuevo cargo compensaciones por valor de 15 millones de dólares, gran parte en forma de acciones vinculadas a beneficios y el resto como mero bonus por su nuevo cargo. A esto hay que sumar su salario normal, que asciende a 900.000 dólares y a un bonus por objetivos de hasta 1,35 millones de dólares, como revela Bloomberg.
Son gestos como estos y las noticias sobre las condiciones laborales y los horarios los que están empujando a los trabajadores del sector del videojuego a movilizarse y a organizarse. Y, por primer vez, están surgiendo los primeros sindicatos gremiales, como Games Workers Unite, que recientemente aterrizó en España.
Happy days.
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