Análisis de Alien Breed 3: Descent

Me fascina la moda de los lanzamientos digitales por episodios. Es una nueva forma de desarrollar juegos que no era posible a esta escala sólo hace un par de años. Resulta que el peligro es que te arriesgas al convertir una idea que no se había desarrollado mucho como juego descargable, en algo que se alarga demasiado y realmente sale perdiendo al compararlo con un lanzamiento completo en tiendas (lo que suman algunos episodios descargables hablando de precio).

Alien Breed 3: Descent se parece mucho a sus predecesores. Nadie debería perder el sueño por saltarse uno o dos de los episodios. La mecánica y los gráficos ya están vistos, y no te acordarás de la historia en un mes. En resumen, como capítulo final de una trilogía no es nada del otro mundo, pero si estás buscando un título de acción puede interesarte echarle un ojo.

La campaña en solitario te lleva a través de tres largos niveles para que le partas el cuello al tipo que nos lleva atormentando con su voz demasiado tiempo durante la aventura. Quizás merezca morir por esa actuación vocal tan penosa. Sin duda, encajaría más y estaría mejor resuelto que la insípida space opera que forma la historia de Alien Breed 3: Descent.

Los cinco niveles están repletos de gran variedad de monstruos particularmente agresivos. Atendiendo a sus rutinas de ataque, no se encuentran entre los seres más inteligentes de la galaxia, pero el incesante chorreo de enemigos me hace dudar que estén ahí sólo por la comida. Depredadores o no, sus entrañas deben colorear esos pasillos para que consigas sobrevivir. Los entornos tienen un claro aire "Nostromo".

Dispones de seis armas diferentes y varios tipos de granadas. No es que el arsenal sea impresionante, pero está apañado con las variaciones que ofrece, y cada arma tiene su propósito y lugar. La Electro-link gun es con la que mejor me lo paso, y muchas veces sirve tanto para el enemigo al que estoy apuntando como para los que tiene cerca. Por otro lado, de las granadas no te puedes fiar. Sobre todo con las de fragmentación, que parecen pegarse a los bichos más pequeños y nunca caen donde te propones.

El apartado visual es de gran calidad para tratarse de un título descargable, aunque está un poco reciclado. Otra virtud de Alien Breed 3: Descent es su durabilidad. Cinco niveles no suenan a mucho, pero cada uno ofrece sobre una hora de juego. Considerando que se pone complicado en algunas partes y que los puntos de guardado están situados en lugares absurdos, te llevará un buen rato acabarlo. Añádelo encima al clásico modo Survival, que, como te imaginarás, te enfrenta a oleadas de enemigos cada vez más complicados, y puedes hacerlo con un colega ya sea localmente o en línea.

En definitiva deberías plantearte comprar Alien Breed 3: Descent si te falta algo así en tu juegoteca y estás detrás de un desafío rápido y accesible. Aunque no se trate de un título innovador o revolucionario, aún te deja esos momentos emocionantes en los que no tienes mucha munición y en el radar parpadean un montón de lucecitas.