Análisis del headset Trust GXT 310 Radius

Por los 25 euros o menos que vienen costando, los cascos de diadema GXT 310 de Trust entran dentro de los más asequible del catálogo de la compañía neerlandesa y de todo el segmento en general. La duda es, ¿será suficiente para transmitir un audio de la calidad que un gamer necesita, dentro de sus posibilidades?

De colores negro y rojo es la unidad que Trust nos ha hecho llegar para esta reseña, aunque también hay blanco y rosa para quienes buscan algo menos convencional. Lo más llamativo son las orejeras, que tienen un rollo a coche deportivo, y también el uso del rojo en la cara interior de la diadema y de los propios auriculares para hacer contraste dentro/fuera. Siendo sencillo como es el modelo, también se agradece que no sea excesivamente grande ni aparatoso en un intento de parecer lo que no es. Con el micro integrado están pensados para casa, pero es móvil y su diseño general permite utilizarlos en la calle (si pudiéramos salir).

Ligeros con sus escasos 313 gramos de peso y suaves en el agarre, hay ratos en los que se olvida que los llevas en la cabeza. Es gracias al relleno de las almohadillas en la cara interior de la diadema y las orejas. Además tampoco produce mucho calor cuando llevan mucho rato puestos. La comodidad es uno de los puntos fuertes de este headset GXT 310 Radius que sí deja notar su precio cuando toca ver la calidad de los acabados y la resistencia. Porque se le nota débil, como fácil de romperse.

En el rango 20hz -20khz se mueve su frecuencia de respuesta. Nos hemos encontrado con una calidad de audio potente, por encima de lo que esperábamos para un producto de gama y precio bajo, y un sonido claro. Suficiente como para distinguir bien los ruidos en conversaciones o en refriegas. Pero no siempre, ya que no consigue transmitir correctamente los ruidos de la franja inferior del espectro de frecuencia. Lo hemos notado sobre todo al escuchar música.

Volviendo a su micrófono con más detalle, se puede recoger hacia arriba para evitar que moleste cuando no es necesario, pero no es nada flexible, sencillamente sube y baja manteniendo su forma rígida. Lo bueno es que, una vez que encuentras la posición en la que mejor transmite tu voz no tienes que volver a preocuparte. La calidad que les llega a los receptores de tu voz es suficiente, no es mala, pues se escucha con claridad y se comprende correctamente.

El headset GXT 310 es cableado, no inalámbrico. El conector mide un metro de longitud y puede extenderse aún más con un alargador de otro metro, así que tiene esa flexibilidad para poder escoger cuánta distancia se necesita y ni quedarse corto ni ir con él colgando. Sin embargo, también está conectado en la parte superior por lo que no hay forma sencilla de reemplazarlo en caso de necesidad. Aunque, costando poco más de 20 euros, puede que no sea el tipo de aparato al que la gente le busca repuestos.

Lo que pasa les pasa es que no ofrecen nada más que lo básico. Ni botones para controlar volumen o para hacer ajustes con un dedo o para silenciar el micro. Es raro que no traiga nada de esto porque son características presentes en prácticamente todos los modelos, imprescindibles para el entorno gaming. Esto obliga a tener que estar un rato trastocando con las configuraciones del equipo hasta encontrar los volúmenes adecuados de entrada y salida.

Una vez probados y utilizados, vemos buena salida a este modelo para chavales más jóvenes que están empezando a probar las comunicaciones online. La calidad de sonido es suficiente y por su diseño comedido y peso les va a ir bien. Además, como no parece muy resistente, es una buena prueba para que aprendan a cuidar sus cosas. Pero carece de cualquier tipo de función o utilidad complementaria como control de volumen auxiliar o botón para silenciar. Sacrificios que entendemos que son necesarios para alcanzar ese precio tan reducido. Sabiendo lo que ofrece y lo que se quiere, no es para perderlo de vista.