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Análisis: impacto del Brexit y escenarios para la industria del videojuego

Las asociaciones británicas que pidieron quedarse muestran su preocupación. La industria española podría aprovechar su salida.

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Los habitantes del Reino Unido han decidido marcharse de la Unión Europea. Es la noticia del día, un tema de gran trascendencia para la vida de los europeos y especialmente para networks como Gamereactor que trabajamos en equipo desde varios países del continente. Pero también lo es para los videojuegos.

El anuncio del resultado del referéndum ha tenido un impacto directo en la cotización de la libra esterlina, que ha perdido hasta un tercio de su valor respecto del euro en tan solo unas horas. Sin embargo, sus salarios medios están entre los más elevados del mundo. Esto significa que las industrias dedicadas a la exportación van a tener que vender mucho más para ingresar lo mismo y poder mantener sus condiciones actuales

Reino Unido tiene una larga tradición de estudios de desarrollo y también algunas editoras medianas que distribuyen desde allí a todo el continente. Compañías que podrían verse afectadas por una menor fluidez en los intercambios y el mercado. Por eso en las islas ha habido una posición muy visible del mundo videojuego en favor del ahora derrotado Remain (quedarse).

Contra la voluntad de la industria del videojuego

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Aunque es muy aventurado determinar qué es lo que va a ocurrir, porque incluso es incierta la propia estabilidad del Reino Unido dado el reparto territorial y la preferencia por Europa de dos de sus cuatro países. Pero las primeras reacciones dentro de la industria no han tardado en llegar.

Dr. Jo Twist OBE, presidenta de la asociación para la industria del entretenimiento Ukie ha reconocido en un comunicado que "va a tener un impacto en nuestro negocio", debido su posición como "sector global de éxito y líder de exportaciones en la economía digital". Por supuesto, ha garantizado que su organización va a seguir trabajando por mejorar el entorno y las condiciones.

No es la única organización preocupada por esta decisión popular. TIGA, la organización sin ánimo de lucro de empresas de videojuegos, ha pedido un movimiento rápido para no perder el ritmo a través de más inversiones, bajadas de impuestos, protección de franquicias y una política de inmigración flexible para acceder al talento. "Cualquier sistema nuevo basado en la migración debe ser caro y complejo, si no va a perjudicar al crecimiento de la industria", ha declarado.

Su presidente, Richard Wilson, ha recordado que el sector da trabajo a unas 30.000 personas, entre ellos 11.000 desarrolladores, que generan 1.100 millones de libras del PIB local. Una producción que alto nivel educativo, creatividad, desarrollo tecnológico y que no es intensiva en el consumo de recursos naturales. Pero, lo más importante y siguiendo con la tónica anterior, el 95% de ellos son exportadores netos.

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Las importaciones desde España se abaratan

Desde el otro lado de la futura frontera, las cosas pueden tomar un cauce distinto. Las consecuencias a corto plazo pueden no ser más que un espejismo de la realidad a largo plazo, especialmente en una situación de incertidumbre como esta, pero también puede ser un aviso.

La consecuencia directa para España y todos los países de la Zona Euro es clara: un abaratamiento de las importaciones. Si la siempre poderosa libra esterlina no consigue recuperar su poder, España como importador neto de videojuegos va a poder conseguir lo mismo a menos precio. Una realidad que ya se ha hecho notar con el colapso de las webs de distribución como Amazon, The Hut o Play.com. Aunque esa teoría se invierte para nuestro sector más potente, el turismo, que se resentirá indudablemente al ofrecer precios mucho más caros a uno de sus principales emisores de turistas.

Tampoco parece que vayamos a conseguir ningún beneficio de esa depreciación de la libra dentro de nuestro país, ya que los precios de venta se fijan localmente y con baremos muy marcados, por lo que lo más probable es que las distribuidoras aprovechen para aumentar sus márgenes en lugar de reducir sus precios. Por ejemplo, si Big Ben Interactive vende sus títulos de Sherlock Holmes siempre a 19,99 euros, que en sus cuentas equivalían a algo menos de 15 libras, en lugar de bajar el precio para seguir ganando 15 libras lo mantendrán para ganar más libras.

Por otra parte, ¿sería capaz de sacar provecho la industria de desarrollo española? Está por ver si esta decisión afecta a los desarrolladores británicos, ya que en un sector tan volátil y libre podría no tener demasiadas, pero si lo hiciera se abrirían nuevas oportunidades para ocupar sus huecos. Sería una oportunidad para que las compañías locales coparan esas ventas, pero del mismo modo pueden hacerlo las del resto del mundo.

Motivos de alivio, motivos de preocupación

Es imposible saber hacia dónde va la industria del videojuego británica y europea tras el Brexit, como en el resto de sectores. Hay partes que apuntan a que puede ser una de las menos afectadas por esta decisión ya que las propiedades intelectuales van a conseguir el mismo grado de respeto, los estándares ya están internacionalizados y no existen costes de aduana o límites fronterizo para los bienes digitales.

Sin embargo, si la mayoría de sus miembros pedían Remain no era solo por posición política. Los estudios británicos, como todos, viven en un entorno de cooperación y colaboración global continua y pueden sufrir si se establece algún límite burocrático. Además, si la libra no se recupera van a sufrir para mantener salarios, esos tan atractivos para los desarrolladores de otras partes del mundo.

Todo dependerá de la nueva posición global que se acuerde para el Reino Unido en el mundo.

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