Análisis de World of Tanks Blitz

World of Tanks es un fenómeno online que ha logrado aunar una considerable cantidad de jugadores online y que incluso ha conseguido dar el salto de PC a consolas como Xbox 360. En su última aventura, los tanques se atreven con las plataformas portátiles de la mano de World of Tanks Blitz, el título que planea llevar a una escala más directa y sencilla el concepto y la experiencia WoT, pero ¿lo consigue?

A la hora de tomar tierra y ponerse a los mandos de un tanque en World of Tanks Blitz, es algo muy complicado para el que firma estas líneas no realizar una comparación con el título principal para PC. Para empezar, el primer detalle positivo es que desde Wargaming brindan la posibilidad a los antiguos jugadores de iniciar sesión con su cuenta de la versión para ordenador sin necesidad de crear una nueva para Blitz. A pesar de esto, cabe recalcar que ambas versiones son totalmente diferentes, y que los tanques y características desbloqueados con una cuenta en uno de los juegos no se extrapolan al otro.

La interfaz del menú en World of Tanks Blitz es sencilla y concisa. Todo se encuentra a golpe de dedo y los tutoriales se encargan de aclarar qué opción está dónde. Al momento la guía de introducción nos planta en un campo de batalla preparado para aprender las mecánicas básicas de juego. Con una mano se controla el movimiento del carro de combate, y con la otra se maniobra el giro de la torreta y se emplean acciones como el disparo, la mirilla (que permite una función de fijado de objetivo) o el uso de objetos consumibles. El control al principio se hace complicado, ya que es algo más forzado que usar un ratón y un teclado, pero en cuanto has jugado unas cuantas batallas la mente se hace al nuevo sistema sin muchos problemas.

Al poco de comenzar a hacerse con los controles, el sistema nos lanza a la primera batalla online, donde se podrán notar cambios tangibles con respecto al hermano mayor de Blitz. Para empezar, los dos bandos constan de 7 tanques cada uno en lugar de los 15 de la versión de PC, lo cual no tiene que ser un aspecto negativo, ya que los mapas también son de menor tamaño, haciendo los encuentros mucho más directos y personales, partidas rápidas destinadas a destruir o ser destruido en poco tiempo, para así poder repetir el proceso. La experiencia general transmite una sensación más sencilla y directa, reforzando la filosofía de las plataformas portátiles del "aquí y ahora, una partida más y sigo trabajando". Un gran punto a favor de esta versión Lite (o Blitz) de World of Tanks.

Aunque no todo podía ser de color rosa para esta versión portátil de World of Tanks, y es que ya sea porque el título aún está en una etapa de juventud o por cualquier otro motivo, existen algunos aspectos mejorables, y que destacan especialmente si eres jugador de la edición para PC. El aspecto gráfico es claramente inferior, aunque esto es perdonable si se tiene en cuenta que el sacrificio en lo visual lleva de la mano unas partidas que en ningún momento han sufrido ralentizaciones severas. El aspecto que más puede decepcionar es la escasez en cuanto a la cantidad de tanques. El elenco de tanques es bastante limitado, y consta de unas pocas opciones de cada tipo de acorazado (a saber tanque ligero, medio, pesado o anticarro, con la artillería como gran ausente). La existencia de sólo tres facciones (U.R.S.S., E.E.U.U. y Alemania) también puede resultar un fiasco para aquellos jugadores aficionados a la Segunda Guerra Mundial que aspiraran a conducir un tanque británico, francés, chino o japonés. También entrarían en un debate sobre defectos la posibilidad de adquirir munición más letal o consumibles que mejoran el rendimiento del blindado a través de micropagos, o que los jugadores de pago puedan jugar con considerable ventaja sobre los usuarios estándar.

A pesar de todo me gustaría mantener la opinión general sobre Blitz lejos de la comparación con su hermano mayor y dejar claro que se trata de un buen título, que capta con gran acierto la filosofía de 'portabilidad' que suele estar asociada con plataformas como el iPad, y acaba ofreciendo una experiencia divertida y sobre todo adictiva, que insta al jugador a seguir, a echar un combate más aunque las horas vuelen, para conseguir esos puntos de experiencia que faltan para comprar ese Tiger o el Sherman que tanto ansía. Un divertimento muy recomendado para las tardes de verano, desde cualquier lugar al que tenga acceso una red de internet, por supuesto.