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Civilization: Beyond Earth

Análisis de Civilization: Beyond Earth

El clásico Civilization imagina el futuro para avanzar su fórmula de estrategia. Volvemos impresionados de ese futuro.

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De las mejores partidas que he echado a Civilization: Beyond Earth fue una en la que nada salió como estaba planeado. Particularmente, elegí a la Unión Africana y aterricé en la esquina suroeste de un continente repleto de planicies y desiertos. Al norte conseguí levantar una o dos ciudades adicionales y al este pude colocar otras dos más, antes de acabar metido hasta los morros en un territorio infestado de especies alienígenas muy agresivas y sus nidos. No fue perfecto, pero, como inicio, bien vale.

Sin embargo, unos pocos turnos después, Brasilia, la nación más inclinada hacia la guerra, aterriza en el medio de la zona que había reclamado como mía, pero, por si fuera poco, además, descubro un hermoso nido alienígena justo al norte de mi capital. Por todo esto, me veo obligado a gastar turnos y tropas limpiando los campos de alienígenas y, justo cuando acabo, los Sudamericanos envían a un colono a fundar una ciudad justo en el límite de mi frontera.

Evidentemente, no podía permitir algo así, por lo que desecho mi plan de expansión agresiva y me centro en echar a los Brasileños de las tierras que son mías por derecho y en mantenerlos a raya por la fuerza. Afortunadamente lo consigo, y moviendo mis tropas hacia la frontera de mi territorio, les obligo a expandirse hacia el este; por desgracia, tengo menos territorio del que me gustaría y la mayor parte es desierto. Las tornas cambian cuando, gracias al comercio y a las buenas rutas comerciales con Brasilia, ambas facciones forjamos una amistad (la única que tengo). Ellos se expanden hacia el este y luchan con otras naciones, mientras yo me dedico a conseguir una victoria de Contacto rápida, intentando establecer comunicación con los alienígenas conscientes del planeta. Imaginaos la situación: todos luchando por lo suyo y la cosa está tan tensa que es casi como las fotos del final de las carreras de atletismo. Sin embargo, me llevo la victoria, solo unos turnos antes de que Brasilia alcance la victoria de Emancipación, conquistando la Vieja Tierra con un ejército de ciborgs.

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Tras esta anécdota, por si no habéis oído hablar de Civilization: Beyond Earth antes, es el primer título oficial de esta legendaria serie de videojuegos de estrategia que abandona los viajes desde la prehistoria hasta nuestro tiempo para, en cambio, marcharse al espacio a colonizar un nuevo planeta. El juego está claramente inspirado en Alpha Centauri, una especie de Civilization II en el espacio que Firaxis hizo a principios de siglo, cuando los derechos de la franquicia de Civ pertenecían a otra gente. Civilization: Beyond Earth no es una continuación directa de Alpha Centauri y, de hecho, se diferencia en varios aspectos, pero, a mi ver, es un juego obligado para cualquier apasionado de la estrategia.

Civilization: Beyond Earth se basa en el mismo sistema de juego que su predecesor, Civilization V, y los gráficos y la interfaz también se parecen a las anteriores, pero sería un grave error decir que es una remasterización de Civ V, ya que Beyond Earth cambia completamente las mecánicas y añade muchos conceptos nuevos.

No obstante, empecemos por el principio. Los fundamentos de este título son los mismos que en cualquier juego con las 4X: explorar, expandirse, explotar y exterminar. Por si os quedan dudas, se trata de explorar el nuevo planeta, hacerte más fuerte, utilizar los recursos disponibles y aplastar a tus enemigos. El juego hace que te enfrentes a nuevas y controvertidas decisiones y, de hecho, prácticamente cada turno tienes algo que considerar, evaluar y decidir. ¿Qué debería producir esta ciudad? ¿Qué tecnología deberíamos investigar? ¿Deberíamos compartir los recursos con este país?

Civilization: Beyond EarthCivilization: Beyond Earth
Las pantallas que ilustran este análisis han sido capturadas por su autor.
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Vale, es cierto, son decisiones clásicas, pero Beyond Earth añade muchísimas más en forma de misiones. Alguna de estas son tan sencillas como enviar a un explorador a investigar unas ruinas o lanzar dos satélites al espacio, y, por lo general, la recompensa puede ser producción extra, ciencia o energía (que es la moneda del juego).

No obstante, las historias de tus edificios son mucho más interesantes. El título te va contando historias, como que tu gente ha empezado a adorar a la Reliquia de la Vieja Tierra o que una especie de plantas invasivas de la Tierra han echado raíces y han comenzado a propagarse. Estas historias suelen implicar una decisión con la que conseguirás una bonificación al construir el edificio: por ejemplo, si el edificio en cuestión debería de dar +1 de ciencia o +1 de salud. Esa clase de decisiones no son habituales y le da al jugador la sensación de que está jugando 'su' partida y no está siguiendo una ruta determinada históricamente para esa civilización. De hecho, puedes ignorar perfectamente la historia actual.

Ese mismo toque del que hablamos está presente en los conceptos más centrales del juego: las Afinidades. En total hay tres: la Pureza se basa en seguir con la genealogía humana como algo sagrado y hace que el nuevo mundo se parezca todo lo posible a la Tierra; la Armonía se centra en recibir con los brazos abiertos la biología del nuevo mundo y en conseguir, con ingeniería genética, una nueva forma de vida para tu civilización; y, por último, la Supremacía engloba a los superordenadores, los superconductores, los aumentos y en subyugar al mundo con una tecnología superior.

Estas Afinidades afectan a las unidades que podrás producir y cómo las mejorarás; qué tecnologías priorizarás; qué recursos necesitarás y de qué forma te verán las otras civilizaciones. Evidentemente, las diferentes formas de ver el mundo, como en la vida real, pueden provocar rencillas y roces, y, aunque seáis aliados, tu afinidad se acaba convirtiendo en otro punto de la lista de motivos por los que te odian tus enemigos.

Civilization: Beyond EarthCivilization: Beyond EarthCivilization: Beyond Earth

El problema está en que las diferencias son más que algo estético. Por ejemplo, las unidades creadas con Supremacía, generalmente, consiguen bonificaciones si están flanqueadas por otras unidades, mientras que las unidades de la Harmonía suelen obtener bonus por luchar solas.

En la partida que os describí al principio, intenté jugar con Pureza, pero había pocos recursos de Piedra Pómez a mi alrededor. Sin embargo, tenía mucha Xenomasa (propio de la Armonía), así que cuando pude estabilizarme lo suficiente para desarrollar estos planes, la elección fue más que obvia; y es justo en ese tipo de decisiones en las que tienes que replantear todos tus planes y adaptarte en las que Beyond Earth saca lo mejor de sí.

Beyond Earth, en muchos aspectos, parece mucho más refrescante que Civ V cuando salió. Bueno, seguramente tenga que ver con que han estado cuatro años acumulando experiencia y haciendo ajustes (que, además, se tradujeron en dos expansiones para Civ V), pero hay mucho más que eso. La cantidad de nuevas ideas y de conceptos que antes no tenían, como la niebla-miasma que cubre algunas baldosas del terreno, que al principio es muy peligrosa pero que después se puede convertir en una ventaja táctica, le da al título una identidad propia, en comparación con el resto de la serie. Sigue siendo Civilization, pero de una forma nueva.

También me gusta el hecho de que ahora puedas cambiar el ritmo de tu partida. Personalmente, prefiero jugar lo más rápido posible y la partida más larga que he jugado no ha llegado a 300 turnos; y eso significa que puedes terminar una partida normal en un día, aproximadamente. Además, lo puedes combinar con las elecciones del juego, que te impulsan a explorar las diferentes posibilidades que tiene tu civilización. No obstante, amantes de los mapas grandes y de las partidas largas, no os preocupéis, porque la opción también funciona para vosotros.

Francamente, no soy capaz de acordarme de la última vez que disfruté tanto con una partida de Civilization como lo he hecho con Beyond Earth, de hecho, creo que tendría que volver a Civ II o por ahí para igualarlo. Quizás tenga que ver con el humor de cada uno, pero, a mí, en pocas palabras, me encanta Beyond Earth.

Civilization: Beyond EarthCivilization: Beyond Earth

Sin embargo, no nos lancemos, eso no significa que el titulo sea perfecto. Tiene errores y fallos, como una partida en la que una gran parte de la interfaz de espionaje dejó de funcionar (lo que implicó que no pude volver a ver lo que ocurría en las ciudades donde tenía espías). Por ejemplo, cuando quiero mejorar una unidad, el retrato de la unidad se solapa con el de uno de los vehículos básicos: es bastante estúpido ver como mi súper Marine tiene medio vehículo alrededor de la cintura. Otro ejemplo es que, a veces, a la Civilopedia, la enciclopedia del juego, le falta un montón de información importante, como el hecho de que una ciudad tiene que tener Firaxita para poder construir un Observatorio. Además, la versión que he podido jugar para review no quería funcionar a pantalla completa y salía con una resolución de 1368x768 (y ese problema lo tuve en dos ordenadores). Afortunadamente, funcionaba bien en modo ventana.

También es cierto que ninguno de estos errores son enormes ni te cortan el rollo, pero sí que dañan un poco la impresión general del título. Hemos escuchado rumores acerca de que sacarán un parche el día del lanzamiento para arreglar estos problemas, pero no hemos visto tal parche ni las notas del mismo, por lo que creemos que es útil mencionar esos problemillas por aquí.

Hay otro problema, que tiene un mayor impacto en la experiencia. Básicamente, la sensación de victoria es un poco cortapunto. Para que lo entendáis: al ganar, sale una bonita imagen y un pequeño monólogo y eso es todo... Es un poco abrupto. Por ejemplo, los títulos anteriores tenían escenas de vídeo geniales, pero este no las tiene. Siempre podemos decir aquella frase de que el viaje es más importante que el destino al que quieres llegar, pero las victorias serían mucho más placenteras si se las hubiesen currado un poco más.

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Por otro lado, a veces la forma de presentar la información deja un poco que desear. Por ejemplo, hubo varias ocasiones en las que el juego, así, de la nada, me dijo que había ganado uno o más niveles de Pureza, a pesar de no haber investigado nada que diese eso como resultado. Después me imaginé que uno de mis espías habría robado tecnología que diese puntos de Pureza, pero el contexto fue un pelín difícil de entender al principio.

No obstante, volvamos a lo que mencioné antes: no recuerdo un juego de Civilization con el que me haya divertido tanto como lo he hecho con Beyond Earth. Tengo muchísimas ganas de volver a jugar, subir un poco la dificultad y ver cómo mis planes se van al traste al intentar montar un contrataque. Es un videojuego de estrategia excelente y, a pesar de los pequeños fallos que hemos comentado, merece, sin duda, que lo recomendemos.

Civilization: Beyond EarthCivilization: Beyond EarthCivilization: Beyond EarthCivilization: Beyond Earth
09 Gamereactor España
9 / 10
+
Genial profundidad. Corriente constante de decisiones significativas. Muchas oportunidades para dar forma al juego en base a tu estilo preferido. Una interpretación refrescante de un concepto clásico.
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Los finales son poco gratificantes. Fallos, bugs y glitches menores.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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