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Dynasty Warriors 8: Empires

Análisis de Dynasty Warriors 8: Empires

Tras un Dynasty Warriors 8 Xtreme Legends que nos invitó a repartir justicia a diestro y siniestro Koei-Tecmo vuelve al lado algo más estratégico de la franquicia.

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Con armas... pero no tan a lo loco

La longeva y extensa franquicia Dynasty Warriors, muy conocida en el mundo de los videojuegos por sus combates 'uno contra cientos', recibe además unas entregas de corte algo más táctico con la coletilla 'Empires'. Quizá los menos acostumbrados a esta franquicia ni siquiera conozcan su existencia, y es una auténtica lástima, porque nos encontramos con el lado arcade y las batallas masivas tan representativas de la franquicia, sumadas a funciones de gestión de nuestro imperio y decisiones estratégicas.

Hay que recordar, además, que Dynasty Warriors se ambienta en el Romance de los Tres Reinos, la conocidísima novela histórica china que narra los hechos acontecidos entre el fin de la Dinastía Han, el periodo de los Tres Reinos y la posterior reunificación china. Un amplio periodo comprendido desde el año 169 D.C. y el 280 D.C. que, con obvias licencias para ser trasladado al videojuego, vemos reflejado en las entregas de Dynasty Warriors.

Entrando en el lado estratégico

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Si estamos acostumbrados al Dynasty Warriors tradicional, al entrar en materia con este Empires nos sentiremos rápidamente abrumados por la gran cantidad de opciones disponibles desde prácticamente la primera pantalla. ¿Dónde está el menú para saltar al campo de batalla? No tan rápido, guerrero, antes tendrás que escoger uno de los reinos en los que quieres empezar tu aventura y decidir desde qué posición vas a actuar.

Así pues, en el que es realmente la salsa del juego, el modo Imperio (Empire Mode), podemos escoger entre servir a nuestro reino o gobernarlo desde una posición que nos sitúe en lo más alto de la jerarquía y del poder. En esta última es donde el campo de batalla se convierte prácticamente en anécdota y nuestras mayores peleas son las de índole política: cuidar más el estado de nuestro reino y su relación con el resto, rendir cuentas al consejo para tomar las decisiones más importantes y escoger los parámetros a evolucionar año tras año en busca de la prosperidad de los nuestros.

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Las decisiones que tomamos, cuando estamos en un cargo de importancia, no son precisamente pocas ni banales. Un mismo objetivo, como afianzarnos en un territorio colindante, puede cumplirse de diversas formas. Por ejemplo, podemos enviar un oficial especializado en diplomacia como representante al reino vecino solicitando forjar una alianza. Esta visita puede ser cortés y amistosa e ir acompañada de regalos para facilitar las negociaciones. Por el contrario, podemos ser más retorcidos y extorsionar a nuestros vecinos forzándolos a ser nuestros aliados quieran o no. O, si tenemos poca paciencia, podemos declarar la guerra e invadir directamente el territorio... aunque esto obviamente traerá consecuencias y no tardaremos en recibir noticias de sus aliados.

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Sin perder de vista a nuestros soldados

Si preferimos estar junto a los nuestros en la batalla, también podemos escoger un oficial que desarrolle su carrera dentro de los campos de batalla. Es ahí donde parece estar el lado más conocido de Dynasty Warriors como saga, con 83 personajes seleccionables y una infinidad a crear a través de su completísimo editor. Tampoco nos quedamos cortos con las armas, que recibe un total de nueve clases diferentes para animar las multitudinarias peleas marca de la casa aunque con un control algo más complejo y más detalles de los que estar pendientes.

Además, como ya es costumbre en Empires, nuestro papel en la batalla variará según cómo decidamos desarrollar nuestra carrera sirviendo al reino, por lo que prácticamente tenemos una partida diferente a nuestra alcance según creemos nuestro oficial. Según nuestro rango, seremos capaces de poner en marcha las llamadas estratagemas, una serie de estrategias de batalla que van desde las más simples y rápidamente efectivas a auténticas jugadas maestras que se desarrollan poco a poco y terminan dando la vuelta a una guerra completa, aunque requieren mucha paciencia y una ejecución impecable para llegar a buen puerto.

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Mayor profundidad e implicación

El hecho de que, como oficial, debamos planificar hasta dónde queremos llegar dentro del propio ejército, nos abre un abanico de posibilidades bastante importante. También las nuevas opciones de matrimonio contribuyen a que nos impliquemos más aún en la gestión de nuestro personaje no sólo como estatus social, sino también como forma de prolongar nuestro linaje. Esto último adquiere una mayor importancia cuando ocupamos el puesto de regente: necesitaremos los matrimonios como herramienta para establecer enlaces con otros reinos y nuestros hijos como forma de perpetuar nuestro mandato a través de ellos. Aunque nunca estaremos a salvo de un golpe de estado...

Como vemos, el relativamente sencillo estilo de juego de Dynasty Warriors recibe una vuelta de tuerca en Empires, que además en su octava entrega, con las nuevas opciones que recibe, es mucho más completo y profundo estratégicamente hablando que en ocasiones anteriores.

Sin embargo, esta mayor complejidad lamentablemente no viene acompañada de una interfaz más intuitiva, por lo que debemos estar preparados para pasarnos gran parte de nuestro tiempo de juego delante de textos y complicados menús intentando comprender qué hacer o cómo proceder. Menús que, por cierto, están totalmente en inglés al igual que el resto de textos del juego, algo que complicará y mucho la experiencia de juego a los menos duchos en este idioma.

A esta complejidad innecesaria debemos sumarle una evolución gráfica prácticamente inexistente desde las versiones de PS3/360, con modelos de personajes y texturas que no hacen ni de lejos un uso digno de la potencia gráfica de las actuales consolas. Poco podemos argumentar a favor de Omega Force en este campo, ya que las consolas actuales llevan suficiente tiempo en el mercado como para que el motor gráfico de Dinasty Warriors sufra una renovación visual más completa y por encima del número de enemigos simultáneos en pantalla.

Dynasty Warriors 8: EmpiresDynasty Warriors 8: Empires

En resumen, estamos ante una vertiente de Dynasty Warriors 8 más estratégica que no debe encandilar a los fans por el nombre. Los combates que los fans conocen siguen estando ahí, pero radicalmente determinados por las estrategias que definamos antes y durante nuestra participación en los mismos. La profundidad de gestión y de la toma de decisiones es digna de un buen simulador militar, pero se ha implementado de una manera demasiado compleja como para resultar asequible a los recién llegados. Por otro lado, los jugadores fieles a Empires no van a encontrar en esta octava entrega las suficientes novedades como para justificar su compra. Una entrega que, desgraciadamente, se queda a medio camino. Tocará esperar a la novena.

06 Gamereactor España
6 / 10
+
Fidelidad al Romance de los Tres Reinos. Las opciones estratégicas, como los matrimonios "de conveniencia", son enormes
-
Totalmente en inglés. Presentación de menús poco optimizada, con una gestión muy compleja y nada asequible.Visualmente muy pobre, necesita ponerse al día para el hardware moderno. No aporta apenas novedades desde la séptima entrega.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Ernesto J. Pérez-Durias

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