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Oxenfree

Análisis de Oxenfree

La línea que separa lo real de lo irreal ya no está tan clara.

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¿Y si te dijésemos que existe un juego que combina los mejores elementos de los títulos de aventura, como Broken Age, con personajes adolescentes como los de las pelis de Juno y 500 Days of Summer y con aspectos sobrenaturales más del rollo de Lost (Perdidos) y Twin Peaks? Pinta guay, ¿no? Pues Oxenfree es justamente eso: una aventura adolescente sobrenatural de Night School Studios que acaba de salir en Steam y Xbox One. Concretamente, el juego sigue la senda del éxito de Telltale y proporciona una experiencia más madura y, lo que es más importante aquí, más macabra.

Los juegos como Oxenfree son parte de una moda más amplia que últimamente está creciendo en el mundo de los videojuegos. Este título pertenece a ese nutrido grupo de obras que, al menos en el sentido tradicional, no ofrecen un gameplay propiamente dicho. Por eso, no hay verdaderas mecánicas, como puzles, armas, enemigos y esas cosas. Es lo que se ha dado en llamar (irrespetuosamente) un "simulador de paseo". La partida progresa a través de un diálogo entre los personajes y las elecciones que el propio usuario va haciendo. A ver, en algunas secciones tendrás que encontrar cierta frecuencia en una radio, pero hasta ahí llegan los puzles. Así, si eres de esos jugadores que no ven mérito en la clase de títulos en los que la experiencia tiene más relevancia que las mecánicas, entonces Oxenfree no es para ti. Sin embargo, si opinas que un juego puede ser cualquier tipo de experiencia interactiva y no te molesta algo que se centre muy poco en las mecánicas, no dudes en seguir leyendo.

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Lo que te motivará a seguir jugando son su historia y las relaciones entre los personajes. Pequeño resumen: la protagonista, Alex, es una chica adolescente de instituto y ella y sus amigos tienen la tradición anual de ir a la Isla de Edward, emborracharse, jugar a verdad o atrevimiento y, en general, pasar el rato allí. No obstante, este año algo cambia, ya que Alex tiene a su nuevo hermanastro, Jonas, porque su padre se ha vuelto a casar. Tras haber explorado algunas de las cuevas subterráneas de la isla, se encuentran una extraña señal. Poco después, se empieza a liar el asunto. Espíritus misteriosos, extraños vacíos temporales y un montón de cosas más que harán que los protagonistas recuerden esa noche por el resto de sus vidas.

Es aquí donde entran en juego las influencias de la historia y Oxenfree consigue ser una experiencia llena de "¿Y si...?". De hecho, podemos imaginarnos a los guionistas pensando: ¿Y si hiciésemos una historia clásica de adolescentes, la mezclásemos con las mejores partes de Twin Peaks y con los misterios de Perdidos, y le añadiésemos unas emotivas y profundas relaciones entre los personajes? El resultado es sencillamente brillante y, puesto que la historia y los personajes son fundamentales a la hora de conseguir una experiencia (o de estropearla, dicho sea de paso), es lógico que sean cautivadores. El guion es un pelín obvio y claro por momentos, hasta el punto en que el diálogo no resulta demasiado creíble. Además, parece que han diseñado algunas de las conversaciones para introducir los numerosos trasfondos y relaciones pasadas de los personajes y no queda del todo bien. En sí, Oxenfree muestra lo mejor de sí cuando los cinco jóvenes reaccionan a lo que sucede a su alrededor y basan sus diálogos en eso. Es ahí cuando el diálogo parece completamente natural.

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Por otra parte, Oxenfree ofrece una perspectiva en 2,5D, lo que implica que verás todo desde un lado, pero, en ocasiones, habrá más de una capa disponible para moverse, por lo que no es una experiencia 2D pura. Podrás explorar la Isla de Edward todo lo que quieras, pero la trama se desarrolla de manera lineal. El mapa del juego se divide en un puñado de zonas que se irán abriendo cuando tengas un nuevo objetivo y la experiencia te dirija hacia allí, aunque lo cierto es que esa falta de libertad no es un problema, ya que tampoco es lo que el juego quiere ofrecer. De esa manera, la experiencia parece natural y no te sentirás limitado al respecto.

Además, Oxenfree es realmente bonito y, en términos artísticos, se encuentra a medio camino entre la animación por ordenador y el dibujo a mano. Los fondos estáticos se muestran como pinturas modernistas o cubistas y, a veces, no queda más remedio que pararse y admirar las obras de arte. No obstante, los personajes están animados con las típicas técnicas 3D y no nos parecen particularmente especiales. Tampoco es que tengan nada malo, que no lo tienen, pero, como Oxenfree es tan absolutamente hermoso en el resto de aspectos, nos hubiese gustado ver algo diferente en esta parte del trabajo, como, por ejemplo, en los movimientos de los personajes. A todo esto tienes que añadirle los poderes sobrenaturales que se manifiestan tanto en el trasfondo de manera aleatoria como conscientemente en los personajes. Así, sin ningún tipo de explicación, podrás ver cómo una secuencia se desarrolla dos veces con distintos resultados: puede que, de repente, tu compañero se suicide en frente de ti e, inmediatamente después, aparezca de nuevo sin un rasguño. Lo cierto es que consigue que la línea de lo real y de lo irreal se entrecrucen y se mezclen, lo que, a su vez, proporciona una experiencia muy intensa. Como Twin Peaks y Lost.

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Por desgracia, no se puede decir lo mismo de la banda sonora. Lo cierto es que empieza genial con el artista de música electrónica SCNTFC y, si escuchas el resto de música por tu cuenta, la verdad es que es excelente, pero para un juego con tanta carga emotiva, hay que ofrecer algo más que los ritmos electrónicos inspirados en los 80, sobre todo porque, tanto en el cine como en los videojuegos, se ha usado de manera excesiva esta clase de banda sonora. Creemos sinceramente que a Oxenfree le hubiese ido genial algo más sutil que pudiese amplificar el terror y el misterio, pero las pistas de audio de SCNTFC consiguen justamente lo contrario. Esta banda sonora ha hecho que la experiencia sea más bien genérica y ordinaria.

Afortunadamente, el lanzamiento de Night School Studios consigue superar la mayor parte de los problemas y, por eso, proporciona una experiencia única y bastante personal. La historia que ofrece es interesante, profunda y cualquiera podría identificarse con ella, y, aunque los diálogos puedan parecer extraños a veces, los personajes son muy creíbles y realistas. Además, el terror misterioso está muy bien conseguido y, gracias a eso, Oxenfree logra crear la atmósfera que pretendía. Si la banda sonora se hubiese adaptado un poco y hubiesen cuidado un pelín más las conversaciones, la experiencia podría haber sido realmente especial. Qué pena.

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07 Gamereactor España
7 / 10
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Una buena atmósfera; los personajes son muy interesantes; consigue dar miedo de verdad, y tiene unos gráficos muy bellos.
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A veces, el diálogo es bastante artificial y la banda sonora no es la más adecuada.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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