Análisis de Valkyria Chronicles Remastered

A lo largo del año y de las generaciones son muchos los juegos que no reciben el reconocimiento que se merecen. El mercado es muy exigente, se lanzan muchos títulos y, muchas veces, una campaña de publicidad agresiva puede ser mucho más importante que la calidad del juego en cuestión. Fue así como, en el año 2008, Valkyria Chronicles pasó injustamente desapercibido en el radar de los jugadores. En España, los motivos fueron lógicos: por un lado, estaba la poca publicidad que recibió el juego; por otro, el hecho de que PS3 llevase tan solo un año en el mercado y que su parque de consolas fuese muy limitado; y en tercer lugar, que el juego se lanzase únicamente en inglés, un lastre importante cuando la historia es un eje central de la obra.

Pero un buen juego siempre sale adelante, aunque sea con el tiempo. Valkyria sufrió en un primer momento por hacerse con un hueco en el mercado, con unas ventas de lanzamiento bastante bajas que rozaron las 77.000 copias en Japón y las 33.000 en Estados Unidos, dos de los mercados más importantes del mundo. Ni siquiera consiguió entrar en las listas de los juegos más vendidos en sus primeros meses de vida y su precio cayó muy pronto en picado. Los análisis del juego eran todos de notable alto o sobresaliente y los jugadores que pudieron disfrutar de él solo contaban maravillas a sus amigos, hasta tal punto que, en menos de un año, el juego pasó de ser un fracaso comercial que apenas superaba las cinco cifras a acumular más de un millón de unidades vendidas en todo el mundo. Esto animó a Sega a lanzar una segunda entrega, aunque sin invertir tanto como en el primer capítulo. Tal fue así que Valkyria Chronicles II salió en exclusiva para PSP, una consola que en el año 2010 ya estaba dando sus últimos coletazos y el juego volvió a no vender tanto como se esperaba. El último movimiento provocó que la tercera entrega, también para PSP, no saliera de Japón.

Sin embargo, los jugadores seguían pidiendo más Valkyria Chronicles, un título que se convirtió en uno de los mejores juegos de PlayStation 3 (sobre todo en el género de la estrategia, con premios por doquier) y en uno de los más queridos por los aficionados (espoleados en Japón por una serie de animación). En 2015, Sega recapacitó y decidió lanzar el juego en Steam, una plataforma con muchos usuarios y en la que el género de la estrategia suele tener mucho calado. El resultado fueron más de 800.000 copias vendidas (según SteamSpy) hasta la fecha, una cifra que unida a la de la versión original de PlayStation 3 convierten a un juego que apuntaba a fracaso estrepitoso en un gran éxito. Sobre todo, porque el porcentaje de satisfacción de los usuarios es elevadísimo; en plataformas como Steam, menos del 10% de los usuarios ofrecen valoraciones negativas al juego, algo que no es habitual en casi ninguna producción. Donde lo habitual es que haya un intenso debate entre jugadores sobre si el juego es bueno o no, con aficionados y detractores por igual, con Valkyria hay una unanimidad casi total de que estamos ante un juego de los que marcan y dejan un gran sabor de boca.

La introducción hasta aquí es necesaria porque esto, una vez más, sedujo a Sega para querer darle una nueva oportunidad a la franquicia. En primer lugar, con el lanzamiento de esta versión Remastered que nos ocupa y que hace las veces de avanzadilla de una nueva entrega, Valkyria: Azure Revolution para PS4. Del éxito de esta versión remozada dependerá en gran medida que veamos en nuestras fronteras la cuarta entrega de la franquicia, pero aunque nos veamos privados de ese nuevo capítulo es una gran noticia que Valkyria Chronicles tenga una segunda-tercera oportunidad.

Pese a que nunca se ha confirmado oficialmente e incluso Sega lo niega al ser preguntada directamente, Valkyria Chronicles nos narra la Segunda Guerra Mundial de un universo paralelo en el que hay ciertos elementos de fantasía. El juego nos sitúa en el ficticio continente de Europa (en español no suena tan ficticio) durante la Second Europan War, una guerra que enfrenta a la Autocratic East Europan Imperial Alliance, que avanza desde el este, y a la Atlantic Federation del oeste. Dado que la economía de ambos bandos depende de un mineral muy valioso, el ragnite, el imperio decide declarar la guerra al Principality of Gallia (en 1935 EC), donde se sitúan los protagonistas. Además del conflicto económico principal, nos encontramos a lo largo de la aventura con temas más profundos y fácilmente reconocibles, que pese a la sencillez y el tono amable con el que se presentan, esconden un importante trasfondo de crudeza y dolor que se consigue transmitir con acierto al usuario.

En primer lugar, la limpieza étnica que está haciendo el imperio de los darcsen y los descendientes de darcsen, al considerarse que esta gente, que se diferencia del resto por su pelo y sus ojos oscuros, no son dignos de vivir ni de compartir la vida de los habitantes del imperio; por eso mismo los reclutan, los sacan de sus casas y los encierran en campos de concentración, donde son maltratados y eliminados sin dudar. El jugador entablará amistad con darcsen que forman parte de su equipo y desarrollará así un sentimiento de identidad con ellos, de tal modo que sentirá de manera especial los maltratos y las iras, incluso el rechazo que sufren por parte de los demás. Esta es una de las virtudes de Valkyria Chronicles, que consigue desarrollar una empatía entre el jugador y los personajes que hace que sintamos todo lo que está ocurriendo en pantalla como algo propio.

Otro suceso habitual en la franquicia es la búsqueda por parte del imperio del soldado perfecto (un "súpersoldado", por hacer uso del término de Marvel), las valkyria que dan nombre a la serie. Máquinas de matar creadas en el laboratorio a base de experimentación, cuyo objetivo es hacer uso de su gran poder para ayudar a que el imperio llegue a conquistar el mundo; es aquí donde entra ese pequeño componente fantástico del que hablábamos, ya que diferencia de en la guerra real, aquí las valkyrias son reales y cuentan con superpoderes que pueden complicar mucho la vida al usuario. Obviamente, esto son solo algunos detalles básicos de la historia. El juego dura unas 30 horas (aunque se puede alargar mucho más si se quiere completar el 100% de lo que tiene por ofrecer) y un gran número de ellas se centrarán en narrar la historia, ya sea mediante escenas de vídeo o diálogos entre personajes. De hecho, todo el juego es tan cuento de hadas y libro de historia que incluso el menú para acceder a las diferentes fases y capítulos es un libro cuyas páginas vamos pasando a medida que avancemos (como puedes ver en el gameplay adjunto).

Todo esto se ve muy potenciado por el motor gráfico CANVAS. El nombre del motor no ha sido elegido al azar, puesto que significa "lienzo" en nuestro idioma, y precisamente Valkyria Chronicles es una obra de arte que parece irse dibujando sobre la marcha. Su aspecto básico se podría definir como cel-shading, pero en realidad es mucho más. Ya desde la secuencia de introducción vemos cómo los lápices dan forma a los contornos y el color inunda las formas, como si fuese un cómic o un cuento infantil, con colores alegres, suaves y vistosos. Los momentos más oscuros se representan con tonos más oscuros, los cuales contrastan con la luminosidad y el brillo de los momentos de paz y alegría. Pero ni siquiera los momentos más sombríos nos dejan con esos tonos marrones y grises propios de los juegos bélicos de corte más realista. Valkyria Chronicles tiene una historia muy dura que contar, pero quiere llegarnos al corazón a través de todos nuestros sentidos y que esa historia dura pase a ser algo personal, no un simple mecanismo de guión para que ocurran cosas. Aquí no solo entendemos las motivaciones de los personajes, sino que incluso el propio apartado visual, junto con una banda sonora espectacular, nos consigue hacer sentir sus emociones en cada momento. No entendemos a Welking, Alicia y al resto de su pelotón, sino que somos ellos y generamos lazos de amistad con los diferentes personajes. Incluso los soldados secundarios acaban haciéndose un hueco en nuestros corazones tras un par de batallas juntos.

Además de una gran historia y un apartado técnico que marca las diferencias, Valkyria Chronicles es un juego de estrategia y rol muy especial. Cuenta con más de una veintena de misiones (divididas en 18 episodios), 5 misiones extra y una decena de escaramuzas adicionales (además de los diferentes modos de dificultad), que nos mantendrán pegados al mando de principio a fin (y más si queremos conseguir todos los trofeos). La duración de las misiones es bastante coherente y no se alarga innecesariamente. En torno a una hora de duración, lo suficiente para tenernos inmersos en la acción y razonando cada paso para no perder el tiempo invertido, pero sin ser tan extensas como para llegar a aburrirnos o tener que dejar la partida porque se nos echó el tiempo encima. Pese a ser un juego de rol y estrategia, su sistema de juego no tiene nada que ver con el de exponentes del género como Fire Emblem o Disgaea. Aquí tendremos control directo sobre los personajes y la acción se desarrolla por turnos, pero en pseudo tiempo real.

Podremos mover a los personajes hacia el punto estratégico que deseemos (el juego tiene cámara en tercera persona, pero podremos ver un mapa en cualquier momento para situarnos mejor o calcular la estrategia con más detalle), pero si estamos al alcance del enemigo este nos podrá disparar mientras nos movemos, de tal modo que será fundamental tener mucho cuidado con nuestras acciones. El movimiento vendrá determinado por una barra de energía del personaje y, en cada turno, podremos realizar una acción además de movernos (disparar, lanzar una granada, curarnos a nosotros mismos o a nuestros compañeros...). Los puntos de acción determinarán el número de movimientos que podremos realizar en nuestro turno: los personajes normales consumen un punto de acción, mientras que los tanques (de tenerlos) consumirán varios. Podremos determinar cómo queremos usar esos puntos de acción, de tal modo que podemos repartirlos equitativamente entre todas las tropas desplegadas o gastarlos todos con un solo personaje. Eso sí, al hacer esto último la energía del personaje irá decreciendo cada vez más, lo cual limitará su capacidad de movimiento.

Las situaciones que proponen las misiones del juego serán bastante complejas y, en cierto modo, hay momentos un tanto injustos en los que por argumento no podemos tomar rutas alternativas para resolver una situación. Por lo general, se limitan a unos cuantos y solo cuando hacemos un pensamiento lateral muy marcado, por lo que tampoco es un problema que pueda suponer un problema para el jugador. Es más problemático hacerse con el control del sistema de juego, puesto que el tutorial no es todo lo bueno que debería ser y el juego tiene unas características muy particulares. Cosas como la posibilidad de pedir refuerzos no están del todo bien explicadas y ya en el juego original eran muchos los usuarios que jugaban con esa dificultad añadida de no saber que podían sacarse nuevos soldados durante el combate. También es importante llegar a controlar los tiempos de disparo, el apuntado preciso (apuntar a la cabeza permite matar a los enemigos con menos disparos que disparando al cuerpo) o incluso prever los movimientos del enemigo (ya que durante sus turnos estaremos a su merced, igual que ellos lo están a la nuestra durante nuestra fase).

En general, Valkyria Chronicles Remastered no dista demasiado de lo que era ya el juego original o la versión para PC. Sus únicas diferencias notables, más allá del lógico y previsible aumento de resolución, son la inclusión de todos los contenidos descargables lanzados para el juego original y los tan esperados trofeos, algunos de ellos tan exigentes que nos obligarán a esforzarnos a fondo si queremos conseguir el tan codiciado platino.

Valkyria Chronicles es un juego que requiere horas para aprender a jugar correctamente y se nota mucho si has jugado al original, ya que en el remaster se encaran con una facilidad pasmosa aquellas situaciones que parecían tan complejas. Pero es una curva de aprendizaje que se afronta de buena gana porque la historia nos anima constantemente a seguir adelante y a luchar por nuestros objetivos. Valkyria Chronicles es un juego al que se le pueden sacar muy pocas pegas: a nivel visual es soberbio y precioso, su historia es excelente y muy emotiva y su sistema de combate es exigente pero muy divertido. Sería un juego de sobresaliente, y más al precio reducido al que se pone a la venta este Remastered, de no ser porque se ha vuelto a desaprovechar la oportunidad de traducirlo al español y permitir que más gente lo disfrute plenamente. Pese a todo, una experiencia muy recomendada y una más que merecida segunda oportunidad para uno de los mejores juegos de la generación anterior.