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Call of Duty: Black Ops 2

Análisis de Call of Duty: Black Ops 2

Call of Duty vuelve a dar guerra un año más. Esta vez podemos visitar tanto el pasado como el futuro. ¿A qué sabe más Black Ops II?

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Los Ángeles está en llamas. Del negro del humo de los rascacielos se tiñen las nubes blancas del cielo. De rojo, el asfalto. Las explosiones me ciegan al principio, para luego dejar un pitido en mis oídos. Al tiempo que se viene abajo la autopista, siento cómo cada vibración resuena en mi cuerpo y escucho cómo los miles de toneladas de metal aplastan los bloques de cemento. Estoy en el corazón de la batalla.

Vale, ya he estado ahí infinidad de veces. Me he tirado los últimos años en estas trincheras. Pero en esta ocasión las cosas han cambiado un poco. El campo de batalla está habitado por soldados que pueden hacerse invisibles, que llevan armas con sónar, capaces de ver a través de las paredes. Hay cientos de 'drones' manejados por control remoto que filtran los rayos del sol y que recogen a los civiles indefensos de ahí abajo. Y luego están los robots gigantescos, escupiendo misiles sobre tanques descomunales. Es un panorama nacido de la batalla digital, pero la devastación es aún peor que todo lo visto hasta la fecha. El año es 2025. Bienvenido al futuro. Bienvenido a Call of Duty: Black Ops 2.

Pertenezco a la minoría que ha disfrutado las campañas de los últimos dos o tres Call of Duty. Han sido montañas rusas explosivas, con rimbombantes secuencias de acción y 'macho men' barbudos que disparaban a los malos en la jeta con armas enormes. Y en Call of Duty: Black Ops, Treyarch llegó a superarse con una genial historia que en muchos casos conformaba una mejor experiencia que la que tuvimos con los Modern Warfare de Infinity Ward.

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Por esta razón estaba muy pendiente de la llegada de la segunda parte este año, y como pasaba con el primer juego, la historia tiene que ver con Alex Mason y su gente. Pero en esta ocasión no hay teorías de la conspiración y conflictos existentes, sino que Mason y compañía se deben enfrentar a un antagonista ficticio pero carismático llamado Raúl Menéndez. Menéndez pone en marcha sus planes durante el final de la Guerra Fría, una estrategia que se va desplegando hasta 2025, cuando un nuevo grupo de héroes toma el relevo liderado por David, hijo de Alex.

Las aventuras de padre e hijo se relatan en paralelo, y al final se atan en un final del juego que quedará para el recuerdo. Aun así, pese a que la trama argumental de Call of Duty: Black Ops 2 puede emocionar en varias ocasiones, adolece de una narrativa lejos de la perfección. Todas las misiones jugadas en los 80 son en realidad 'flashbacks' contados por el querido de los fans Frank Woods (ya sabes, el que se tiró en picado por una pila de granadas la última vez). Cuando tocan "revelaciones impactantes", las ves venir a kilómetros. Muchos cabos se quedan sueltos, y para empeorar las cosas existen varios fallos de lógica y huecos en el argumento que los desarrolladores no se han preocupado de cubrir.

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Gran parte de lo que contaban antes del lanzamiento se centraba en el hecho de que el villano ha conseguido volver los sistemas de defensa de las súper-potencias en contra de sus creadores, y pese a que se trata de una gran idea, habrás alcanzado el final del juego antes de alcanzar esa parte de la historia. El viaje de cinco horas hasta ese punto está marcado por algunas de las misiones más aburridas de toda la serie, algo que se cumple hagas lo que hagas, ya sea correteando por otra villa sudamericana más durante la Guerra Fría o en un club nocturno del futuro. Saltar en la pista de baile disparando a terroristas a cámara lenta (al ritmo de unos beats de música dance demasiado épicos) es algo más bien raro. En ocasiones, este juego parece una imitación, como una parodia de Call of Duty.

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También es una pena que la campaña se quede corta a la hora de aprovechar el concepto futurista. Hay secuencias en las que surcas los cielos con un par de alas mecánicas y atacas una base desde arriba, y una escena en la que controlas una máquina de matar cuadrúpeda, pero más allá de la misión en cuestión todo lo demás resulta excesivamente preparado bajo guión (scripted) y no queda espacio para ningún tipo de solución creativa. ¿De qué sirve equipar al protagonista con un alucinante gancho de agarre cuando solo se puede emplear en un único lugar de todo el juego? Aquí hay mucho potencial sin explotar...

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Dicho esto, todos sabemos que a Call of Duty le gusta hacer cosas chulas, siempre que encajen dentro del concepto. No tengo ningún problema con esta filosofía, pues la serie suele manejar las escenas por guión bastante bien. Por desgracia, parece que no están tan pulidas en Black Ops 2, lo que puede derivar en repetidas muertes simplemente porque el jugador escogió interpretar los sucesos de una forma que no se pretendía.

A la vez creo que lo contrario, misiones con mucha libertad, habrían empeorado aún más las cosas. De hecho, hay un capítulo bastante más abierto en la campaña en el que montas a lomos de un caballo y disparas contra tanques y helicópteros. Sin duda, es la parte más floja de toda la campaña, y quizás una señal de que la fórmula clásica Call of Duty ya no funciona a no ser que te encierres en un espacio limitado en el que disparas a todo lo que se mueve.

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Hay unas cuantas cosas que separan a Black Ops 2 de entregas anteriores de la serie, y una de ellas son las elecciones del jugador, una idea que podría recordar a Mass Effect. Puedes influir en el devenir de todos los personajes importantes, con algunas de tus decisiones desencadenando consecuencias del todo imprevistas. Nunca antes había pausado un juego de Call of Duty para analizar la situación en la que me encontraba, pero esta vez tuve que hacerlo en varias ocasiones. Incluso hay algunas elecciones que tomas subconscientemente durante tu primera vuelta al juego.

Por mucho que la campaña no llegara a impresionarme en cuanto a mecánicas, comencé una partida nueva unos minutos después de ver los créditos finales. Hay muchos factores que influyen al final del juego y los resultados son radicalmente diferentes, pero estas diferencias en realidad no afectan a la jugabilidad en sí. Volverás a correr por los mismos pasillos y disparar a los mismos soldados anónimos sin importar por qué ruta decidas seguir la historia.

Una capa adicional de profundidad se aporta gracias a las misiones Strike Force. Durante la campaña liberas pequeños desafíos que se despliegan en paralelo a las escapadas de David Mason, y la historia en la aventura principal depende de tu rendimiento en estas misiones. Se trata de un concepto ambicioso con mecánicas interesantes cogidas prestadas de los juegos de estrategia. Puedes saltar entre los diferentes soldados de tu grupo con solo pulsar un botón, lo que viene genial cuando tienes que provocar el don de la omnipresencia en la batalla.

El problema de Strike Force es que parece algo diseñado para más de un jugador, por mucho que no aparezca un segundo participante. En una misión debes defender tres puntos de control, pero si juegas en uno de los niveles más altos de dificultad es casi imposible con el enjambre de enemigos que rodean el lugar, y no puedes bajar la dificultad en plena misión aunque sí lo puedas hacer en los niveles normales de la campaña. Normalmente esto habría tenido poco impacto, pero en Strike Force solo te dejan cierto número de intentos y si no lo consigues fallas la misión, y como resultado recibes el impacto negativo en la campaña principal.

Call of Duty: Black Ops 2Call of Duty: Black Ops 2

Por suerte, no es en la campaña donde hay que buscar el verdadero 'lasting appeal' de Call of Duty. El componente multijugador de Black Ops 2 es tan adictivo, rico en contenido y maravillosamente intenso como cabría esperar de una serie tan avanzada. De hecho, consigue aprovechar mucho mejor el potencial del concepto futurista que la historia en solitario. Y no ha sido tan divertido confeccionar tu personaje desde el primer Modern Warfare.

Una de las razones es que el sistema de ventajas y armas han recibido una gran puesta a punto. Todas las clases tienen ahora un presupuesto de diez puntos, con cada arma, acople, mejora, granada o lo que sea con valor de un punto. Esto quiere decir que puedes montar tu clase como te apetezca, y si no quieres una tercera ventaja puedes invertir el punto en un silenciador para el rifle de asalto o cualquier otra cosa. Todo, siempre que no te pases de diez puntos. Esto también indica que puedes usar más de tres ventajas, si te apañas sin una granada o accesorio extra.

Call of Duty: Black Ops 2

A lo mejor es un poco abrumador con la enorme cantidad de armas, gadgets y recompensas. Te sientes como un crío en una tienda de chuches, pero naturalmente hay riesgo de que algunas tecnologías punteras provoquen el desprecio de los jugadores más veteranos. Ahora toca ver cómo recibe la comunidad todo esto, pero en mi opinión el patio de recreo que supone el multijugador de Call of Duty no había sido tan fascinante en muchos años.

Otro cambio importante es que desaparecen las kill streaks (rachas de bajas). Como muchos sabéis de anteriores reportajes en Gamereactor, han sido reemplazadas por las score streaks (rachas de puntuación), de modo que no tienes que ser el más rápido del Oeste para acceder a perros de ataque o ataques aéreos, sino que también te puedes centrar en capturar la bandera del equipo rival o en coger marcas en Kill Confirmed, por ejemplo.

Y si te has apuntado últimamente a la moda de los e-Sports, te va a encantar Black Ops 2. Gracias a Call of Duty Elite es muy fácil mantenerte al tanto de tus estadísticas personales y clanes, y también puedes hacer 'live stream' (retransmisión en directo) a través de YouTube. Ahora hasta puedes grabar comentarios sobre las partidas.

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El último tercio (desigual) de Call of Duty: Black Ops 2 lo conforman los zombis. Como en anteriores shooters militares de Treyarch, te plantan ante hordas de muertos vivientes con tres colegas, esta vez en la sección zombi más ambiciosa hasta la fecha. En el Tranzit Mode intentas sobrevivir todo lo posible en una ciudad desierta recolectando objetos, construyendo cosas en mesas de trabajo y encontrando nuevas armas. El mundo de juego es más extraño que antes, con escenarios que parecen arrancados de Fallout 3 y personajes salidos de Left 4 Dead, pero con algunos de los peores diálogos escuchados jamás en un videojuego.

Dicen que el mundo de Tranzit es 150 veces el que se vio en Call of Duty: World at War, pero cuando la mayoría está cubierto por una niebla que cubre un desierto tan vacío como el cráneo de un zombi, y cuando los gráficos son una abominación que deberían prohibir en esta generación de consolas, entonces ese número no impresiona a nadie. En resumen, el modo zombi termina siendo un desastre poco desarrollado que no está a la altura del resto del paquete. Sin embargo, si te lo pasaste bien con los zombis del juego anterior, probablemente puedas echar un rato con él sin usar demasiado tu jugoso cerebro.

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Cuando analicé Call of Duty: Modern Warfare 3 hace ahora un año, dije que no me importaba si la serie seguía por el mismo camino de siempre un año más. Pero lo cierto es que he cambiado mi opinión en estos 12 meses. No puedo aislar las razones exactas: simplemente, Call of Duty: Black Ops 2 no me impresiona tanto como las entregas anteriores. Y no estaba preparado para esta reacción, pues pensaba que disfrutaría de la rimbombante montaña rusa tanto como las otras veces.

Está claro que Treyarch lo ha intentado por todos los medios, tanto con la campaña como con los zombis, aunque no han llegado hasta el final. Hay un gran potencial en Black Ops 2, pero quizás se ha acomodado demasiado en el estilo distintivo de la serie como para hacer algo realmente cautivador.

Por esto ya estoy completamente listo para un 'reboot' completo de la franquicia Call of Duty. Eso es poco probable. Call of Duty se ha convertido en el FIFA del género shooter. Es un juego de deportes que compras una vez al año y juegas durante los siguientes 12 meses. Un juego en el que los cambios de una entrega a la siguiente son mínimos... pero en los que, sin duda, siempre puedes contar. Así que no le des demasiado peso a mi valoración final, porque si todavía disfrutas de los juegos Call of Duty, está claro que lo pasarás bomba con Black Ops 2. En mi caso, después de seis años en las mismas trincheras, me gustaría que Infinity Ward y Treyarch me sorprendieran.

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Seguiremos cubriendo y analizando el aspecto multijugador de Call of Duty: Black Ops 2 en un próximo artículo desde el frente de combate online.

07 Gamereactor España
7 / 10
+
El mejor multijugador de toda la serie. Impresionante mezcla sonora. Estimulantes artilugios del futuro. Genial villano. Ambiciosa campaña. Estupendo enfoque a lo e-Sports.
-
Campaña corta. Modo zombi infradesarrollado. A veces es de risa. Gráficos pasados de fecha.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Mathias Holmberg

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