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City of Brass

Análisis de City of Brass

Tras un tiempo en Early Access, este hack n' slash inspirado en Las mil y una noches llega a las nuevas plataformas.

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City of Brass ha buscado su inspiración en la historia contada en los muchos volúmenes de dicha obra medieval. Este antiquísimo libro nos cuenta la historia de un joven ladrón y el juego ha decidido tirar por el mismo camino.

Jugarás como un ladronzuelo que quiere robar el mayor número de tesoros posible mientras se va escabullendo por la ciudad, una ciudad asolada por genios y esqueletos (entre otras criaturas). Pero también se trata de una carrera contrarreloj. Cuantos más tesoros consigas y más tiempo te mantengas con vida, mayor será tu puntuación y con ella podrás conseguir nuevas ventajas. Algunas se pueden utilizar al principio de la partida para que esta sea más sencilla, como apagar el reloj o conseguir más vida. Sin embargo, si lo que buscas es una auténtico desafío, puedes hacer que el juego sea más difícil, y hay que mencionar que las mejoras pueden afectar a tu puntuación general en la tabla de puntuaciones. El tiempo, como ya hemos dicho, puede ser frustrante para algunos jugadores, pero tener la posibilidad de activar o parar el reloj nos muestra que desde el principio los desarrolladores buscan crear una experiencia que contente a todos los usuarios.

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Uppercut Games nos trae un título roguelite en primera persona bajo Unreal Engine 4 con todos los elementos que cabría esperar de este género. El factor de la muerte permanente hace que el juego sea desafiante, sin llegar a los niveles que te hacen estrellar el mando contra la mesa e irte a ver Netflix. Además de la permadeath, también están los escenarios generados de forma procedimental, otro elemento clásico de los roguelike y que, como la mayoría sabréis, aporta una enorme rejugabilidad.

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Teníamos algo de miedo de que este mundo nos recordara a la última chapuza que nos hizo nuestro cuñado en casa con la excusa de ahorrar unos eurillos, pero no hay nada que temer, ya que los escenarios se combinan a la perfección y no encontrarás agujeros en la pared o saltos imposibles. Cada nivel tendrá varios tesoros colocados aquí y allá, pasadizos que encontrar y trampas que evitar. Como acompañamiento tenemos la espeluznante música que suena de fondo y que consigue crear el ambiente perfecto. El entorno es exuberante y se nota que está prediseñado. Todo esto sin hablar de la iluminación, un elemento muy importante ya que vas pasando de interiores a exteriores constantemente y también por las diferencias entre día y noche.

Se trata de una carrera contra el reloj en la que estás armado con un látigo y una espada, por lo que tendrás que abrirte paso a espadazos entre una marea de interesantes enemigos con diferentes estilos de ataque y barras de vida variables. La animación del látigo está muy conseguida y te da la posibilidad de aturdir a los enemigos y de meterlos en trampas. También nos ayudará a la hora de conseguir tesoros y podremos aprovechar los anillos del techo para avanzar grandes distancias. Algo que nos encantó fue poder usar el látigo para quitarle el sombrero o la espada a los malos. Daba hasta un poco de pena verlos tristes cuando les desarmábamos. Cuando te canses de usar el látigo y la espada, siempre te quedará empezar a coger ollas y bombas incendiarias y comprobar que tal se les da esquivar a los enemigos.

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El látigo también lo puedes usar para activar trampas y así, no tendrán que ser tus pies los que lo hagan. Es una sensación maravillosa ver como uno de los enemigos se cae por una brecha o acaba empalado como si estuviese en una versión extrema de humor amarillo. Cuando eres tú el que cae en una de esas trampas ya no es tan maravilloso, pero esto consigue hacer más divertida y desafiante la experiencia de pasarte los niveles lo más rápido posible, aunque a veces sea yendo como un pollo sin cabeza.

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Si las trampas te acaban superando, siempre puedes pararte a negociar con algunos de los genios que encontrarás, ya que estos funcionan como tiendas en el juego. Cada genio tiene una oferta aleatoria de mejoras que no te explican muy bien lo que hacen. Son como la caja de bombones de Forest Gump, nunca sabes lo que te va a tocar, así tendrás que confiar en tener suerte y que tu mejora no esté en otro genio, como diría Toad. En otras palabras, que si quieres parar las trampas pero ese genio no tiene lo que necesitas, ya puedes ponerte los zapatos de esquivar trampas o vas a acabar muriendo.

La moneda que se usa en la tienda son los tesoros que vas consiguiendo en tu camino, por lo que tendrás que decidir si te los quieres guardar para conseguir más puntuación o usarlos para hacer los niveles más fáciles. Si no tienes suficiente para comprar algo, siempre puedes utilizar uno de tus deseos. Todo el que haya visto Aladdin sabrá que tienes tres deseos, y los puedes usar tanto para comprar como para lidiar con alguno de los monstruos más grandes.

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Como ya hemos dicho, los enemigos son muy divertidos y tienen unos gruñidos y aullidos geniales que te harán saber que toca luchar. En general, la IA parece funcionar bastante bien y los monstruos irán a donde haga falta para pillarte y no son tan tontos como para quedarse atrapados en el escenario generado por procedimientos. Cuanto más avances, más variados serán los enemigos y algunos, como los magos y los genios, serán como jefes a los que tendrás que derrotar. La mayoría son bastante listos y están bien coordinados (bueno, menos el esqueleto que ha planeado minuciosamente la estrategia de ir a por ti con la cabeza por delante a ver que pasa y que si falla, se estrella contra la pared o explota contra alguna de las urnas de fuego que hay por el escenario). Y hablando de pollos, de vez en cuando encontraremos gallinas fantasmas y las podremos coger y lanzar para distraer a los enemigos. Seamos realistas, ¿quien no se quedaría sorprendido al ver caer un pollo fantasmal a su lado? Bueno, vale, puede que suene raro, pero hace todo más divertido.

Y diversión es el apellido de este título. Los roguelikes suelen estar limitados en términos de historia debido a las mecánicas propias del género y a la aleatoriedad, y este es el caso de City of Brass. En este juego, no encontrarás diálogos o trasfondo sobre el protagonista, por lo que tendrás que meterte en el juego para conseguir esa emoción y establecer un vínculo, pero vaya si lo consigues. Disfrutamos de correr, saltar, robar y de ir recorriendo los bellos entornos. La variedad que da la generación procedimental hace que el juego no aburra a las pocas horas ni mucho menos. Sí que es cierto que a veces resultaba algo estresante el no poder derrotar a los enemigos más difíciles, pero no hizo que dejáramos de intentarlo.

En resumen, City of Brass es un juego de acción y aventuras muy divertido y con un precio adecuado. A veces puede volverse algo frustrante, pero en su conjunto, es capaz de absorbernos durante horas mientras vamos descubriendo toda su complejidad. Si estás buscando una aventura con una historia que te vaya guiando y una experiencia que dominar en un par de horas, este no es tu juego; sin embargo, si lo que quieres es un auténtico desafío con horas de diversión, te merece la pena echarle un vistazo.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Escenarios aleatorios, gráficos impresionantes, gran jugabilidad.
-
Demasiado desafiante en ciertos momentos, le habría venido bien algo más de historia.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Roy Woodhouse

Tras un tiempo en Early Access, este hack n' slash inspirado en Las mil y una noches llega a las nuevas plataformas.



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