Análisis de Hyrule Warriors: Definitive Edition

Hace tres años y medio que Koei-Tecmo y Omega Force estrenaron su (en aquel momento) arriesgada apuesta combinando su famosa saga Warriors con uno de los buques insignia de Nintendo, The Legend of Zelda.

No os vamos a engañar, pese a la supervisión de Aonuma y compañía, en aquellos momentos teníamos algunas reservas acerca de este título. Dudas que se disiparon en cuanto llegó a nuestras manos. Hyrule Warriors resultó ser un buen título musou que mostraba respeto por la saga original y que seguía manteniendo su esencia de aventura épica. Manejando a los conocidos personajes de las diferentes entregas, tendremos que enfrentarnos a hordas de enemigos en grandes escenarios mientras que vamos cumpliendo misiones y conquistando bastiones para poder ganar la batalla.

Aunque en el análisis de la versión de Wii U ya nos extendimos en detalles sobre su funcionamiento, en este caso vamos a empezar detallando aquellos aspectos que hemos notado que han cambiado en la nueva versión de Nintendo Switch.

Lo primero que salta a la vista es un rendimiento mejorado, con una notable estabilidad de fotogramas por segundo en el modo de juego TV en el dock, que en ningún momento pierde la fluidez, ni siquiera en las escenas más cargadas y pese al aumento de resolución a full-HD. Sí que es cierto que en el modo portátil (que también aumenta de resolución) en algunas secuencias el juego sufre pequeñas ralentizaciones, pero que no afectan luego al desarrollo de las batallas (nosotros jugamos los primeros tres escenarios en modo portátil la primera vez, y en ninguno de ellos notamos fallos de rendimiento en combate). Incluso frente a los compases finales de cada capítulo, donde sueles enfrentarte al jefe final y el número de enemigos en pantalla suele ser superior, la imagen se mantiene bastante suave y fluida en todo momento, aprovechando la potencia extra de la máquina.

La resolución y el aspecto de los personajes jugables (ya sabéis que los pelotones son 'muñecos' más planos) también se han pulido para la ocasión, suavizando detalles del cuerpo y los trajes. Hasta cierto punto, se nota que han puesto atención y trabajo para dar con un producto mejorado a pesar de sus casi cuatro años de vida, marcando la diferencia respecto al original.

La iluminación es otro de los cambios destacables. Ahora tanto las escenas de corte cinematográficas como los escenarios de combate se ven bañados con una iluminación más clara, que creemos va más acorde con el espíritu original de la serie Zelda. También se nota durante el desarrollo de la partida que hay ciertas zonas en las que ahora es más fácil apreciar un camino secreto sin tener que estar con un ojo mirando al minimapa en busca de objetivos de misión o cofres del tesoro.

Se mantienen los mismos modos de juego que ya vimos en las versiones anteriores. Está el modo Leyenda, donde seguimos la historia original creada para el juego, y en el que Link, Impa, Zelda y muchos viejos y nuevos amigos se enfrentan a nueva amenaza para la tierra de Hyrule. Después, en el modo Libre, podemos volver a explorar los escenarios ya jugados y así encontrar todos los tesoros escondidos para los jugadores más completistas.

Estas modalidades combina de una manera muy alocada los personajes (por ejemplo, que Ganondorf y Link se alíen luchando y en el equipo rival se encuentren Zelda y Darunia), lo que los que no sean demasiado puristas o susceptible se pueden tomar como una mezcolanza tan ridícula como divertida.

Luego está el bienvenido modo Aventura, con el que más nostalgia hemos despertado, en que exploramos mapas 8-bit de las diferentes entregas de la saga Zelda buscando secretos escondidos. Hay que ir tocando la pantalla usando la Lupa de la Verdad para dar con esos secretos (objetos y materiales de mejora de equipo). En muchos casos esos mismos secretos coinciden con donde se encontraban en el juego original (el primer The Legend of Zelda de NES), lo que dispara recuerdos a la infancia e invita a tirar de memoria para completarlo.

Hyrule Warriors: Definitive Edition cuenta con todos los contenidos descargables adicionales de la versión de Wii U y de la posterior Legends de Nintendo 3DS, incluyendo los 29 personajes jugables y los trajes para Link y Zelda en Breath of the Wild. Sumando a este gran contenido que los retoques en gráficos y rendimiento se cuentan por mejoras, y que ahora te puedes llevar a cualquier lugar aquella adictiva experiencia que analizamos a fondo en su día, no podemos sino recomendártelo de nuevo. Si eres fan de The Legend of Zelda y quieres un enfoque más desenfadado y arcade (no esperes una entrega tradicional), o si estás buscando un musou con el que iniciarte, Hyrule Warriors sigue siendo la opción más acertada para disfrutar y adentrarte en el género.