Análisis de Strange Brigade

La era de los 128 bits trajo el perfeccionamiento de los shooters simples y directos que ya nos alegraban los días en Nintendo 64 y sobre en PC años anteriores. Juegos con una estructura muy simple, de avanzar por los niveles matando malos sin parar hasta llegar a un jefe. La cosa evolucionó bastante en los años posteriores siguiendo caminos tan variados como los que pueden marcar Uncharted o Gears of War y se ha diversificado mucho más hoy en día. Pero Rebellion ha tomado la decisión de probar con lo de siempre mezclado con algunas características del presente y, por supuesto, la tecnología actual.

Porque a primera vista puede parece que Strange Brigade tiene un toque a esos juegos de PS2 que el propio estudio nos ha dado a probar con su remake del año pasado Rogue Trooper Redux, pero a poco que te metes te das cuenta de que estás en la era PS4, comenzando con sus gráficos. Trata sobre un grupo de cuatro aventureros (y un quinto como DLC a elegir) que está tratando de dar caza a un antiguo mal que hay en Egipto, Seteki, la Reina Bruja. Pero no penséis solo en arena y desierto, los parajes son bastante exuberantes, con ruinas, selvas y cuevas por ahí.

También es particular su ambientación por el periodo histórico, ya que han escogido el ocaso de la Gran Bretaña colonial, allá por los años 30. Para darle credibilidad, han cubierto todas las escenas con un filtro granulado como de película antigua que le aporta misterio. Todas las pantallas van precedidas de vídeos producidos en blanco y negro, y lo mejor es que todo el tiempo estamos acompañados por un narrador con acento británico que, para variar, sí cuenta con un guión divertido y nada pesado, cuyo texto tiene sentido con lo que está ocurriendo en pantalla (con traducción pero sin doblaje al castellano).

Su punto arcade y rejugable lo pone que cada nivel sea un capítulo de este viaje, con sus propios coleccionables y su puntuación. Como unas estatuas de gatos azules, seis por fase, que abren la puerta del tesoro final. Hay bastante que coleccionar y, sobre todo, mucho que lootear.

A ese estilo fantástico contribuye un reparto de monstruos en el que hay minotauros, escorpiones gigantes, momias y otros peligros. Seteki no se cansa de invocar desde el ultramundo y hay zonas en las que incluso toca defenderse de hordas antes de poder avanzar. No hay mucho que contar de las armas con las que contamos para este ataque, porque son bastante comunes. Lo más notable es un amuleto sobrenatural con el que liberar ciertos poderes especiales, como volar por los aires a los enemigos. Excepto porque el loot tiene recompensa y aquí es cuando la cosas se pone un poco interesante ya que en los cofres hay armas especiales ballestas explosivas o rifles más potentes.

Pero no todo es fuego y destrucción en Strange Brigade, y esto es otro elemento que deja este proyecto en un terreno variado. En todas las fases hay puzles, bastantes, y algunos incluso os tendrán un rato dándoles vueltas. La mayoría consisten en buscar unos símbolos y encontrar la secuencia correcta que los active en el orden adecuado, otros tienen un toque de Bioshock. En general son sencillos y rápidos, pero quedan bien, especialmente en esta temática de pirámides y de Egipto que siempre ha estado rodeada de trampas y cámaras secretas.

Planteado así puede parecer un shooter común en el que más o menos te puedes meter en busca de una experiencia clásica, sobre todo si te llama la temática, pero lo mejor de este juego es cuando hay más personas involucradas. La partida es en sí cooperativa porque todo el mundo tiene el mismo objetivo, pero la palabra clave es 'competición'. Sí, hay que acabar con Seteki, pero la cosa es ver cuántos puntos y cuánto oro logra recolectar cada miembro del equipo en cada momento, porque hay vencedores y vencidos. ¿Y si les dejas tirados y te vas por tu cuenta en busca de un cofre? ¿Y si alguien cae en una trampa?

Este rollo cooperativo nos ha recordado en ocasiones al de Left 4 Dead, y como en todo juego de ese tipo, hace falta tener un reparto de personajes completo. Rebellion no ha dudado en presentar a cuatro (insistimos, cinco) aventureros lo menos parecido posibles en personalidad, pasado, acento y habilidades, como en los beat'em de toda la vida, para que cada uno escoja al gusto. La compañía es muy agradecida en los otros dos modos de juego, que tampoco aportan nada especial: horda y puntuación.

Hemos llegado a la fecha de lanzamiento de Strange Brigade sabiendo de su existencia pero sin que levantar mucha expectación, y en realidad podemos decir que hay un buen trabajo detrás en todos los aspectos. También en el técnico para el nivel de este estudio que nunca es AAA, sobre todo porque se aprecia en la cantidad de detalles introducidos que se lo han planteado con cuidado y esmero. Y aunque el resultado es bueno, no está exento de fallos, entre los que destacan una movilidad de personajes rara que incluso crea puntos flacos donde no deberían aparecer, como atascarse contra objetos pequeños o un parón tras esquivar. También está mal hecho el sistema de lanzamiento de granadas y similares.

Nos lo hemos pasado bastante bien en las horas de partida que le hemos dedicado para este análisis y esos problemas no son graves ni mucho menos, aunque hay que tenerlos en cuenta. Es simple y es sencillo, pero eso lo aprovecha a su favor para ser rejugable y directo. Este viaje a Egipto con esta pandilla tan particular tiene su gracia, y además no se mete en la pelea de los titanes del género de acción.