Análisis de The Missing

Hidetaka Suehiro, o Swery65, como se le conoce más comúnmente, es uno de esos desarrolladores conocidos por producir juegos que son más bien... innovadores. Deadly Premonition es buen ejemplo de ello, ya que mezcla el estilo de la historia de Twin Peaks con elementos bastante extraños. Ahora, con unos cuantos juegos peculiares más en su currículum (como D4: Dark Dreams Don't Die), el nipón vuelve con el primer juego de su nuevo estudio, White Owls, de título The Missing, o si lo llamamos por su título completo, The Missing: JJ Macfield y las Isla de los Recuerdos.

Juegas como la titular JJ Macfield y, al principio de la partida estás sentada con tu mejor amiga Emily en la Isla Memoria, justo frente a la costa de Maine, en los EEUU. De repente, la escena se corta y te despiertas sola. Tu tarea a lo largo de todo el juego es encontrar a tu mejor amiga. El problema es que esta no es noche para explorar, ya que la está lloviendo a cántaros. ¿Adónde puede haber ido con este tiempo?

No vamos a haceros spoiler, pero diremos que la historia es increíblemente interesante y una de las cosas que más nos absorbió. The Missing revela la temática en el mensaje del principio, al iniciar el juego (como Doki Doki Literature Club, con el que comparte algunos elementos), pero realmente toma un segundo plano hasta la segunda mitad del juego.

En la primera mitad no tienes una narrativa a seguir como tal. Se trata más bien de progresar mientras te encuentras con acontecimientos extraños y desconcertantes. Como ha sido el caso con muchos de los títulos anteriores de Swery65, a veces se roza lo cómico por lo exagerada que se vuelve esa rareza, pero haznos caso cuando te decimos que todo se vuelve muy oscuro más adelante. No nos asustamos fácilmente, pero las últimas partes del juego nos hicieron temblar de lo lindo.

Un acontecimiento desconcertante es cuando te golpea un árbol que cae en una tormenta y luego un hombre con cabeza de alce se arrastra hacia ti y te revela que tienes poderes regenerativos. A partir de ese momento podrás regenerar tu cuerpo a voluntad y, de hecho, la única manera de morir en el juego es si tienes todas las partes del cuerpo destruidas, especialmente la cabeza. Si estás pensando que eso significa que puedes perder todas tus extremidades e incluso tu torso para convertirte en una cabeza rodante, tienes toda razón.

Es difícil saber si esta mecánica es tan enferma y retorcida como el juego quiere hacernos creer. Se supone que debemos sentirnos como si JJ se estuviera sometiendo constantemente a esta agonía infernal sin poder morir, pero es tan estrafalario y ridículo tener una cabeza rodando por la pantalla y partes del cuerpo volando hacia ti que no se puede evitar sonreír. Dicho esto, hay momentos en los que los gritos pasan de la comedia a lo horroroso.

Hablando de la voz de JJ, es otro de los elementos más extraños del juego, ya que tiene ese sonido vacío y distante... como si se le hubiera ido la olla. No somos capaces de decir si es una elección consciente en el diseño o no, ya que la voz de Emily está muy bien interpretada, casi como la de Angela en Silent Hill 2. Es perturbador, especialmente al considerar los acontecimientos que le suceden.

A diferencia de algunos de los juegos más famosos de Swery65, como D4 y Deadly Premonition, este es, en realidad, un juego de plataformas en 2D, aunque podrías estar tentado de llamarlo 2.5D al considerar los escenarios y personajes en 3D (principalmente, te mueves de izquierda a derecha, así que no se le da demasiada importancia). Esta simplicidad se traduce también en los controles de movimiento, a medida que te mueves con el joystick izquierdo, te regeneras, interactúas y te agachas/pones de cuclillas con diferentes botones. Hay poco más que recordar, pero el juego va retándote poco a poco para asegurarse de que te nunca te aburras. Por ejemplo, a menudo tendrás que perder extremidades para continuar. Luego vienen los elementos estrambóticos, como prenderse fuego y darle la vuelta al mundo al ser golpeado por una bola de demolición.

Como habrás adivinado, todo esto te servirá para resolver puzles que, como te hemos explicado, te facilitan seguir avanzando correctamente. Ninguno de ellos es particularmente desafiante y puedes acabar el juego, incluso con las pausas para rascarte la cabeza, en unas 6 horas. Dicho esto, a veces se te pedirá que pienses más allá. Al fin y al cabo, ¿en cuántos juegos es el desmembramiento un requisito para completarlos?

A pesar de la impresión que hayamos podido causar, no es todo cortar extremidades y gritar, y hay momentos de respiro en el baño de sangre. Suelen girar en torno a tu móvil, que puedes usar tanto para obtener información crucial sobre la historia (llamadas de Emily, no diremos más) o descubrir tu propia historia. Esto incluye conversaciones de chat con tu madre, tu profesor de la universidad y amigos que desbloquearás con el tiempo y te revelará más información, lo que es ideal para darle forma al mundo del juego. Además, tienes conversaciones frecuentes con tu peluche porque... ¿por qué no?

Desbloqueas más de estas conversaciones de chat al recoger los donuts que están a espera de ser descubiertos por todo el mundo, por lo que tienen más uso que una simple marca en la lista de cosas que completar. Estos donuts también te ayudas a desbloquear extras como arte del juego, que te ofrece información bastante detallada y desoladora sobre la violencia del juego, así como nuevos atuendos (puedes incluso desbloquear trucos que permiten cambiarlo).

El final del juego se alarga demasiado con algunas secuencias frustrantes, pero eso no impide que The Missing sea uno de los títulos más interesantes que hemos jugado este año, con su delgada línea entre el horror sombrío y la comedia absurda. Las mecánicas de desmembramiento son frescas y te hacen pensar de maneras nuevas. La historia misteriosa tiene un gancho sorprendente y nos hizo querer seguir adelante y encontrar a Emily. Puede que te deje muy tocado, pero The Missing es algo que no querrás perderte.