Análisis de Spyro Reignited Trilogy

Crash Bandicoot: Nsane Trilogy fue toda una revolución nostálgica que un año y medio más tarde se sigue haciendo notar en las listas de ventas. Vicarious Visions cogió la trilogía de la vieja PlayStation y rehizo los tres títulos con gráficos modernos y algunos retoques más para las consolas actuales y PC. Activision hizo caja y pensó que podía repetir la jugada con otra mascota de la época que incluso tiene algo más de implantación hoy en día, Spyro. Toys for Bob es responsable de el retorno de los tres primeros juego del dragón bajo el nombre Spyro Reignited Trilogy.

Lo primero que hay que saber es que prácticamente todo el contenido es el mismo. Cuando charlamos con el equipo, en el E3, nos contaron que tienen una herramienta propia que han llamado 'Spyroscope' que les permite mapear todos los niveles y lo que hay en ellos, como por ejemplo las gemas, para que lleguen al presente tal y como estaban. Han tenido que recurrir a esta técnica porque no poseen el código original, en manos de Insomniac Games.

Esta precisión provoca que los recuerdos vayan tomando posiciones frente a la impresión que causan los gráficos en los primeros minutos de partida. Porque estamos ante las mismas soluciones para los puzles, las mismas ubicaciones para los coleccionables y los mismos retos que se os están pasando por la cabeza. Estamos ante el extremo opuesto de un remake como pudo ser el de Ratchet and Clank, que creció de una forma distinta sobre una filosofía común, esto una vuelta al periodo 1998-2000 en toda regla.

Pero que se haya respetado el diseño original al máximo no significa que no haya cambios, porque al adaptar juegos del pasado al presente en 3D hay ciertas necesidades que atender. La primera es ese resurgimiento gráfico, que tiene bastante parecido a lo ocurrido con Crash. El nivel de detalles es superior, desde cada hebra de hierba chamuscada por su aliento de fuego a la iluminación del atardecer en Ciudad Acantilados, pasando por las animaciones faciales del propio Spyro; todo hace creer que es un juego nuevo, de 2018. También han escogido colores más brillantes para realzar el tono general y la presencia de estas texturas elaboradas. El juego se beneficia mucho de esta decisión, y puede ser la explicación a esa pesada descarga obligatoria de día 1.

Toys for Bob se ha tomado la licencia de retocar también otros aspectos para darles frescura, como pueden los retoques de cámara en las secciones de vuelo entre niveles o el comportamiento de los orbes. Son modificaciones que no cambian la experiencia en general, pero que mejoran sensiblemente lo que había. Y también se ha tocado lo que ahora se ha venido a llamar "quality of life", es decir, ajustes de menús, interfaz y similares que evitan molestias, como por ejemplo poder ver o invisibilizar el minimapa.

Lo que sí ha cambiado en Spyro: Reignited Trilogy es la presentación de los personajes secundarios. Spyro sigue siendo el mismo dragón de siempre, pero los demás están bastante cambiados. Por ejemplo Sheila, de la tercera entrega, que ha pasado de ser un mero canguro a algo más humanizado, con su peinado y su chaqueta de aventurera. Hay mucha más información y peso, una concepción que puede asustar un poco a quienes venían buscando lo de siempre.

La tecnología también ha evolucionado en lo que a sonidos se refiere y es algo que el estudio ha tenido muy en cuenta. Durante casi toda la partida, las melodías son tal y como las recordamos, pero Steward Copeland ha escrito un tema principal nuevo que tiene un toque más moderno. Además, Stephan Vankov, interno del estudio, ha remezclado las composiciones antiguas para que estén más actualizadas sin que suenen diferente. Es una banda sonora mucho más rica y, además, reacciona de forma dinámica a lo que ocurre en pantalla.

Sin embargo, hay algunos temas como el que acompaña en el nivel Torres Encantadas que suenan a otra cosa, que no consiguen que nos acordemos de lo que había antes en su lugar. Dependerá del apego que tenga cada jugador si esto es un cambio positivo o negativo. O no, porque en cualquier momento se puede activar en las opciones la BSO tradicional y olvidarse de todo esto. Además, llega completamente doblado al español, un detalle para un título que debe ser capaz de captar a los pequeños de la casa.

En el entonces incipiente mundo de los plataformas 3D, uno de los factores que diferenciaban un buen juego de uno malo eran los controles, y Spyro los tenía desde la primera entrega. Toys for Bob tenía ante sí el reto de adaptar todo lo que exigen las animaciones y cámaras actuales a la fluidez antiguo y hay que reconocer que lo han logrado, pero no podemos esperar que se juegue igual. De hecho, da la sensación de que han potenciado el salto y el alcance.

Tras unos minutos de juego, la idea general es que todas estas modificaciones hacen que las tres entregas de Spyro: Reignited Trilogy sean un poco más fáciles que las originales. Hay algunas novedades a las que hay que ir acostumbrándose poco a poco y puede que cuesten un poco, pero no es un proceso tan complejo como el de la trilogía de Crash Bandicoot. Si hay un factor a tener en cuenta está en ajustar los saltos y las caídas a los puntos de apoyo, ya que al ser cantos redondeados no está tan claro como con los píxeles robustos de hace 20 años. Así que sí, nos hemos caído unas cuantas veces.

Nos hemos centrado en contar cómo ha cambiado Spyro el Dragón y todos sus títulos en esta adaptación para consolas modernas porque el resto, los tres juegos, siguen siendo iguales. Unos plataformas 3D magistrales con capacidad para atraer a jugadores de todas las edades, empezando por los más jóvenes. Reignited Trilogy es otro ejemplo más de cómo debe hacerse una remasterización y una gran celebración para los 20 años de este personaje.