Análisis de Trover Saves The Universe

En las dos primeras temporadas de Rick & Morty, la serie de animación creada por Dan Harmon y Justin Roiland, el decodificador interdimensional de Rick interrumpía constantemente la acción. Este decodificador tenía la particularidad de recibir señal de televisión de cualquier dimensión y planeta del universo, lo que daba lugar a una serie de sketches que por lo general eran extravagantes e improvisados (todavía nos reímos con solo acordarnos de Hormigas en los ojos Johnson). Sin embargo, no todos tuvieron el mismo éxito. Os preguntaréis por qué mencionamos concretamente la sección de sketches de la serie en nuestra reseña del nuevo juego de Roiland. La razón es que, en muchos aspectos, Trover Saves The Universe recuerda mucho más a aquellos sketches que al ingenioso y elaborado guion central de Rick y Morty. Y aunque algunos de sus chistes son muy buenos, por desgracia ni los chistes ni el argumento del juego son de un nivel que pueda compensar la jugabilidad mediocre del mismo.

El juego empieza de una forma bastante decente, cuando el villano de la historia, el poderoso Glorkon, secuestra a nuestros adorables y peludos cachorros y se los mete en las cuencas oculares (¿qué le pasa a esta gente con los bichos en los ojos?), adquiriendo un poder virtualmente ilimitado para así cumplir su plan de destrucción. Para nuestra reseña no necesitamos revelar ni el plan ni la motivación del mismo (después de todo, no queremos destripar los momentos cruciales de la trama), pero la motivación se centra en uno de los chistes más tronchantes del juego, que por supuesto contiene penes duros como diamantes y muchos ojetes o, como lo llaman para mantener el PEGI, 'el cráter del trasero'. Como asumimos el papel de un 'sillotopiano', estamos encadenados a nuestra silla, lo que obviamente dificulta la tarea de capturar al malvado Glorkon y rescatar a nuestros queridos perretes. Afortunadamente, Trover, el monstruo morado con agujeros en los ojos, acude al rescate, ya que puede moverse libremente, al contrario que nosotros.

Al igual que en Moss y Astro Bot, en Trover Saves The Universe jugamos dos papeles: el de Trover y el del sillotopiano. Cotrolamos a Trover con el mando DualShock, mientras que al sillotopiano lo controlamos tanto con el DualShock como con nuestros movimientos, pero en la versión en 2D todo se controla con el mando. Por un lado, Trover dispone de los movimientos clásicos: puede correr, hacer doble salto, rodar y golpear con su escudo de luz. Por otro lado, el sillotopiano puede cambiar la vista moviendo la silla arriba y abajo, así como coger y controlar objetos mediante telequinesis. Además, podemos asentir o negar con la cabeza para responder preguntas o tomar decisiones que a menudo afectan a algún personaje no jugable. No es algo que cambie radicalmente el resultado de la trama principal, pero sí que afecta a algunos diálogos y escenas, por lo que un valor añadido del juego es que queramos volver a jugarlo. Algunos de los mejores chistes del juego se construyen en torno a las diferentes opciones, y en especial la del destino de Villa Vainilla nos hizo reír a carcajadas.

La principal justificación de Trover Saves The Universe es el humor, ya que tanto el plataformeo como los puzles son de un nivel más bien flojito. Se trata de un juego sencillo, aunque el año pasado el excelente Atro Bot nos enseñó que eso no supone necesariamente un problema mientras sea también ingenioso y original. En ambos aspectos, el juego resulta bastante pobre. En las secuencias de plataformeo disponemos de una luz de colores que indica dónde estamos, pero mientras que en Astro Bot sabíamos con seguridad dónde aterrizábamos, en el caso de Trover, esta tiende a quedarse en lagos de oxígeno y similares, lo que nos dificulta ver lo cerca que estamos de la plataforma. Las peleas son frecuentes, pero por desgracia monótonas, y tampoco hay una gran variedad de enemigos. Al margen de esto, en casi todos los puzles debemos usar la telequinesis para mover cajas y hacer más fácil el camino a Trover.

Como un arma de doble filo (por un lado chiste, por otro lado compensación), a menudo Trover comenta las deficiencias de la jugabilidad. Algunas veces tiene gracia que un puzle complicado en el que una serie de luces tienen que dar lugar al color verde se resuelva de forma violenta en vez de usando la inteligencia, o que un asesinato 'destruya' la progresión del juego. Otras veces parece una forma de ocultar el diseño vago del juego. Colocar cajas en el lugar correcto por trillonésima vez no es menos monótono solo porque Trover se queje.

Por otra parte, sobre el aspecto visual, algunos de los mundos que visitamos están muy bien diseñados. Por ejemplo, el Mundo de Carne es un amasijo de orificios corporales, lo que da lugar a diversas cuevas (ya tendrás que descubrir qué hace de portal por ti mismo). El mundo de Shroomia es una mezcla magistral de esponjas gigantes y castillos, y el Mundo Mecánico parece una especie de parodia de Aleero de Ratchet & Clank. Otro de los aspectos destacables del juego es el diseño de personajes. La imagen del villano Glorkon, con su cuerpo cónico y regordete, su pico de ave y los dos perritos blancos dentro de sus cuencas oculares, es todo un espectáculo. Las pequeñas y parlanchinas criaturas de Villa Vainilla, que pueden estar ocupadas o no, son monas y asquerosas a partes iguales, y las personas vudú también son un auténtico placer visual.

Trover Saves The Universe empezó siendo un proyecto de Realidad Virtual, pero en el transcurso Squanch Games decidió desarrollar una versión en 2D. Si no disponemos de un casco de VR, sin duda se trata de una alternativa aceptable. En PS4 se controla solamente con el mando y funciona con fluidez, ya que los elementos de Realidad Virtual son discretos en el mejor de los casos. Pese a que ambas versiones merecen mucho la pena, recomendamos jugar en Realidad Virtual si se tiene la oportunidad, ya que el contexto del juego, nuestro sillotopiano y los controles hacen que el juego tenga más sentido 'dentro' de él.

Pese a que todos los elementos del sistema de juego resultan mediocres, Trover Saves The Universe puede llegar a ser una experiencia fantástica para algunos. La historia se inclina totalmente hacia lo estrafalario de la mano de diálogos improvisados y monólogos delirantes (pero recuerda: voces en inglés y subtítulos en español). Por desgracia, Trover y el resto de personajes no son lo suficientemente graciosos como para salvar el juego, ya que al final da la sensación de ser un sketch extendido de la tele interdimensional de Rick y Morty, pero con secciones de plataformeo clásico. Los fans de Rouland sin duda deberían darle una oportunidad, pero para aquellos que no sean fans de su humor, hay muchos juegos mejores, tanto en 2D como en Realidad Virtual.