Análisis de Trine 4: The Nightmare Prince

Tras un parón de cuatro años, la historia de Trine y de sus héroes Amadeus, Zoya y Pontius vuelve por todo lo alto. Trine 4: TheNightmare Prince continúa la encantadora serie y mejora la fórmula desarrollada por el equipo de Frozenbyte. En este cuarto capítulo deberás buscar y salvar al príncipe Selius, un joven noble que ha sido hechizado por una especie de fuerza oscura que toma la forma de su propia sombra después de este haber jugueteado con la magia debido a su incansable curiosidad. Para salvar a su alteza, tendrás que embarcarte en una aventura de dimensiones épicas, explorando de un confín a otro este mágico país mientras resuelves rompecabezas, completas plataformas y luchas contra las pesadillas del joven príncipe.

Como es normal en la franquicia Trine, el eje principal son los puzles de nivel que terminarán acaparando la mayoría del tiempo de los jugadores, y así es como debería ser, teniendo en cuenta el trabajo que han invertido en ellos. Nos hacen utilizar a los tres personajes, por lo que si juegas solo, tendrás que cambiar entre ellos a menudo, pero es sencillo, solo hay que pulsar un botón. Sin embargo, si estás jugando en cooperativo, local u online con hasta dos amigos, tendréis que trabajar juntos para alcanzar el objetivo.

Hablando sobre cómo superar los obstáculos, los tres héroes de Trine tienen habilidades individuales, por supuesto. Amadeus, el mago, puede conjurar cuatro objetos diferentes: una caja, una tabla (que puede utilizarse como una rampa o un puente), un orbe de metal y una bola saltarina (aunque de esta última no sacamos mucho partido). Estos objetos pueden adherirse a algunas superficies, como nieve cuajada, picos y paneles mágicos, aunque Amadeus puede moverlos como quiera gracias a su telequinesis y que Zoya los agarre con correas para balancearlos o fijarlos a una superficie y crear puentes sobre los que pasar.

Zoya, aparte de poder atar cuerdas (de las cuales hay dos variedades, una cuerda normal y otra que permite levitar al objeto que tiene atado) a diferentes superficies para crear puentes, tiene a su disposición tres tipos de flechas: normales, ígneas y gélidas. Las flechas ígneas pueden usarse para resolver rompecabezas que tienen placas de presión termales, mientras que las gélidas se utilizan para congelar obstáculos en movimiento que necesitan estar quietos para que el jugador pueda avanzar. Por supuesto, las flechas también pueden usarse para luchar, siendo algunos enemigos especialmente débiles a ciertos elementos. Zoya es el único personaje que puede balancearse por los aros de metal y con los objetos que Amadeus puede conjurar, lo que es extremadamente útil.

Por último, Pontius es el macho del grupo con tres habilidades. Tiene un ataque cuerpo a cuerpo muy útil, una embestida que le permite golpear objetos en paredes (sobre lo que hablaremos más abajo), y un escudo que puede utilizar para dirigir rayos de luz. Esto último se puede utilizar para resolver algunos puzles finales del juego, así como para desviar proyectiles y con el que puede levitar. A medida que mejoras el escudo, Pontius puede hacer aparecer un escudo «fantasma» hasta dos veces y ayuda en algunas situaciones retorcidas.

Todas estas habilidades y sus variaciones pueden usarse al unísono de una manera original. Por ejemplo: Amadeus puede encontrarse con una pared de cristal que solo puede romperse por uno de sus orbes de metal o una roca. Zoya puede atar este orbe a un aro de metal del techo, seguido por el sprint de Pontius, lo que balancea el orbe y lo estrella contra la pared, destrozándola. Hay muchas variaciones de estos escenarios y cada vez que resuelves un rompecabezas, tienes una sensación de realización increíble.

El juego es bastante lineal, pero hay muchos caminos secretos que puedes encontrar si exploras en profundidad cada nivel, y, una vez que los encuentras, dentro te esperan retos aún más desafiantes, una experiencia de juego más exigente para aquellos que buscan desafíos.

A medida que los rompecabezas se complican se hace necesario mejorar a tus personajes y para eso está la moneda propia del juego, que son esferas que te encuentras a medida que atraviesas cada nivel. En las zonas secretas encontrarás aún más cantidad. Las habilidades básicas se desbloquean al jugar, mientras que tienes que comprar otras mejoras, cosa que olvidamos hacer muchas veces aunque salta un mensaje en la pantalla cuando tienes puntos suficientes, lo que nos hizo alguna que otra batalla más difícil de lo necesario (¡ups!).

La trama del juego es muy interesante y los fragmentos que nos cuentan aparecen en el momento adecuado después de cada capítulo, por lo que no serás interrumpido con escenas de animación mientras intentas resolver una situación. Hay gente que se quejó de que Trine 3 acababa como si viniera un DLC que después no iba a existir, pero en Trine 4: The Nightmare Prince todo queda cerrado. Es decir, el juego no parece inacabado y que tiene un final concluso, aunque, a la vez, hacen espacio para una aventura en un futuro que, después de jugar a esta entrega, estamos deseando que se produzca.

Un aspecto que resalta en Trine 4: The Nightmare Prince, aparte de sus rompecabezas magistralmente concebidos, son eso gráficos tan espectaculares. El mundo de Trine es maravilloso y, a pesar de la entrega anterior dieron el salto a entornos completamente 3D, Fronzenbyte vuelve a su clásico 2.5D y es lo mejor que podrían haber hecho. Han invertido un trabajo hercúleo en los detalles de los escenarios y en el diseño tan particular, todo acompañado por una banda sonora maravillosa y una narración preciosa, lo que hace que al jugar parezca que estamos dentro de un auténtico libro de cuentos. Cada decisión que han tomado al crear los escenarios está en su punto, porque cada aspecto del juego está en armonía con los demás.

No pudimos parar hasta haberlo devorado, estuvimos jugando sin descanso cuatro días (literalmente). Como perdíamos la noción del tiempo, es evidente que esta entrega es más grande de lo normal para este género y nunca se vuelve tedioso. No nos encontramos con ningún bug, excepto que los logros en Xbox One dejaron de desbloquearse después de jugar un tercio de la aventura.

Trine 4: The Nightmare Prince es una historia tierna y maravillosa de tres encantadores héroes que se embarcan a una misión épica y que consigue que te sientas como uno más de la pandilla. Cada personaje tiene sus propias personalidades (y muy diferentes) y es muy entrañable escuchar sus diálogos mientras exploras este mundo lleno de rompecabezas. Lo pasamos en grande jugando, tanto individualmente como con amigos, y os lo recomendamos encarecidamente si lo que buscáis es una aventura épica con rompecabezas en la que sumergiros.