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Análisis de Stormland

¡Tantos años esperando el juegazo en Realidad Virtual y quizá se lo estábamos pidiendo a los estudios que no tocaban!

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Insomniac Games tiene un pasado espectacular. Estamos hablando de la compañía que inventó Spyro, Resistance y Ratchet & Clank. Dio a Xbox uno de sus grandes con Sunset Overdrive y el año pasado nos dejó boquiabiertos con una de los mejores videojuegos de superhéroes jamás creado, ese Spider-Man para PS4 que debe marcar tendencia. En paralelo, pero sin hacer tanto ruido, han estado trabajando en este Stormland para Oculus. Realidad Virtual, por supuesto. Pero esto también se le has dado bien.

Tras un arranque con un explosivo logo de la marca VR de Facebook que bien podría encajar en una película de Michael Bay, arranca de forma poco espectacular con un fundido a negro, tanto visual como de nuestros recuerdos. Estos primeros pasos son en un mundo alienígena, en una zona repleta de vegetación desconocida. El cuerpo de nuestro personaje, que es el nuestro, está reventado: nos falta un dedo, varios sistemas dan error... Ah, eso, que somos un robot. Poco a poco hay que ir reconstruyendo y rehabilitando esta estructura a través de una primera hora de juego que se acaban por convertir en uno de los tutoriales más naturales que hayamos probado. Es cuestión de adaptarse y aprender, para que al rato nos sintamos más ágiles, capaces de correr, de saltar o de escalar.

También es cuestión de ir atando cabos. De entender por qué está derruido el campamento base y o están hechos chatarra o han desaparecido nuestros colegas metálicos. Tiene un poco de eso que se conoce como walking simulator, ya que toca explorar, caminar y encontrar para recomponer este puzle de memoria. La recompensa, secuencias de vídeo animado muy bonitas y muy bien interpretadas (en versión original) que consiguen crear esa conexión entre personajes.

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Las mecánicas básicas son más bien comunes, como coger objetos, apuntar y disparar, pulsar botones o navegar por menús flotantes. Todo, utilizando la sensibilidad y los botones de los mandos Touch. Ayuda a que la experiencia sea muy agradable el maravilloso diseño de la interfaz, con ideas tan astutas como colocar la brújula en la muñeca o un mapa muy útil. El personaje es muy capaz y va ganando habilidades, con mención especial a sus propulsores para volar por los inmensos escenarios.

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Tras esa presentación tan sobrecogedora, en la que ya empiezas a atisbar parte de los sucesos oscuros y malignos que han tenido lugar, se abre un mundo dividido en tres partes por el que viajar como en un action-RPG. Sin grandes alardes, no parece que este sea el medio, sino más bien con una campaña planteada de forma clara y concisa, prácticamente sin relleno. Siempre sabes dónde tienes que ir, pero al mismo tiempo hay incentivos a perderse un poco por los alrededores, ya sea para encontrar materiales o por el mero hecho de conocer ese planeta tan atractivo. Porque el estudio ha colocado muchos secretitos que encontrar y grupos de enemigos que abatir con nuestro armamento. Ametralladoras, escopetas y rifles de francotirador no van a faltar.

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Las secciones de combate son entretenidas y funcionan bien, pero como menos nos lo hemos pasado ha sido caminando o volando de un sitio para otro. Insomniac ha trasladado a la Realidad Virtual su famosa maestría para construir escenarios y que disfrutemos solo con recorrerlos, algo que bien sabrán reconocer quienes han jugado a sus últimos títulos.

Stormland, en conjunto o por partes, reúne todos esos elementos que pediríamos a lo que se suele llamar un vendeconsolas, o un vende Oculus Rift en este caso. Es la sensación más cercana que hemos tenido hasta la fecha de estar en un entorno virtual creíble, a la par que fantástico. Todo parece tan real, físicamente real, y el tiempo pasa a toda velocidad por lo metido que te encuentras.

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Los gráficos son espectaculares, la historia engancha y la creación y puesta en escena de los personajes, junto a los efectos de sonido y la música, crean un todo audiovisual de altísima calidad. Como además acompañan los controles y los sistemas de juego, el conjunto es magnífico. Y si os parece que con esto ya lo tiene todo, aún queda la guinda, que es un modo cooperativo que se desbloquea a mitad de partida. Meterse en este mundo con otra persona lo mejora todo aún más.

Un problema que suelen afrontar lo juegos VR es que se acaban pronto, pero Insomniac ha encontrado la solución en darle un enfoque un tanto roguelike. El mundo de Stormland cambia cada semana, ofreciendo más ítems para coleccionar y más opciones de mejorar estadísticas, pues hasta sube el nivel máximo de evolución. De momento no tenemos tantas horas de partida como para juzgar si este sistema va a ser consiste, pero no deja de ser un plus a una campaña de unas seis horas que nos ha parecido suficiente.

Sí o sí, Stormland es una compra obligatoria para quienes tenga Oculus Rift, y uno de esos juegos que te hace plantearte hacerte con el hardware si no lo tienes. No son tantas las obras maestras de la Realidad Virtual y aprovechando que llegan las navidades, algo gordo habrá que pedirse de regalo, ¿no?

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09 Gamereactor España
9 / 10
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Graficazos, con unos entornos preciosos. Los controles responden a la perfección. Una historia que engancha. Justo de contenido y rejugable. Cooperativo sorprendente.
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Solo en inglés.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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