No sabemos si la sub-serie de Mario & Luigi se hizo como respuesta directa a esa etiqueta. Pero es una serie que demuestra que hay unas cuantas cosas en el universo Nintendo con las que sus creadores no se cortan un pelo a la hora de reírse de ellas y hacer chistes.
El juego sucede en la Isla Pi'illo, a la que han invitado a los personajes. Además de sus actuales habitantes, esta isla se conoce por sus antiguos residentes, quienes podían viajar libremente entre la isla y un mundo de sueños en el que cualquier cosa era posible. Aunque no se ha visto durante años, a Luigi le basta con tropezarse con una almohada mágica (sigue leyendo) para que los hermanos Mario comiencen a descubrir qué le pasó a este pueblo olvidado. Antes de que puedas decir "misterioso misterio de Mario", se monta un lío mientras los fontaneros se sumergen en el mundo onírico.
Puede que las almohadas mágicas y los mundos de ensueño suenen un poco... raritas, pero pronto se tornan en un punto de partida original para los Bros., y en un giro de la trama que Nintendo explota a conciencia.
Los que ya se hayan embarcado en alguna aventura de la serie reconocerán las mismas mecánicas, pues controlas a ambos Mario y Luigi, cada uno asignado a un botón en la portátil, y el sistema de juego resulta una mezcla entre plataformas aventureras estándar y RPG.
Después, los combates suceden al estilo por turnos, pero como en todo lo demás, el juego no se olvida de que los hermanos son héroes del género plataformero. Así que el ataque estándar es el salto, con un daño adicional si pulsas en el momento justo. Los objetos de bonus empleables en la batalla son, cómo no, caparazones koopa, bolas de fuego y martillos.
El cruce entre las tácticas por turnos y todas las temáticas del Reino Champiñón mantiene su fuerza y riqueza de siempre, y aun así Nintendo ha conseguido aportar algo más de originalidad a la receta.
El mundo de los sueños se puede visitar cada vez que te topas con una almohada mágica. Luigi echa una cabezada y Mario entra en su subconsciente onírico. La pantalla inferior táctil de la 3DS muestra al Luigi durmiente, mientras que la superior 3D presenta a Mario conjurado a un mundo 2D bastante parecido a un plataformas tradicional que cualquier otra cosa vista anteriormente en la serie.
Aquí, Luigi se ve representado como el hermano pequeño se ve en verdad en sus propios sueños, lo que al llegar las peleas provoca que se pueda fusionar con Mario, dándole toda su fuerza. Super Mario (podemos llamarlo así) puede lanzar ataques mucho más potentes, pero sólo puede atacar una vez.
Pero la gran cantidad de ideas originales que Nintendo ha sido capaz de sacar de los sueños de Luigi va mucho más allá que unos cuantos ataques nuevos. Si tiras del bigote al Luigi durmiente en la pantalla inferior, aparece en el mundo de sueño como un tirachinas que puede propulsar a Mario a nuevos lugares. Si le rascas la nariz, lógicamente, provocarás que estornude, lo que a su vez agita todo el mundo de ensueño.
Igualmente originales son los ataques luiginarios. Como le gustaría en el mundo real, el Luigi de los sueños -y cientos de sus clones- se transformarán en una bola gigante, que puedes guiar inclinando la consola, para pasar por encima de los enemigos. En otro lado el ataque de los clones de Luigi es mediante un tornado que arrasa con todo lo que encuentra en su camino, y varios ejemplos similares.
Pese a que existen varios mini-juegos y efectos gráficos que hacen buen uso del efecto 3D de la pantalla superior, no se trata de una aventura que pida ser experimentada con la profundidad añadida a tope. El juego tampoco es un novato en gráficos, con una gran riqueza en la paleta de colores y en las decisiones de diseño que demuestran que la compañía sigue obteniendo los mejores resultados aprovechando su propio hardware.
La serie comenzaba a sentirse un poco demasiado familiar con el (por otro lado excelente) predecesor Mario & Luigi: Viaje al Centro de Bowser. Por lo tanto, es un estímulo extra ver cómo Nintendo ha llenado Dream Team Bros con una idea original detrás de otra. Además, sorprende que, incluso quitándole muchas de esas nuevas ideas, sea una aventura simplemente más divertida que antes.
La última fantasía de los fontaneros bigotudos vuelve a demostrar que Nintendo y su portátil están en plena forma, conservando el mismo tipo de magia, sorpresa y humor que el Mario & Luigi: Superstar Saga original. Cambiándose los papeles con el tiempo, ahora es mucho mejor el trabajo de Alpha Dream que el último intento de Intelligent Systems con un RPG mariano en Paper Mario: Sticker Star. También es un candidato perfecto al título de mejor juego del verano para Nintendo 3DS.