Análisis de Weakless

En ese periodo de sequía que hay entre los últimos días de cada año y los primeros del que le sigue, nos topamos con un juego al que no habíamos seguido la pista prácticamente nada y despertó nuestra atención a primera vista, Weakless. Los protagonistas son dos weavelings del bosque, unas criaturas con forma de árbol conectadas con la naturaleza que responden a los nombres de Blind y Deaf. Efectivamente, uno es sordo y el otro es ciego, pero entre los dos hay un vínculo inseparable que les lleva a compartir sensaciones. Ahí empiezan unas cuatro horas de aventura por un mundo natural repleto de verdor y destellos de luz con el fin de proteger a un gran árbol que está en riesgo.

Weakless es un juego de pantalla puzle, pero lo que le hace diferente a otros es la forma de alternar entre los dos personajes para aprovechar sus habilidades y la perspectiva del escenario que te ofrece cada uno de ellos. Los entornos de Blind son completamente en blanco y negro, pero se aprecian con mucha claridad los sonidos, como pueden ser unos pasos o el murmullo de una catarata. También es el fuerte del equipo, así que puede mover peñascos. Y, además, puede usar sus extremidades para tocar gongs y provocar notas musicales que afectan a los entornos. Con Deaf, sin embargo, apreciamos totalmente la belleza y luminosidad de estos mundos, pero los sonidos llegan amortiguados. Lo suyo es la agilidad y aprovecha su pequeño tamaño para trepar y alcanzar sitios altos. Por último, con ese orbe brillante de su cabeza es capaz de hacer que las flores se abran.

Nos han gustado todas las situaciones en las que hemos sentido que los dos trabajaban en equipo, de forma conjunta, pero no como una relación de dependencia del uno con el otro o viceversa. Por ejemplo, en un caso tuvimos que usar los palos de Blind como barreras para defender a Deaf de unos flashes cegadores que trataban de impedir que trepara por una loma y cayera por su gran pendiente. El problema es que este tipo de ejemplos son los menos, pues la mayor parte del tiempo los puzles son muy sencillos y directos, como tener que empujar una caja sobre una marca o similares. Además, tampoco te hace pensar porque hay un indicador que te dice qué personaje tienes que usar en cada interacción.

Otra cosa que nos gustó de Weakless es cómo refleja el aprecio que sus héroes muestran por el arte y por la naturaleza. Es más, cómo consigue que te creas esa interconexión sensorial que permite incluso que uno sea el que vea y el otro el que dibuje lo que captan sus retinas a pesar de no estar presente. La pintura y la música tienen cabida con la intención de provocar instantes sensibles, que además han sido muy bien aprovechados como puntos de guardado imperceptibles para el jugador. Todos estos elementos culturales los puedes reproducir después desde el menú.

Con dos personajes tomando las riendas con igual importancia y una coordinación tan clara, aún seguimos dándole vueltas a la razón por la que no hay un multijugador aquí. Josef Fares estaría escandalizado por lo obvio que parece y lo bien que mezcla. Además, ayudaría a que la partida avanzara más rápido, porque la IA no está bien del todo y, a veces, se queda parada, a la espera de que acabes con uno y tomes el control de otro para hacer su parte. Vale que el cambio entre ambos sea la clave del gameplay, así consiguen enfatizarlo, pero hay veces que no tiene sentido plantearlo de esa forma. Aunque hacerlo más rápido hubiera hecho mella en su otro defecto, y es lo corto que nos parece. Cuando parecía que nos dirigíamos a una nueva sección en la que quizá aumentarían las habilidades o la dificultad, con algún cambio, Weakless llegó a su fin.

Lo bonito que es el juego de Cubeish Games y Punk Notion, pero lo mal optimizado que está en estos momentos. Tiene un poco de todo en cuanto a defectos técnicos, desde tiempos de carga muy largos, a caídas de tasa de refresco de imágenes tan bruscas que hasta han provocado alguna muerte inmerecida, pasando por otro tipo de bugs e incluso por tener que reiniciar la partida porque Blind se nos quedó atrapado en medio del escenario. Son demasiados y te acaban sacando de una partida que, de lo contrario, sería muy inmersiva. El juego necesita un parche y gordo cuanto antes.

Weakless es como un capullo que se abre ante ti para deleitarte con sus colores durante unos minutos, pero que una vez convertida en flor se mantiene igual para siempre y no dura demasiado tiempo con vida. Satisfechos con el mundo y el concepto, ni la ejecución técnica ni los puzles están a la altura de lo que podría haber salido de aquí. Quizá, con el tiempo, mejore en otras primaveras.