Análisis de The Suicide of Rachel Foster

Secretos: ¿qué familia no los tiene? ¿Y cuántas intentan mantenerlos escondidos y enterrados debajo de capas y capas de mentiras? Tarde o temprano, ese dolor, esos fantasmas del pasado, esas palabras tácitas pueden salir a la superficie para después regresar al abismo arrastrando tras de ellas a almas felizmente inconscientes. La impactante trama de The Suicide of Rachel Foster se entreteje alrededor de esta amarga temática.

Los acontecimientos del juego tienen lugar en el condado de Lewis and Clark, en Montana, a principios de los años 90. Diez años antes, una adolescente llamada Nicole había abandonado el hotel familiar junto con su madre después de descubrir que su padre, Leonard, tenía una aventura con Rachel, una chica de la misma edad que su hija; por desgracia, cuando Rachel descubrió que estaba embarazada, se quitó la vida. Años más tarde, después de que ambos progenitores fallecieran, Nicole regresa al hotel por primera vez en una década para ponerlo a la venta. No obstante, también está cumpliendo una promesa que le había hecho a su madre: darle parte de las ganancias de la venta a la familia de Rachel para compensar el daño causado por las acciones de Leonard.

A Nicole se le hace difícil llegar al hotel porque una fuerte tormenta de nieve está sacudiendo el condado y, mientras espera a que el abogado de la familia se encargue de los últimos detalles de la venta de la propiedad ahora en ruinas, se ve obligada a quedarse a causa de las inclemencias del tiempo. En cuanto intenta ponerse en contacto con el abogado, recibe una llamada de Irving, un joven agente de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias que tiene un nuevo tipo de radioteléfono, que es la única manera de comunicarse en estas condiciones meteorológicas adversas. Mientras aguarda a que amaine la tormenta y con el apoyo a distancia de Irving, la joven procede a explorar el hotel abandonado; así, descubre que la muerte de Rachel en realidad está envuelta en un inquietante misterio.

Hay una moda de historias indie que giran alrededor de secretos familiares. Desde Gone Home hasta Remothered: Tormented Fathers, pasando por What Remains of Edith Finch, sin duda existe un gran interés en explorar lo turbio de nuestras vidas privadas, precisamente porque ahí se encuentran las historias que más de cerca nos tocan: son aquellas que nosotros mismos vivimos, incluso en esas familias perfectas en apariencia. The Suicide of Rachel Foster explora esta temática al llevarnos a un emocionante laberinto de intrigas salpicado por exquisitos elementos de terror; esta mezcla permite que el jugador forme un fuerte vínculo con Nicole, la protagonista. El juego, que se centra principalmente en la exploración y en la búsqueda de pistas (como las mejores historias de detectives), hace que el jugador reconstruya los fragmentos de un todo mientras busca la claridad sobre acontecimientos pasados. Tienes que usar las pruebas que has encontrado a medida que avanzas por las habitaciones y tratar de encajar las piezas del rompecabezas para desentrañar un misterio que lleva diez años sin resolver.

La atmósfera del juego está reforzada por referencias sutiles a películas de miedo y terror psicológico; la más obvia es la de El resplandor, de Stanley Kubrick. Con guiños como el de la alfombra de la planta baja, que tiene las mismas formas geométricas que la de la película de Kubrick, el estudio One O One está haciendo un claro homenaje a la película basada en la novela de Stephen King. El problema es que estas referencias te hacen imaginar posibles escenarios que te acaban desviando del camino. A pesar de la atmósfera terrorífica, sobre todo al principio, lo importante aquí son otros horrores: los que se ocultan en las paredes de nuestras propias casas.

La historia es la que maneja el timón durante las cinco o seis horas que lleva jugar a The Suicide of Rachel Foster. El juego hace alarde de un guion impecable, con giros y revelaciones situados en el punto justo, y la tensión se mantiene en todo momento. Incluso los pasajes más lentos encajan a la perfección con el ambiente de suspense que envuelve a la trama, con algunas revelaciones que contribuyen a aumentar la tensión.

En cuanto a la fórmula de juego, The Suicide of Rachel Foster dista mucho de ser complicada; en esencia, se basa en la exploración y en opciones binarias de diálogo durante nuestras llamadas constantes con Irving. En muchas ocasiones tendrás que volver sobre tus pasos (una mecánica omnipresente en este tipo de juegos), aunque en este caso nunca resulta demasiado forzada; más bien es una manera de ver determinados detalles y pistas desde una perspectiva diferente.

Aunque está bien en lo que se refiere al contenido y tiene gran calidad en el apartado técnico, encontramos algunos problemas. Durante un momento decisivo, el sonido se volvió totalmente loco y dejamos de escuchar los ruidos de fondo del hotel. En este caso, por culpa de la falta de audio no conseguimos descubrir cómo seguir adelante y tuvimos que reiniciar el juego, al principio del Día 3, para volver a hacerlo todo otra vez. En el epílogo también nos pasó algo similar; nos dejó un poco fastidiados y no pudimos oír las excelentes actuaciones vocales de los actores de voz en uno de los puntos más importantes de la historia. Son detalles pequeños, sí, pero rompen la tensión perfecta que llegaba a crearse en algunos de los momentos más impactantes del juego. Esperamos que dentro de poco haya una actualización que solucione estos problemas.

Quitando esta pequeña crítica, nos gustó mucho el juego. Gracias a una trama hilada con astucia, llena de suspense hasta el último segundo, este nuevo thriller nos mantuvo en vilo a lo largo de toda la partida. Es muy recomendable sumergirse en los oscuros secretos familiares que aguardan en The Suicide of Rachel Foster, especialmente para aquellos que están buscando un juego basado en la narrativa que no tiene problema en tomarse las cosas con calma mientras te lleva de la mano a ese mundo de intrigas.