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Gears Tactics

Análisis de Gears Tactics

Esto es puro Gears of War en forma de estrategia, nada de relleno.

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Gears Tactics

Lo primero que me pregunté cuando anunciaron Gears Tactics fue: "¿cómo es que no lo han hecho antes?". Al igual que en el caso de Xcom, por ejemplo, la mecánica de juego de Gears of War se basa en un sistema de coberturas. Con algo así, habría estado contento, porque un juego de Gears of War inspirado en Xcom habría estado genial.

Pero por suerte, Splash Damage superó con creces mis expectativas. Querían hacer algo nuevo con el concepto y nos han traído un juego de estrategia con muchas más opciones de lo habitual dentro de esta categoría. Se han cargado todo el rollo artificial de decidir entre caminar o disparar o quedarte plantado en medio del caos. En este caso, los personajes tienen tres acciones a su disposición y un montón de posibilidades para ejecutar combos.

En mis ratos libres me entretengo con el juego de mesa Star Wars Armada y he probado Warhammer en alguna ocasión, así que reconozco en Gears Tactics algunas de las características de esos juegos. ¿Qué necesidad hay de encerrar a los personajes en una cuadrícula cuando podrían moverse por ahí con total libertad? ¿Y por qué ibas a tener que disparar solo una vez cuando es posible que tengas que hacerlo varias veces? Además, quizás valga la pena abalanzarte sobre un grupo de enemigos para cargarte a uno de ellos con una retro lancer, ya que está garantizado que acabarás con al menos uno de tus adversarios y cada uno de tus compañeros de equipo recibirán una acción extra.

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Los Xcom son estupendos, pero los pequeños detalles de Gears Tactics ponen al alcance del jugador un número casi abrumador de posibilidades. Una de las habilidades clave se llama Overwatch (vigilancia), y te permite reservar tus acciones y dirigirlas contra los enemigos que estén cerca. Cuando tu personaje lleva ciertas armas, puede controlar una zona en forma de cono en cualquier dirección; cuando un enemigo pase por ese espacio, podrás dispararle mientras te queden acciones.

Pero es muy probable que el enemigo no entre en la zona Overwatch; es más, seguramente te dará a probar de tu propia medicina y podrá fijar áreas de la misma manera que tú. Entrar en un sitio donde hay dos o tres enemigos esperándote para descargar sobre ti una lluvia de plomo es una locura kamikaze. Entonces... ¿Qué se puede hacer? Puedes usar la opción Disabling Shot (o Intimidate más adelante) para distraer al enemigo; o también puedes reventarlo con una granada colocada en el sitio adecuado, o...

Ya ves por dónde van los tiros, ¿no? Hay muchísimas más opciones aquí que en otros juegos parecidos; está claro que el antiguo presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, sabía de lo que hablaba cuando dijo: "ningún plan, por bueno que sea, sobrevive al contacto con el enemigo".

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Ni siquiera las ideas más enrevesadas aguantan demasiado si te topas con un enemigo cuando menos te lo esperas. Solo se puede ver una pequeña sección de los que a menudo son escenarios inmensos y es difícil saber qué les espera a los personajes más allá de la zona circular que los rodea. Si bien es parte del encanto del juego, también podría verse como uno de sus pocos defectos; a veces pienso que dejar caer sin previo aviso a un montón de enemigos en el sitio más inoportuno es ir a lo fácil. Desde luego, habrá quien piense que así la partida es más emocionante, pero en un par de ocasiones en las que me han matado, he tenido la sensación de que, a pesar de que tenía una buena estrategia, la suerte había jugado en mi contra. Aun así, no es un juego muy difícil con una configuración normal, así que no debería darte muchos problemas.

Por otra parte, durante la mayor parte del tiempo, la imprevisibilidad acaba beneficiando a los combates; he tenido enfrentamientos muy emocionantes en los que, contra todo pronóstico, un equipo al límite de sus fuerzas ha conseguido abrirse paso a través de hordas de wretchers hasta alcanzar su objetivo. Si quieres lucirte, puedes intentar recoger todo el botín que está esparcido por los niveles. Este botín se compone de armas, partes de armadura y otros accesorios que aumentan tus posibilidades de hacerte con la victoria. Sin embargo, desviarte para lootear te llevará su tiempo y los enemigos lo tendrán más fácil para dispararte. Dentro de cada misión hay varios objetivos que a veces consisten en conseguir algo en un determinado número de turnos; encontrar la manera de hacerte con estos objetos a tiempo es todo un reto.

Entre nivel y nivel, tus guerreros podrán tomarse un respiro. Estos soldados pertenecen a una de las cinco clases distintas. Además de los guerreros a los que reclutas a lo largo del juego, hay algunos personajes clave entre los que se encuentra Gabe Diaz (el padre de Kait, conocida sobre todo por su aparición en Gears 5). Tienes libertad para personalizar un montón de cosas, desde el aspecto de los personajes hasta su equipo, y también cuenta con las clásicas pantallas de selección en árbol que ofrecen una experiencia hecha a medida. A pesar de todo, a veces me daba la sensación de que había demasiado donde escoger.

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En muchos casos tenía la impresión de que el botín que conseguía afectaba muy poco. Está claro que una mira que aumenta en un 5 % la posibilidad de ejecutar golpes críticos puede ser muy útil, pero no modifica la experiencia de forma significativa; también pienso que se pierde mucho el tiempo en los menús, en los que se ayuda al jugador a sustituir el equipo viejo por uno nuevo, que casi siempre es mejor. El proceso se vuelve muy poco creativo y me habría gustado que hubiese un poco menos de todo (especialmente lo que se refiere al equipamiento), pero que las diferencias entre las habilidades y los objetos fueran más evidentes. Sin embargo, tengo que decir que las pantallas de selección de las distintas habilidades dispuestas en forma de árbol funcionan genial.

Hasta ahora solo he hablado de Gears Tactics desde la perspectiva del sistema de juego, que resulta muy natural. Las mecánicas son esenciales en este género; de hecho, no es necesariamente por la calidad de la trama por lo que nos gusta tanto Xcom. Pero incluso en este apartado, el juego todavía guarda ases en la manga, con una historia que tiene lugar doce años antes del primer Gears of War. Hay una gran diferencia entre ellos: en Gears of War la acción tenía lugar en un sobrecogedor mundo posapocalíptico, mientras que en esta ocasión nos encontramos en medio de ese apocalipsis.

Se ha desatado una guerra y al buenazo insufrible de Gabe Diaz y a Sid Redurn (un poco más antipático y, por tanto, más interesante) se les encomienda la misión de acabar con Ukkon. Este malo malísimo es el científico responsable de la creación de los Locust, unas criaturas que van armadas hasta los dientes y entre las que se encuentran los temibles Brumak y los Corpser. Así que está claro que a este caballero le vendría de maravilla una buena dosis de motosierra lancer.

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No quiero sabotearos la diversión, pero os puedo adelantar que la historia no está solamente para rellenar. Hay unas cuantas experiencias en el juego que les encantarán a los fans de Gears of War, así como unos giros de guion estupendos que van dando forma a una historia muy interesante; todo ello está acompañado de unas secuencias narrativas excelentes. Además, la mayoría de los niveles son largos y consistentes, por lo que también ayudan al desarrollo de la trama.

En cuanto a los gráficos, cuando puedes disfrutarlos, son fantásticos. Muchas veces estás en medio del campo de batalla con la cámara demasiado alejada para ver lo que está pasando y con la imagen cubierta por varias barras de estado (como es normal dentro de este género). No obstante, cuando haces algo espectacular, la cámara se desplaza de manera que el espectador pueda disfrutar desde el ángulo ideal todas las decapitaciones, matanzas con motosierras y demás gore. El apartado sonoro podía haber sido mejor, eso sí; la serie Gears of War siempre ha acompañado toda esta brutalidad con unos efectos de sonido magníficos, pero en este caso, se quedan un poco cortos.

Si te gusta Gears of War, vas a disfrutar mucho de Gears Tactics. Hay elementos esenciales de la serie que también están presentes aquí; en otras palabras, podrás tirar granadas en agujeros de emergencia, disfrutar de diálogos cargados de adrenalina y encontrarte con jefes que parecen salidos de películas de terror. Por otra parte, trae de vuelta a enemigos, armas, equipo y otros elementos que ya conocerás de entregas anteriores. A pesar de todo, no da la sensación de que sea un juego para fanservice: es puro Gears of War y, desde mi punto de vista, la aventura conserva mejor el espíritu de la trilogía original que las entregas cuatro y cinco (siendo de estrategia y no de acción).

Así que me quito el sombrero ante Splash Damage, que ha sido muy ambicioso con Gears Tactics y no se ha aprovechado de la popularidad del título. El resultado es un juego en el que la emoción se palpa en cada movimiento y donde siempre hay múltiples opciones. Sospecho que tendrá gran influencia en cómo se desarrollará el género en el futuro. Es cierto que hay algunos elementos poco acertados, como el tiempo de descanso excesivo de tus tropas entre misión y misión y el hecho de que el enemigo a veces es demasiado impredecible, pero, en general, este es un título del que disfrutarán tanto los fans de los juegos de estrategia como los de Gears of War.

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Gears Tactics
08 Gamereactor España
8 / 10
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Un diseño excelente. Batallas ricas, libres e intensas. Excelente presentación y requisitos de bajo rendimiento. Diseño fresco. Una historia bien escrita.
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La calidad sonora no está a la altura. Microgestión aburrida.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Jonas Mäki

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