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Superhot: Mind Control Delete

Análisis de Superhot: Mind Control Delete

El juego del tiempo bala vuelve para detener el tiempo con su estilazo minimalista low-poly en PC, PS4 y Xbox One.

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El Superhot Team vuelve con una "expansión independiente" de su primer gran éxito que se subtitula Mind Control Delete, y tras abrirnos paso haciendo trocitos de esa forma tan satisfactoria a los enemigos rojos poligonales de esta campaña de generación procedimental cual John Wick o Neo, es hora de contaros las cosas tan raras y curiosas que le han añadido al estiloso shooter.

Si no jugaste al magnífico Superhot original ya estás tardando porque es uno de los mejores indies de la década. Recordarlo nos sirve para explicar la base de Mind Control Delete, así que lo haremos brevemente. Superhot es un shooter visualmente impactante con un estilo minimalista y low-poly de rojo sobre blanco, en el que el tiempo solo avanza si el jugador se mueve. Es una fórmula tan sencilla como rompedora que el Superhot Team consiguió exprimir con su genial trabajo debut, con un spin-off VR y ahora con esta expansión independiente.

De hecho, MCD estaba planeado originalmente como una actualización gratis, y si no me equivoco cualquiera que comprara o compre el Superhot original mientras MCD siga en Acceso Anticipado se llevará este contenido como parte de esa compra inicial. Un buen gesto.

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Anoche puse el Superhot original otro rato para ver diferencias y comprobar que sigue siendo excelente. Sin embargo, hay que recordar que es una experiencia finita y breve, que se acaba demasiado pronto para la mayoría. El primer juego te dejaba con ganas de más tiroteos en tiempo bala, más enemigos cristalinos que hacer añicos y más repeticiones alucinantes en las que tus mejores movimientos se muestran en una deliciosa cámara lenta o a toda velocidad.

La diferencia principal entre Superhot y MCD es, intencionadamente, la rejugabilidad. El original se puede pasar en tres o cuatro horas, pero Mind Control Delete se ha diseñado de forma que podáis sacar mucho más provecho a las mecánicas en cada partida, con una campaña extendida que deriva en un modo infinito. Esto aporta ventajas considerables que analizaremos ahora, pero también tiene un contra habitualmente relacionado con los contenidos generados por procedimientos. Efectivamente, la campaña totalmente pre-guionizada y diseñada por los autores, que parecía la mezcla perfecta entre puzle y shooter, no la encontraréis aquí con el mismo perfeccionismo, así que MCD resulta menos especial y algo más incompleto como resultado. Esto tiene que suponer un problema para la mayoría, y si al final buscáis un shooter inteligente, diría que apenas notaréis la diferencia.

Superhot: Mind Control Delete

Lo que sí garantiza la estructura de MCD, por contra, es una experiencia de juego ampliada, y así la he jugado más del doble de horas que pasé con el original (según los registros de Steam), sin siquiera poder ver todo lo que esconde. En esta expandalone los escenarios se remezclan cual remix una y otra vez, de modo que veréis los mismos lugares con bastante frecuencia. Y si bien esta familiaridad podría cansar a la larga, el juego intenta mantener la frescura cambiando las posiciones de arranque tanto del jugador como de los enemigos. Aun así, tras más de diez horas ya empezaba a sentir un importante déjà vu.

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Pero mi novedad favorita son los nuevos 'hacks' o 'hackeos'. Estos pirateos se van desbloqueando conforme avanzas, abriendo nuevas zonas en el sistema de retrocomputación que pareces estar navegando. Acceder a un área (o 'nodo') asigna una serie de misiones al jugador, y en determinados puntos durante esa serie puede elegir entre uno o dos hacks. Estas modificaciones se quedan contigo hasta el final de la partida, y cuanto más larga sea, más misiones contiene, pero también más hacks puedes acoplar encima de otros. En lugar de las misiones de morir de un tiro de antaño, en cada partida cuentas con corazones que se van pasando de nivel en nivel y que se vacían con el daño. Si te quedas sin corazones pierdes el progreso en esa serie generada y toca empezar de nuevo, claro. No llega a ser roguelite, pero sí que tiene un poco de sangre rogue.

Niveles de procedimentales, elementos aleatorios, permadeath, progresión ligera a través de varias partidas son trucos bien conocidos del género roguelike que se han espolvoreado sobre otros proyectos menores para aportar valor de juego para los usuarios. Aquí es algo que funciona, por lo que me he visto picado hasta altas horas de la madrugada, intentando una partida tras otra en el ciclo infinito. Sin embargo, al mismo tiempo, como pasa con prácticamente todos los roguelite que conozco, algo casi intangible se pierde en la generación procedimental y un nivel creado por una IA todavía no puede superar a uno diseñado de forma cuidadosa y profesional con el mejor equilibrio. Aun así, MCD funciona casi todo el tiempo gracias a sus ingeniosos puntos de spawn y a una generación bastante espabilada.

Superhot: Mind Control Delete
Superhot: Mind Control DeleteSuperhot: Mind Control DeleteSuperhot: Mind Control Delete

De vuelta a los hacks, hay varios que se pueden desbloquear de camino por la campaña y que implican consecuencias que cambian el juego considerablemente. Subir tu vida es primordial si vas corto de corazones, pero si te sobra salud también puedes aumentar la munición, obtener armas aleatorias al principio de cada nivel, hacer que las balas reboten en las esquinas o aportar cierta finura usando la katana o devolviendo balas. Mi favorito es el hack que me permite convertir cada objeto inofensivo del escenario en una granada, por supuesto.

El desafío aumenta conforme avanzas por los niveles y desbloqueas más habilidades, incluyendo nuevos personajes o clases, como el que te deja impulsarte contra los rivales. Estas habilidades y poderes encajan muy bien con el sistema de juego marca de la casa de Superhot, y en un rato te verás fusionando la utilidad con el espectáculo. Todo consiste en prestar atención a los pequeños detalles, como advertir el resplandor rojo en el quicio de una puerta que adelanta la aparición de un enemigo, esperar al cambio de mirilla para saber que puedes disparar de nuevo o ser muy consciente del espacio para predecir dónde va a estar el enemigo en uno o dos segundos, ajustando el apuntado en el proceso.

Entre las nuevas habilidades y la diversión clásica de esquivar balas, arrojar objetos cotidianos, quitarle las armas a los enemigos o pensar bien cada paso para maximizar la efectividad y evitar el daño se suman esos poderes adicionales que hemos descrito. Pero, ojo, porque poco a poco van apareciendo enemigos más peligrosos, primero que no te dejan quitarle las armas y luego que reducen la superficie corporal roja rompible. Y también los habrá más listos, con movimientos especiales que se parecen a los tuyos o pinchos enormes que saltan de sus cuerpos cuando los revientas.

Superhot: Mind Control DeleteSuperhot: Mind Control Delete

Como estáis leyendo, MCD me ha gustado en casi todos sus aspectos, si bien hay un par de cosas que no me han convencido siempre. Una es lo cutre que parece a veces cuando echas mano a las armas de los enemigos, sobre todo cuando están bastante lejos y básicamente se teletransportan a tu mano (en esos momentos parecía que usaba la Fuerza). También se me hace raro que no tengas que eliminar a todos los enemigos de un nivel y que cuando te cargues los que marca el prerrequisito, los demás exploten porque sí, pasando de nivel.

Todos hemos jugado campañas de shooter que se alargaban artificialmente, con inacabables oleadas de los mismos malos mientras perseguíamos la zanahoria narrativa que nos agitaban en la lejanía. Hacia el final, cuando las cosas se ponen más difíciles, aquí también pasa un poco de lo mismo y el conjunto puede hacerse innecesariamente abstruso. Como su predecesor, MCD es enigmático, quizá un poco de más, y en ocasiones me cuesta llevarme bien con la trama que lo envuelve. Dicho esto, es muy consciente de ello y está claro que los desarrolladores tienen algo que decir, por mucho que no siempre quede tan claro.

Pero, al igual que vosotros, no estoy aquí por la historia. Superhot va de condensar horas y horas de acción shooter en esos pocos segundos en los que haces una verdadera chulada y luego de embotellar esos momentos para que puedas revivirlos una y otra vez. Como reconocimiento a sus creadores, Mind Control Delete también se marca una buena colección de momentazos pese a los importantes cambios estructurales, y aunque yo prefiera personalmente el formato original, esta expansión se erige como una pieza acompañante que está a la altura. Quizá no tan fina, pero te da mucho más Superhot, y ese es un sacrificio para el que muchos estamos preparados.

La versión final de Superhot: Mind Control Delete llega a PC, PS4 y Xbox One el 16 de julio.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Estética estilosa, sistema de juego que engancha, nuevos hacks y habilidades, nuevos enemigos desafiantes, muy rejugable.
-
Reciclar escenarios constantemente puede terminar aburriendo, quitar las armas parece facilón en ocasiones, la historia podía dejarse entender algo mejor.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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