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Life is Strange: True Colors

Análisis de Life is Strange: True Colors

Alex ha jugado con nuestras emociones... en el buen sentido.

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"Hogar es donde habita el corazón". Quedaos con esta cita de Plinio el Joven en mente porque tiene mucho peso en Life is Strange: True Colors. La memorable serie episódica de Square Enix conducida por Dontnod hasta sus últimos títulos, Before the Storm y este nuevo True Colors, de los que ya se encargó el estudio Deck Nine. Pocos juegos pueden arrancarte una sonrisa y 10 minutos después ahogarte en tus lágrimas. Hay que tener un guion excepcional, un diseño y desarrollo de personajes memorables y una dirección en estado de gracia para conseguirlo. Life is Strange: True Colors ha heredado un listón muy alto de sus predecesores, y parece que ha cumplido con su propósito: remover nuestras emociones hasta lo más hondo.

Life is Strange: True Colors

Alex Chen, nuestra protagonista, es una huérfana a punto de salir del centro de acogida para irse a vivir con su hermano Gabe. Años de desencanto y malas experiencias la han hecho una persona susceptible y con tendencia a meterse en líos. Ya ha salido rebotando de demasiadas familias de acogida y no tiene esperanzas en el sistema. Pero esta vez quiere hacer las cosas bien. Su hermano Gabe vive en Haven Springs, un pueblecito ficticio de Colorado, y es allí donde comienza el verdadero viaje para ella.

Haven Springs es casi una postal perfecta. Un pequeño oasis entre naturaleza y montañas en el que vive una comunidad unida y colaborativa. Todos miran por todos y la llegada de Alex, más que perturbar o extrañar, es celebrada, ya que su hermano es una persona muy querida en todo el pueblo. Parece que al fin podrá empezar a tener esperanza en el futuro... Hasta que, en extrañas circunstancias, Gabe muere ante la mirada de su hermana, y el mundo empieza a desmoronarse para la pequeña comunidad. Alex no está dispuesta a pasar página hasta que esclarezca el misterio sobre la muerte de su hermano, y para ello tendrá que echar mano de su mayor secreto.

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Life is Strange: True Colors
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Porque tiene el poder de ver el aura de los sentimientos de los demás, y puede leer sus pensamientos en ese momento. Al principio lo entiende como una maldición, y después, poco a poco lo va entendiendo como un don. La empatía de Alex se convierte así en el principal motor del juego ya que, para investigar la muerte de nuestro hermano, tendremos que conocer a fondo a todos y cada uno de los habitantes de Haven Springs: sus esperanzas, miedos y alegrías, cada una de estas emociones representadas como un color. Es fácil si has visto la película de Pixar Inside Out (Del Revés en España), ya que son los mismos esquemas de colores: Amarillo-alegría, rojo-ira, azul -tristeza, y morado-miedo. Si un personaje nos da una contestación que no nos cuadra, podemos sondear sus emociones para saber si está ocultando la verdad o simplemente para entender cómo se encuentra en ese momento.

Y no sólo a los personajes ligados a la historia principal, ya que hay muchas pequeñas historias paralelas en las que podemos influir y que, aunque tienen poco peso, sí que dejan su huella en la vida del pueblo. Del mismo modo, encontraremos objetos impregnados de energía emocional de los que podremos obtener pistas sobre la historia del lugar y sus habitantes. Y funciona, porque realmente ese control de las emociones hace que queramos interactuar con los habitantes de Haven Springs, y mejorar sus vidas, si es posible. Una pareja que no sabe comunicarse, un anciano lidiando con la melancolía de la muerte de su esposa, una joven con miedo a salir del pueblo y labrarse un futuro lejos de su familia...Todas las historias acaban importando y sus protagonistas siendo una parte de nuestras vidas. Pero cuidado, jugar con las emociones de la gente tiene un precio y, si Alex puede empatizar tanto como para "intoxicarse" de una emoción, intentar arrancarla puede acabar con algo más que los sentimientos de la persona.

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Aunque la exploración sigue la fórmula point and click de la serie, con la que podremos interactuar con el entorno a través de acciones prefijadas, el entorno del juego no es tan grande como para pensar en él como mundo abierto. De hecho la zona de acción se encuentra sobre todo en la calle principal del pueblo, donde se concentran los negocios de los personajes y el bar donde Alex trabaja y vive. La búsqueda de respuestas sobre la muerte de Gabe se entremezcla a la vez con la vida de Alex como recién llegada a Haven Springs y su intención de hacer que el lugar sea su hogar. Poco a poco va entendiendo que conectar con las emociones de los demás hace que pueda ayudarlos con sus problemas. Y no son detalles menores.

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Ya habíamos visto a anteriores Life is Strange lidiar con temas delicados como el suicidio, la violencia, la enfermedad y la muerte. Pero ahora es cuando podemos impregnarnos de ellas porque podemos introducirnos en la mente de los que las sufren, y eso ha dado algunos de los momentos más fuertes de todo el juego. También hay momentos en los que podemos simplemente pararnos, descansar un poco, sentarnos y reflexionar mientras suena la música. Parece que esta vez han echado el resto en el apartado sonoro, porque además de los temas de corte indie, la banda sonora incluye temas de artistas como Kings of Leon, Radiohead o Dido, por nombrar algunos.

La fórmula de aventura episódica se pierde en True Colors, llegando la aventura completa desde el principio. Tiene una parte positiva, ya que yo mismo lo echaba en falta en anteriores entregas, pero a la vez me doy cuenta de que la narración pierde algo de fuerza si no se deja algo de tiempo de reposo entre episodio y episodio. Y lo mismo para la duración porque, si en los primeros capítulos la duración superaba las 3 horas, hacia el final se va reduciendo hasta la conclusión de poco más de una hora del quinto y último, lo que nos ha dejado quizá con ganas de más. También nos han roto un poco la magia algunos bug gráficos en los compases finales, e incluso algún error que nos ha sacado del juego y obligado a repetir una parte. En un título donde la narración lo es todo, estos fallos te sacan de escena. Un parche de lanzamiento estaría bien.

Aun así, Life is Strange: True Colors es la confirmación de un estilo de juego y de contar historias que sigue con fuerza en la actual generación de consolas. Consigue lo que se propone: que podamos entender a las personas que nos rodean, y que solo así podremos construir nuestro hogar y nuestro futuro. Porque el hogar está donde está el corazón, y las personas que lo habitan.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
El guion, la dirección, los personajes memorables. Gran banda sonora.
-
Llegado un punto, se hace algo predecible. En el último tercio pierde ritmo y fuerza. Algún bug te saca de la acción.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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