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Yaiba: Ninja Gaiden Z

Análisis de Yaiba: Ninja Gaiden Z

Un nuevo enfoque de la saga cargado de un humor que pretende, sin éxito, paliar sus carencias.

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La franquicia Ninja Gaiden tiene el honor de ser una de las más longevas del mundo de los videojuegos. Desde su estreno en NES hasta hoy ha sufrido múltiples lavados de imagen y 'reinicios' y se ha dejado ver por un buen número de plataformas experimentando, a la par, buenas críticas por su salto al género hack and slash 3D. Es de especial mención la buena recepción que tuvieron la saga Sigma y Ninja Gaiden 3. Por su parte, Yaiba: Ninja Gaiden Z, firmado por Keiji Inafune (Dead Rising) como artista invitado, da un nuevo enfoque a la historia partiendo del desenfado, el humor y la figura protagonista del antihéroe.

La historia, aunque sinceramente carece de relevancia en el caos absurdo que el tridente Team Ninja-Spark Unlimited-Comcept nos presentan, parte del desafortunado desenlace del duelo entre Yaiba Kamikaze, el protagonista, y Ruy Hayabusa, el personaje principal de la serie original. En dicha contienda nuestro ninja muere, y tiempo después es resucitado por una organización encubierta en mitad de un apocalipsis zombi. Nuestra misión, si es que la hay, es cobrarnos venganza en mitad de un mundo donde la cordura se ha ido de vacaciones.

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Lo primero que diferencia esta entrega de las últimas es la estética. Huyendo del realismo, Temco Koei ha apostado esta vez por la temática manga, la sangre a borbotones y el trazo agresivo del dibujo. En ocasiones es como si la pantalla escupiese pintura (mayoritariamente roja) y todo el propósito del juego girase en torno a este factor; la comparación con Mad World es inevitable. Tanto el prisma subversivo de este título como el carácter irreverente de Yaiba nos acompañarán a lo largo de la aventura.

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Esta nueva cara de Ninja Gaiden se salvaría gracias al constante gag fácil y el humor simplón, y es que a pesar de que las situaciones que nos proponen son de un toque quizás demasiado infantil, cabe decir a su favor que logran esbozar más de una sonrisa. En ocasiones menos es más. Entonces, si pese a la inconsistencia del contexto y la sencillez de su humor tenemos un planteamiento que convence y está acompañado por el frenesí que ofrece el hack and slash... ¿dónde está el fallo? En el diseño de los niveles y los encuentros.

Como dice la mítica introducción de Expediente X: "la verdad está ahí fuera". Y en este caso nos viene al pelo para explicar el problema de Yaiba: Ninja Gaiden Z. La variedad, cantidad y frecuencia de los enemigos que nos harán frente es lamentable. Respecto al primer aspecto, durante los primeros compases del juego nos encontraremos con un alud de enemigos distintos, cada uno con su innecesaria presentación, pero que en esencia comparten la misma técnica para eliminarles: esquivar y atacar. En cuanto a la cantidad, los encuentros parecen surgir de una progresión aritmética que los hace totalmente predecibles y anodinos. Después de que un nuevo enemigo haga su primera aparición, su siguiente paso es hacerla por partida doble, luego con otro más recientemente aparecido y así hasta el infinito, siempre encontrándonos con hordas de zombis que separan un evento del otro. La peor parte es la tercera, la repetición.

Yaiba: Ninja Gaiden Z

El juego peca de ser reiterativo en demasía. El grado de aparición de los enemigos, en especial las hordas, es demasiado constante. Las pausas son prácticamente inexistentes y las encontramos en los pequeños fragmentos de salto, en los que Yaiba luce sus habilidades para acceder a nuevas zonas para, básicamente, seguir partiendo cráneos. Al final, es fácil que el jugador acabe experimentando la sensación de no avanzar y de no saber muy bien hacia dónde van ni él ni la historia. Esto ocurre también en Metal Gear Rising: Revengeance, pero con la diferencia de que ahí las mecánicas y el diseño de niveles compensan las carencias narrativas. Con Yaiba: Ninja Gaiden Z ocurre a la inversa, y eso no se puede perdonar.

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Es una lástima que el juego tenga que arrastrar los defectos señalados, que lo llevan casi al maltrato de su franquicia. Tiene puntos favorables y surge de una reconversión, se respira el aire fresco. Hay muchas y distintas formas de eliminar cada enemigo, los combates están acompañados de una banda sonora que incita a la acción, como en DmC, y el estilo manga es una fórmula que siempre funciona. Pero los errores mencionados pesan, demasiado, tanto que no podemos recomendar la compra de este juego.

Yaiba: Ninja Gaiden Z
04 Gamereactor España
4 / 10
+
Un enfoque tan deliberadamente absurdo que logra hacer reír. Multitud de eliminaciones distintas acompañadas de un convincente acompañamiento musical.
-
Altamente repetitivo y monótono, genera la sensación de no estar avanzando. Mecánicas simples y un sistema de cámaras deficiente.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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