Análisis de Animal Crossing: Happy Home Designer

En la línea de lo que comentamos en nuestras impresiones con las primeras horas (de recomendable lectura para los que no las hayáis consultado y para completar esta crítica), Animal Crossing: Happy Home Designer es mejor y tiene más de lo que esperábamos.

La verdad es que hemos pasado unas buenas semanas en el pueblo con este nuevo rol tan profesional y menos personal -pero también más creativo y en ocasiones divertido- en comparación con la fórmula tradicional. Será por eso de centrarse en el diseño, o quizá por el refrescante cambio respecto a lo que hacías una y otra vez en los Animal Crossing clásicos, pero lo cierto es que no nos hemos cansado tanto como antes del juego en las 12 horas que le hemos echado. Las tareas son distintas, y las formas de expresarse también.

Como diseñadores de interiores, algunos exteriores, muebles y artículos de decoración, a estas alturas estamos pendientes de seguir jugando un rato cada día para desbloquear los catálogos de objetos que todavía se pueden sacar. Y todavía nos queda completar el hotel, al parecer último proyecto municipal de los 10 en total que incluye el juego. Además, el hotel es sin duda uno de los trabajos más grandes y ambiciosos.

Lo más divertido de Happy Home Designer son claramente esos proyectos municipales, porque a diferencia de las casas que encargan los aldeanos, tienen un cometido diferente (generalmente centrado en los típicos servicios públicos) y por lógica requieren de un mobiliario específico y original. Nuestro tiempo con la escuela de la ciudad fue realmente ilusionante, y todavía no hemos acabado de reformarla y decorarla.

Por esto mismo y en vistas de lo que nos espera por delante, lo peor de Happy Home Designer puede ser cuando sólo te queda hacer casas y más casas. Concedemos que algunos encargos son muy chulos -Olivia nos ha pedido un lugar donde dar clases particulares de piano y Charo tiene una flor enorme que no sabe dónde colocarla- pero no dan tanto juego como los proyectos municipales.

Dicho esto, y reconociendo que algo más de contenido de serie no le habría venido nada mal al juego (¿quizá otros 5 proyectos municipales y algunos pedidos más especiales con diseños de locos?), hemos de admitir que las posibilidades que abren las tarjetas Amiibo parecen muy interesantes. Si cada nuevo vecino aporta un pedido de casa y hay más de 400 cartas... haz las cuentas. Además, las tarjetas también sirven para quedarte los muebles exclusivos que pueden tener los amigos, aportando un curioso toque de coleccionismo que nos recuerda a cuando intercambiábamos cromos.

Otro punto flaco, o más bien cortapunto, es que las lecciones de diseño no se sigan ampliando. Hemos desbloqueado, leído, disfrutado y aplicado las 14 disponibles, una por día, pero ahora queremos más. ¿Quizá Nintendo se plantee expandir estas cosas de forma periódica para mantenernos enganchados como está consiguiendo con Splatoon? Debería.

Lo último que queremos mencionar ya lo tocamos en el avance, y no es ni bueno, ni malo, sino, como todo el juego respecto a la serie Animal Crossing, diferente. Nos referimos a la gracia como simulador social, muy mermada en esta adaptación centrada en el diseño y la creatividad. No te lo vas a pasar tan bien hablando con los vecinos, socializando y participando en actividades, pero a cambio, repetimos, podrás expresarte de otras formas en el simpático universo que te encanta. Además, como ya habrás adivinado, el Diseñador de Patrones personalizados alcanza aquí un mayor potencial que en el juego normal, permitiéndote lucir tus propios mosaicos pixelados en paredes, ropa, muebles, accesorios....

Con alguna duda sobre la vida de Happy Home Designer a medio y largo plazo, creemos que es una adaptación interesante y notable dentro de la franquicia. Todavía nos queda diversión tras desbloquear la posibilidad de las reformas y esperamos conseguir nuevos vecinos vía Amiibo y encontrar estímulos diarios y semanales junto a otros jugadores tanto en Miiverse como en Twitter o Facebook.

Si buscas un Animal Crossing de toda la vida no lo encontrarás aquí, por lo que el juego está indicado para la gente que quizá viene de los Sims y siempre ha mirado estos animalitos con curiosidad desde la barrera (pero recuerda, más en el aspecto de diseño que en el social) y para los que busquen algo diferente con los elementos familiares, echando un rato al día pero sin la monotonía/agobio de las acciones de antaño dependientes de la hora. Eso sí: confesamos que estas ideas adicionales nos han dejado con muchas ganas de un nuevo Animal Crossing principal renovado y moderno de verdad.