Análisis de Assassins Creed Valhalla: Amanecer del Ragnarök

La mitología nórdica ha llegado para apoderarse de un Assassin's Creed en el que tiene más sentido que nunca. La nueva expansión de Assassin's Creed Valhalla, Amanecer del Ragnarok, llega hoy mismo para quienes tengan sed de aventura e interés por convertirse en dioses. Debo decir que echaba mucho de menos a Eivor, esa testaruda vikinga que comparte nombre con la cocinera de mi antiguo instituto. Afortunadamente, los parecidos entre ambas se quedan ahí, porque un juego protagonizado por una mujer con calcetines hasta las rodillas y una red para el pelo armada con repollos y judías habría sido demasiado desgarrador. En esta nueva historia, Eivor se convierte en Havi, el padre de todo al que también conocemos como Odín.

La aventura comienza tras un viaje psicodélico causado por las hierbas y el fuego de Valka, la vidente de Ravenstorp, y que nos acaba llevando a Svartalfheim, el hogar de los enanos. Todo el que tolere poco el alcohol sabe que esto es lo menos que puede pasarte en casos así, mi despertar en un seto tras una sola botella de vino da buena fe de ello. Havi, en cambio, despierta de peor humor cuando descubre que Baldr, el hijo que tuvo con Freya, ha sido capturado por Surtr, el señor del fuego y guardián de Muspelheim. Ahí es cuando realmente comienza este viaje, con una misión de rescate tremendamente importante en un escenario precioso y con lo que, detecto, parecen tintes de J. R. R. Tolkien. Quizá sea por los enanos que te rodean, que no dejan de recordar a Gimli o los Hobbits. ¿Habrá alguna secundaria en la que tenga que acompañar a una montaña para destruir un anillo maldito en la lava?

No tengo ni idea, quizá sea mi imaginación, pero el aroma está ahí. La expansión es grande, enorme, y superar solo la historia ya requiere entre las 15 y 20 horas de juego. El nivel mínimo recomendado, por cierto, es de 360, pero, si no eres un asesino como yo, con 300 horas en el juego base explorando el mapa de cabo a rabo y haciendo secundarias, puedes ascender a ese nivel con tan solo pulsar un botón si lo deseas. Los enemigos en Svartalfheim son, mayormente, Muspels, una especie de gigantes de fuego que pueden ser bastante resistentes para los vikingos poco preparados.

En niveles altos apenas hacen daño, pero, cuando se juntan en grupos pueden ser bastante molestos, porque le prenden fuego a todo, sobre todo a ti. En tu camino a por Surtr, aun así, no solo serán los Muspels quienes prueben el filo de tu hacha, también hay un buen puñado de minijefes que quieren hacerte la vida imposible y, para colmo, son familiares de Surtr (qué cenas navideñas debe haber en esa casa). Los jefes siempre son jefes, pero os aseguro que a estos los superaréis solo con algunas canas más y, quizá, algún que otro momento de rabia. Para que las cosas sean algo más fáciles, los enanos te hacen un regalo más que valioso, el brazalete Hugr-Rip que te confiere unas habilidades impresionantes. ¿Qué te parece convertirte en cuervo y surcar los cielos? ¿Atacar desde las alturas? Esa es solo una de las nuevas cosas que puedes hacer.

Luego está el Poder de Muspelheim, que convierte tu piel en magma para confundir a los enemigos en la distancia. También es útil para cruzar ríos de lava sin sufrir daños, cosa que, teniendo en cuenta la ira de los gigantes de fuego en Svartalfheim, es más que necesaria. La tercera habilidad es el Poder del Invierno, que convierte el arma de Havi en hielo, ideal para hacer más daño a enemigos de fuego y lava. Junto a él está también el Poder de Jotunheim, que te permite teletransportarte, y por último, pero no por ello menos importante, el Poder del Resurgimiento. Esta habilidad revive a los enemigos que acabas de matar para que luchen en tu bando, y me encanta, al igual que me encantaba usar los dardos envenenados en anteriores juegos para ver a mis rivales asesinarse entre ellos mientras me comía unas palomitas.

Pero tened cuidado, no sois los únicos que tienen esta habilidad, el juego cuenta con enemigos que pueden resucitar a los muertos y que, automáticamente, deben ser tu prioridad número uno al luchar. El único problema que plantean las habilidades es que solo puedes llevar dos a la vez, así que tienes que elegir pronto tus favoritas y, dado que la mitad del mundo está repleta de lava, el Poder de Muspelheim siempre va a tener que estar a mano. Además, consumen un medidor que, por suerte, se puede rellenar rápido con flores o con los propios enemigos. Hasta hay altares en los que sacrificar vida para rellenar esta barra mágica, aunque pasarse aquí te puede convertir en presa fácil.

Amanecer del Ragnarok también trae nuevas armas, pero debo confesar que no he necesitado ninguna de ellas durante mi aventura. Una vez conseguí la Lanza de Odín, me di cuenta de que el resto eran redundantes, así que he pasado un montón de horas lanza en mano. Unos golpes rápidos al estómago suelen ser suficientes para acabar con cualquiera. También debo mencionar que la voz del enano Ivaldi me pareció divertidísima, con un acento que me resultó de lo más familiar, y no me equivoqué. En la versión inglesa, el sueco Carl Andersson es quien le da voz.

Como de costumbre, hay mucho que hacer en el juego en materia de exploración y descubrimiento, y esta nueva historia debería poder completarse al 100% en unas 40 horas. Creo que solo he podido rascar la superficie de todo lo que hay disponible para recolectar o encontrar, ya que me lancé de cabeza a por la historia principal para llegar a tiempo a este análisis, así que todavía me queda mucho por descubrir y disfrutar en Svartalfheim. ¿Y qué me ha parecido la experiencia hasta ahora? Como gran fan de Assassin's Creed Valhalla, me encanta tener razones para volver a convertirme en Eivor. Trae más de todo, y no decepciona. Es una expansión acertada con la que cuesta soltar el mando a la hora de irse a dormir.

Por suerte, no he encontrado bugs, cosa que sí me pasó con anteriores expansiones. El juego ha fluido en todo momento sin problemas, algo de agradecer en una era en la que hasta Rockstar cae en este tipo de cosas. La tercera y última expansión de historia de AC Valhalla es genial y une bastante bien los juegos, pero no voy a contar nada más para evitar spoilers. Preparaos la barba y afilad vuestras hachas, porque es hora de ir a cazar gigantes de fuego y convertiros en campeones. Es hora de descubrir el Amanecer del Ragnarok.