Cinco. No días, horas o minutos, sino segundos. Eso es lo que dura la cuenta atrás hacia la muerte en Bangai-O, el shooter futurista y muy complicado de Treasure. Aunque no debería sorprenderte, pues es el estudio que te trajo Ikaruga, posiblemente el juego más difícil que podías encontrar en Xbox Live Arcade hasta ahora.
Y en las primeras impresiones, Bangai-O parece aún más difícil. Eso es precipitarse a la sentencia de muerte de los cinco segundos durante un minuto. Las imágenes y tráiler te podrían hacer pensar que no hay espacio para maniobrar en escenarios que están inundados de misiles y balas de una multitud de enemigos diferentes. Y podrías llevar razón, así que ¿dónde está la diversión?
El juego te pone a manejar un mecha con armas de fuego que tiene más alternativas en su arsenal que Turrican y Contra combinados, y la jugabilidad es más parecida a un shooter espacial multidireccional que a un plataformas. Flotas por diversos niveles de todas las formas y tamaños eliminando objetivos, jefes o corriendo hasta los puntos de salida antes de que el apretado crono termine. También incluye un elemento Score Attack, con tiempos aún más apretados y puntuaciones más altas para ganarte una plaza en los competitivos rankings online.
El sistema de juego no va de meter un hilo por el ojo de una aguja a puñetazos durante un huracán, sino de sincronizar tus contra-medidas para llevar a cabo tu tarea.
Este es el truco: aunque algunos títulos cuentan esencialmente con dos estados que dividen el pueblo entre el hombre cualquiera y el purista (todos pueden disfrutar de Street Fighter, pero los profesionales son adeptos de los combos, parries y tal), Bangai-O pasa de los primeros, pero incide en los sistemas counter-offensive, EX dashes y cancel-attack necesarios para sobrevivir.
Así que esa cuenta atrás desde el comienzo del nivel a tu combustión explosiva debido a una sinfonía de balas por todos lados ocurre en una de las primeras fases del juego. Si no consigues jugar como un ninja, verás la pantalla de Game Over con parpadear.
Ponte en plan llorón y di que está roto o que no va bien: estarás equivocado. La interpretación correcta es: "Estoy defendiendo mi pobre tiempo de reacción frente a la intensidad terminal. Pulsemos 'restart' y probemos otra vez".
Vale, está bien, morirás otra docena de veces, pero Bangai-O no se anda con miramientos cuando se trata de lo imposible. Además, mola.
Dispones de un movimiento, un "lance", de tres fases durante las que eres invencible, y por supuesto también puedes usarlo para cargarte enemigos cercanos. Por el contrario, dale al botón sin pulsar direcciones y dispararás un ataque de congelación de corto alcance que inutilizará cualquier cosa dentro del rango circular que rodea a tu robot.
Este círculo es uno de dos esferas translúcidas. La exterior funciona como tu espacio de fijar blanco. Mantén el gatillo izquierdo y cargarás tu contraataque, que una vez sueltes el LT destruirá todo lo que incluya el círculo exterior. Más enemigos son más puntos, lo que arranca un multiplicador de combo, y encadenarlo hará que los enemigos dejen caer la fruta, que a su vez carga el medidor de contraataque... todo va de ir escalando. Y de tener lo que hay que tener para ponerse en mitad del Valle de la Muerte y aguantar el counter hasta el último segundo posible, para obtener la máxima retribución.
El sistema tiene más chicha que esa vista general, pero el énfasis está en la velocidad y la confianza en cada movimiento. Una versión space shooter de Ninja Gaiden, por decirlo de algún modo, quizás una comparación que podría describir al tipo de jugador al que puede interesarle este juego. Aunque dudamos que exista algún otro juego que te perdone tantos fallos repetidos como para llevarte al siguiente nivel si mueres más de tres veces.
Desde el punto de vista del fan (la serie comenzó en Dreamcast en occidente, en 2000 y poco ha cambiado desde entonces) la producción más allá de los propios niveles deja mucho que desear. Una pantalla estática con una ilustración tosca en el Tutorial intercala el escenario, y tanto eso como el texto son enormemente secos si se comparan con la enrevesada traducción al inglés y los rompedores personajes que (adrede o por accidente) suavizaban los duros bordes del original.
Aunque existe un elemento multijugador, y un pequeño y cuidado Editor de Niveles para que puedas compartir creaciones con amigos, esto es, más que nada, una prueba para tus habilidades en solitario y tu perseverancia. En eso, Bangai-O se mantiene frustrante, casi imposible, y toda una joya tanto en el género como en la plataforma.