Análisis de Blizzard Arcade Collection (PC, Switch, PS4, Xbox One)

Blizzard Entertainment cumple 30 años haciendo videojuegos. Para celebrar este hito, el estudio ha lanzado una nueva colección en la que se incluyen tres de sus títulos más populares de la era 16-bit. Esta selección ofrece: The Lost Vikings, Rock N' Roll Racing y Blackthorne, tres títulos que en su día se lanzaron para SNES y SEGA Mega Drive. Quizás no sean tan representativos de la marca como lo son Diablo y Warcraft pero, sin duda alguna, muestran la diversidad y el enorme potencial que Blizzard tenía en sus inicios.

El que más me enganchó de la colección fue, evidentemente, Rock N' Roll Racing. Me flipan los juegos de carreras isométricos y el rock clásico, por lo que me pareció la combinación perfecta. Lanzado originalmente en 1993, este título es rápido y caótico y su banda sonora está cargada de éxitos de grupos como Judas Priest, Black Sabbath y Deep Purple. Por otro lado, en las carreras, encontramos armas similares a las de Mario Kart, que podemos utilizar para hacer tropezar a nuestros enemigos, e incluso existe la posibilidad de mejorar nuestro vehículo con el dinero que vayamos acumulando.

He de decir que al final también terminé sintiendo debilidad por The Lost Vikings. En este juego centrado en los puzles tendremos que combinar las habilidades de tres vikingos diferentes para superar cada fase. Erik puede correr y saltar, Olaf puede usar su escudo para parar proyectiles y Baleog puede atacar usando su espada y su ballesta. Muchos de los puzles están diseñados de manera creativa y se van introduciendo constantemente nuevos obstáculos y trampas para seguir ofreciendo una experiencia fresca al usuario. Sin embargo, lo que no me gustó fue el sistema de ensayo y error de sus niveles. Para progresar, todos los vikingos tienen que llegar hasta el final de la fase, por lo que si alguno de los tuyos muere accidentalmente por el camino, el juego te obliga a empezar de nuevo la pantalla.

Blackthorne fue el único de la colección que no me terminó de convencer. Se trata de un título de plataformas cinematográfico del estilo del clásico Prince of Persia, pero presenta una forma de disparo a cubierto bastante primitiva. A pesar de que soy un gran fan del diseño del juego y de la ambientación general, no pude pasar por alto el hecho de que el gameplay fuese tan lento. Para poder saltar o subir escaleras, primero tienes que asegurarte de que tu arma está bien enfundada, y además caminas a un ritmo desesperadamente lento, a menos que estés pulsando todo el rato el botón de correr. a recibido muchos halagos en el pasado, así que tiene sus fans. No obstante, como yo lo he probado por primera vez en 2021, no me he terminado de acostumbrar a sus controles.

En esta colección, además de estos tres juegos disponibles, Blizzard también ha querido incluir todo un tesoro de contenido extra para que los fans puedan conocer cómo fue el desarrollo, así como los primeros años del estudio. En el menú principal, puedes echar un vistazo a las carátulas y a los manuales originales. Asimismo, encontrarás extensas entrevistas fuera de cámaras e incluso un reproductor de música original obviamente, no incluye los temas con copyright de Rock N' Roll Racing). Toques como este hacen que el conjunto parezca una auténtica carta de amor a los fans, y la verdad es que mola mucho ver como el estudio va mucho más allá de lo que, por ejemplo, ofreció Nintendo en la Super Mario 3D All-Stars Collection.

Además, también se incluyen las versiones originales para SNES y Mega Drive de todos los juegos, así como las versiones definitivas mejoradas. Estas últimas incluyen elementos añadidos que no estaban presentes en los títulos originales como, por ejemplo, la función de mapeo automático en Blackthorne y versiones de calidad CD de la banda sonora de Rock N' Roll Racing. Junto a estas exclusivas adaptaciones, también se introducen estados de guardado, la posibilidad de rebobinar tu progreso si mueres accidentalmente y la opción de cambiar el tamaño de la pantalla, o aplicar diferentes filtros de imagen.

Sin embargo, mi mayor crítica hacia este nuevo proyecto es su precio. No tengo nada malo que decir de los juegos que se incluyen ni del contenido extra, eso sí, me parece un poco caro pagar 19,99 euros por tres títulos que rozan las tres décadas de antigüedad. Es probable que Blizzard haya primado la calidad sobre la cantidad en la creación de esta colección, pero The Lost Vikings 2 no está incluido, y ha recibido una puntuación casi tan buena como la de su predecesor. Además, también falta RPM Racing, que es de la misma época. Vale, es verdad que este último no fue precisamente muy bien recibido, pero es una parte importante del legado del estudio al ser su primer lanzamiento.

En conclusión, aunque su selección es un poco limitada, la Blizzard Arcade Collection presenta lo mejor que el famoso estudio nos ofreció en sus primeros años. Los tres juegos son muy variados, ya que cubren una gran variedad de géneros, y en la colección hay montón de contenido extra muy interesante como, por ejemplo, entrevistas y un reproductor de música. En definitiva, se trata, sin duda alguna, de un paquete bastante completo. Eso sí, tendrás que decidir por ti mismo si lo consideras digno de su precio.