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¿Por qué no arranca mi Ferrari?

¿Por qué no arranca mi Ferrari?

Autor: PIC16f84 el 28 de marzo 2014 a las 16:18
Etiquetado como: ocurrencias

Ahora que he llamado su atención....efectivamente, esto no tiene que ver con coches. Bien, cuando compramos un vehículo, y más tratándose de uno de alta gama, todos esperamos que cumpla ciertas cualidades, algunas de ellas rayando en la excelencia. Por ejemplo queremos que tenga mejores calidades interiores que los de gama media, algunos extras, que el servicio técnico nos de buen soporte, una fiabilidad más alta, etc. Además damos por sentado que traerá lo que traen todos los coches de serie : asientos, maletero, 4 ruedas, al menos 2 puertas con ventanilla y un motor claro. Sin alguna de esas cosas y especialmente sin el motor o las ruedas, el coche no serviría para su propósito : desplazarnos largas distancias. Podríamos incluso decir que ya no se puede considerar un coche. Es más, a ningún fabricante de automóviles se le ocurriría vender jamas un coche sin alguna de esas partes pues sería un completo fracaso de ventas, la opinión pública se mosquearía y la prensa se echaría unas risas a costa de la marca.

Pues bien, esto que parece tan obvio para el sector del automóvil no debe serlo para el de los videojuegos, o al menos así lo cree Bethesda que ha anunciado esta semana la edición coleccionista del Wolfenstein: The New Order. El bundle trae de casi todo : Mapas y arte del juego, figura, parches para la ropa, placas y todo eso en una caja metálica para redondear la presentación. Lo que no trae es una pequeña obviedad, una nimiedad sin importancia : el juego.

Si después de leer esto se te ha saltado un empaste de la risa o te ha explotado una vena de la presión arterial es porque no entra en cabeza humana llamar edición coleccionista de un juego a una caja de cosas entre las que no se incluye el propio juego. Podrían haberlo llamado, no se, "merchandising bundle/pack" , "special extras box", o incluso "caja con mierda de la buena para coleccionistas" y no habría pasado nada. Pero no, han decidido apostar duro, nada menos que contra el sentido común.... Bethesda cree que puede vender Ferraris sin motor y yo opino que la "mano invisible" del mercado dará una pronta y rápida bofetada como respuesta a la cuestión.

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Jardines vallados

Autor: PIC16f84 el 6 de marzo 2014 a las 00:01

En informática, el término jardín vallado hace referencia a la imposibilidad por parte del usuario de acceder a toda la información de un determinado servicio o, más generalmente, al excesivo celo por parte del fabricante del software de mantener un control estrecho sobre qué se puede hacer y qué no con su software. Internet tal y como lo conocemos hoy en día no habría sido posible si no se hubiera construido sobre la base de la apertura y colaboración de todos sus participantes. Imaginemos un escenario en el que el correo electrónico sólo nos sirviera para enviar e-mails entre direcciones del mismo proveedor, de manera que si tengo una cuenta de gmail puedo comunicarme con otros usuarios de gmail pero no con los de yahoo o hotmail. O imaginemos por ejemplo que desde un ISP sólo pudiera acceder a ciertas webs pero no a todas, o no pudiera usar skype, sólo navegar. Un escenario en definitiva donde cada servicio o aplicación fuera una isla independiente, una suerte de torre de babel donde grupos inconexos tienen que hablar 1000 idiomas distintos para poder estar en contacto.

Desde hace unos años a ésta parte, curiosamente desde que ciertos individuos acuñaron el término nube, todos los nuevos servicios que aparecen salvo raras excepciones son del tipo jardín vallado : Facebook, Twitter o Whatsapp, son ejemplos de servicios que no permiten algo tan sencillo y normal como podría ser hacer un backup de los datos, o comunicarse entre sí. Por poner un ejemplo, no puedo usar un cliente no oficial de Whatsapp desde un ordenador ya que el protocolo es cerrado y al fabricante no le apetece que yo pueda tener esa posibilidad. Tampoco puedo hablar con mis amigos de Line desde Whatsapp ya que es una app de la competencia. Lo peor de todo es que para el caso del chat ya existe un protocolo para abierto y que permite sindicación (es decir, comunicarse entre diferentes servidores, independientemente de donde haya abierto la cuenta de usuario) llamado jabber. Las modas son pasajeras y sino que se lo digan a Microsoft, que hace unos años tenía millones de usuarios de Messenger y MySpace y hoy nadie se acuerda de esos servicios. Sin embargo el correo electrónico, aún con todos los inconvenientes que pueda tener un sistema que se inventó en 1961, se sigue usando hoy en día, ¿Por qué?. Porque es un protocolo abierto y cualquiera puede hacer una app que lo use.

Centrándome en el el ámbito de los videojuegos, la semana pasada hemos conocido la noticia de que Nintendo va a cerrar varios servidores de Wii y DS. Tristemente esto no es algo nuevo ya que en los últimos años el cierre de servidores viene siendo noticia habitual. ¿Las razones que hay detrás? : Las empresas suelen alegar pocos jugadores o restructuración de recursos para nuevos juegos; la realidad es que simplemente ya no les es útil tener los servidores online, previsiblemente porque quieren forzar a que la gente compre el nuevo juego de la saga o la nueva consola de la generación. En cualquier caso, la pregunta que todos deberíamos hacernos es qué estamos adquiriendo cuando compramos un juego. Hace unos años, en la generación de los 16, 32 y 128 bits, la respuesta era sencilla : un juego era (y esto es una definición personal mía) una experiencia de entretenimiento autocontenida. Un juego venía en un soporte físico que se metía por alguna ranura de la consola y simplemente funcionaba y te tendía enganchado delante de la pantalla horas y horas. Lo acabo de comprobar, mi Game Boy verde sigue funcionando y los juegos siguen ahí, justo donde guardé la partida por última vez. Desde hace unos años a esta parte ésto ha dejado de ser verdad porque ya no somos dueños de un juego, "la industria" ha decidido que ahora somos clientes de un servicio de entretenimiento que ellos controlan y lo suprimirán cuando lo crean conveniente. Un ejemplo de ésta actitud desde la industria hacia el jugador se puede ver en la falta de modo LAN de algunos juegos cuando hace unos años era algo casi básico. ¿Quién podía imaginar que vería la luz un StarCraft sin LAN?.

Alguna vez le he comentado a un buen amigo, medio en broma medio en serio, que el día en que World of Warcraft cierre los servidores, habrá suicidios en masa y protestas por las calles. La gente simplemente querrá seguir jugando a WoW, aunque ya no sea rentable para Blizzard mantener los servidores, aunque el WoW 2 esté a punto de salir a la venta. Nadie se acordará del StarCraft 2 dentro de 30 años porque nadie podrá volver a jugarlo en red, al menos de forma oficial y legal. El concepto de videojuego sigue siendo el de antaño para muchos de los que hoy en día nos seguimos considerando "jugones". ¿Por qué no regalar el software del servidor cuando la vida útil de un producto ha expirado?.¿Por qué no tratar a los clientes por una vez como jugadores?. Al fin y al cabo, el servidor sin el cliente no sirve de nada, la vida útil de explotación del producto ya ha expirado y no se puede sacar más dinero por él. El MAME no es más que la constatación de que la gente quiere seguir jugando a lo mismo que jugaba en su infancia, que no entiende de rentabilidades ni de estudios de mercado. Dejadnos seguir pudiendo desempolvar de vez en cuando aquellos viejos cartuchos el día que decidáis despedir al jardinero, dadnos una copia de la llave de los columpios para entrar de vez en cuando.

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Juegos y Software Libre (I) : La Batalla por Wesnoth

Juegos y Software Libre (I) : La Batalla por Wesnoth

Autor: PIC16f84 el 26 de febrero 2014 a las 15:37
Etiquetado como: estrategia, software libre

Battle for Wesnoth es uno de los juegos más divertidos y maduros en el panorama del software libre actual. Encuadrado dentro del género de la estrategia por turnos, nos presenta un mundo fantástico en el que diversas facciones se enfrentan por su control y supremacía. Contamos con los clásicos humanos, enanos, elfos, orcos, trolls o muertos vivientes, pasando por criaturas acuáticas como nagas y sirénidos, así como las reptilianas dracos y saurios.

La mecánica es sencilla de entender pero difícil de dominar : reclutar un ejército para el campo de batalla a partir de un catálogo de unidades, controlar ciertas posiciones clave del tablero llamadas aldeas y, finalmente, destrozar a los ejércitos enemigos. Solo podremos reclutar unidades cuando nuestro comandante esté en una casilla especial de torreón y cada unidad tiene un coste económico, tanto en el momento de reclutarla como de mantenimiento durante cada turno por lo que tendremos que jugar con el factor de ingresos versus gastos.
Para aumentar los ingresos necesitamos controlar las susodichas aldeas que son unas casillas especiales y de número limitado distribuidas a lo largo del mapa. El jugador que se posicione con una de sus tropas sobre una aldea será el dueño de la misma hasta que otro la ocupe, reportándole ingresos que podrá invertir en mejorar su ejercito. Podemos dejar unidades defendiendo las aldeas pero si nos descuidamos los adversarios controlarán las otras que estén vacías en un periquete lo que les proporcionará unos ingresos que tarde o temprano acabarán inclinando la balanza a su favor. Es un juego del gato y el ratón constante donde nunca hay una estrategia ganadora clara : a veces nos convendrá sacrificar pelotones enteros en un intento de proteger zonas claves o para crear una distracción mientras atacamos por la retaguardia al enemigo; otras la mejor estrategia puede ser la retirada.

Nuestras unidades ganarán experiencia y subirán de nivel al enfrentarse a otras y especialmente al dar el golpe de gracia al enemigo. Lo que es aún más interesante, al subir de nivel la unidad se cura por completo y en algunos casos el jugador puede elegir la evolución de entre varias posibilidades. Esta técnica de recuperación + evolución milagrosa de una unidad da a ambos bandos la posibilidad de cambiar las tornas de la batalla en cualquier momento.

La cosa se complica un poco más cuando conocemos que cada raza tiene sus propias fortalezas y debilidades que les otorgan ventajas en ciertos momentos del día o dependiendo del tipo de terreno en que se encuentren, así como cuentan con habilidades únicas tales como atacar por la espalda, ocultarse en bosques o marismas, envenenar al adversario o regenerarse. La variedad de ventajas no solo lo determinan la raza o la unidad concreta, sino que también hay ciertas características al azar fijadas en el momento que reclutemos a la unidad. Por ejemplo, nuestro enano puede salirnos con un extra de resistencia al daño, un elfo puede ser algo más rápido de lo normal o más diestro con el arco, etc.

El factor suerte es la gran virtud y a la vez el gran lastre de éste juego. En cualquier momento nuestro poderoso jinete de wargo puede caer frente un simple piquero raso, siempre que el azar le sea extremandamente favorable claro. Nunca tendremos la seguridad de nada, sólo porcentajes de probabilidades . En más de una ocasión maldeciremos al generador de números aleatorios mientras que otras respiraremos aliviados al salvarnos por los pelos.

No puedo dejar de recomendaros que le deis una oportunidad porque el juego lo merece. Ya sea por su increíble banda sonora, por sus modos online : servidor, LAN (si, algunos aún jugamos en LAN Blizzard) o contra la máquina, por sus campañas, las que trae por defecto el juego y otras descargables y en definitiva por la comunidad que hay tras el juego, ésa que está constantemente mejorando y añadiendo nuevo contenido en forma de campañas o creando razas nuevas, equilibrando el juego y en definitiva manteniendo su esencia viva y en constante evolución.
Aunque Battle for Wesnoth no sea un juego que se distinga por unos gráficos espectaculares, es uno de esos que engancha, de los de la vieja escuela, adictivos y complicados, que te dejan un regusto que no se olvida. Un juego al que da igual cuantos años pasen que siempre nos apetecerá volver a jugar una partida de vez en cuando.

El juego está disponible para Windows, GNU/Linux, MacOS X y Android entre otros, ¿a que esperas para darte una vuelta por Wesnoth?.

Página oficial : wesnoth.org