La noticia bomba de esta semana ha sido la presentación formal del corazón de Xbox Series X. El estreno de la arquitectura RDNA 2 en los nuevos chips ZEN de AMD dan una capacidad de procesamiento de 12 teraflops, según Microsoft. Desde luego que este no es el único factor que determina el rendimiento de una máquina ni tampoco son los números brutos garantía de lo que después se va a ver en pantalla, sin embargo, ¿cómo queda esta capacidad comparado con la de los modelos anteriores?
El tuitero experto en Xbox @Klobrille ha creado un gráfico de barras para que sea más sencillo visualizar la diferencia de potencia entre Xbox Series X y las Xbox anteriores. Es fácil apreciar el gran salto numérico frente a una Xbox One X que ya había multiplicado lo que podía hacer la versión básica. Aunque, desde su punto de vista, será tan importante como ese número bruto el resto de factores, como la eficiencia que debe aportar el uso de RDNA 2.
En la presentación, Microsoft también reveló otras características de su futura máquina y presentó la función Smart Delivery, un cross-buy de facto entre Xbox One y Xbox Series X garantizado para juegos first party y abierto también a otros distribuidores externos.