Español
Gamereactor
artículos
Monster Hunter Rise

Diario del Cazador: El viaje de un novato hasta ser un verdadero Monster Hunter

He ido tomando notas de mis viajes y reflexiones frente a la hoguera mientras cazaba bestias en mi camino hacia la expansión Sunbreak.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio
HQ

A estas alturas de la película todos conocemos o hemos oído hablar de Monster Hunter Rise. Capcom lleva casi dos décadas desarrollando esta serie de RPG tan característica dentro de su catálogo y en esos años, son muchas las versiones del mismo concepto que hemos podido disfrutar. Por supuesto, a estas alturas ya habréis leído todo lo relacionado con Monster Hunter Rise y seguro que también sobre su nueva expansión Sunbreaker. Como ya sabréis, es necesario haber jugado unas cuantas horas al Monster Hunter Rise para poder disfrutar la expansión, y por eso he emprendido este largo y duro viaje, sin haber puesto un solo pie en mi vida en la serie de cazadores de monstruos.

Monster Hunter Rise

Sunbreak trae muchas novedades consigo, no sólo con respecto a toda la saga sino también con su juego base concretamente. Por ello he pensado que se trata de una oportunidad perfecta para conocer de primera mano la experiencia de un usuario que se acerque por primera vez, no sólo al juego, sino también a la franquicia. Sí, ése soy yo.

Comienza la cacería

Pido perdón si me he puesto un poco melodramático, pero es que servidor es un fan acérrimo de Bloodborne y claro, si tus compañeros te dicen: "Oye ¿te apetece pasar dos semanitas repartiendo castañas a monstruos y bestias?"; bueno, pues tú contestas que sí. Mi aventura comenzó como cualquier otra: buscando un tráiler del juego, porque nunca había probado un Monster Hunter. Siempre había querido jugar un juego de la ya clásica franquicia nipona, pero hasta ahora no había tenido la oportunidad. De modo que veo el vídeo con los dragones, espadones, que te acompañan un perro y un gato... "- Vale, aquí tienes todo mi dinero."

Publicidad:

Lo que no te cuenta el video de Youtube ni ninguna reseña es que, además de un simulador de monterías, Monster Hunter Rise es un cursillo acelerado para sacarte filología hispánica. Os juro por Kratos que después de 25 horas jugando aún me saltan mensajes del tutorial. Yo vengo de una generaión donde los pocos juegos que llevaban texto sólo lo hacían como relleno entre fases de jugabilidad pura y dura, y además en aquella época los juegos eran todos en inglés, por lo que me acostumbré a ignorar todos los diálogos. De modo que ahí estaba yo, después de tres horas en un editor de personajes, en alguna clase de pueblo japonés imaginario. Por alguna razón todas las criaturas de este mundo atacan nuestra pobre aldea y el pueblo confía en mí (su cazador más novato) para detenerlos.

Después de pasar unos 100 años ignorando cuadros de diálogo que explicaban las 1000 mecánicas del juego, por fin salí de cacería. El juego me permite elegir el estilo de arma que llevo equipada, por lo que opté por una gigantesca espada que se transforma en hacha (en plan arma convertible de Bloodborne). De modo que allí estoy yo, con mi perro, mi gato parlante y un espadón que literalmente no me cabe en la espalda en la búsqueda de alguna clase de dinosaurio (no me he enterado bien).

Monster Hunter Rise
Publicidad:

A veces el tamaño no lo es todo

El juego te permite montarte en el perro (nuestro compañero Canyne, hablemos con propiedad) y corretear por enormes áreas de mundo abierto, así que allá que voy. Acostumbrado también a corretear por ahí a lomos de Torrentera en Elden Ring intenté ignorar unos 6 marcadores distintos en el hub que no me he enterado de para qué funcionan y me lancé a la batalla directo y sin pestañear. El mundo de Monster Hunter Rise es francamente precioso, la verdad. Colinas, árboles de todas clases, ríos con sus cascadas y animales de todas las clases que, a modo de NPC, nos hacen compañía a lo largo de nuestra caza. Después de dar algunos saltos por ahí por fin di con mi presa.

Desenvainar mi hacha gigante fue muy satisfactorio, pero lamentablemente ahí terminó la diversión. Monster Hunter es lento, muy lento. Una vez activas tu modo de combate, eres un tanque y la distribución de botones no ayudaba. La paliza fue monumental. Mis mascotas y yo volvimos a la aldea con el rabo entre las piernas y me tocó sentarme a estudiar. Como nací en los años 80, sé muy bien que un JRPG te premia cuanto más vestido de mamarracho puedas ir, de modo que me hice con una armadura que tirara por tierra mis tres horas en el editor de personajes. Después deduje que uno de esos marcadores debía de servir para administrarme pociones, cosa que así era.

El segundo intento fue mucho mejor, aunque aun así sólo pude durar un poco más. Después de regresar a la aldea decidí probar diferentes armas en el área de entrenamiento. Finalmente me decanté por las cuchillas dobles y así cambié el Bloodborne por el God of War a ver si esta vez lo conseguía. Creo que no hay un arma mejor en MH, sino que cada uno debe adaptar su estilo. Lo mío con las cuchillas dobles fue amor a primera vista y a partir de entonces la cosa fue como la seda.

Monster Hunter Rise

A mí esto me suena de algo...

Dejadme que os hable un poco del juego con otro al que me recuerda. Como nací en los años 80, yo viví la época en la que SEGA no sólo hacía consolas sino también buenos juegos, y MHR me recuerda a uno de ellos: Phantasy Star Online. Probablemente el juego no os suene pero su similitud con MH es bastante curiosa. En Phantasy Star Online la premisa era la invasión de un planeta jungla, con diferentes biomas y repleto de criaturas que recordaban a las terrestres ¿os suena?. Por supuesto el término "online" no era una casualidad, ya que podías conectar con tus amigos a través de internet para que te ayudarán con las zonas y bichos más difíciles. De modo que quitando las naves espaciales, los rifles láser y los sables luz, aquí viene a ser lo mismo.

Desgraciadamente son más las similitudes que tienen Monster Hunter Rise y Phantasy Star Online, una de ellas es la repetición. Al final tenemos dos tipos de misiones (cacería y frenesí) y la dificultad de ambas se reduce a que los animales parecen tener una vida eterna. Además, y esto es muy importante, hay una increíble repetición de misiones en el juego. Al empezar, las dos hermanas que se presentan al inicio nos van otorgando misiones: Misiones de Aldea y Misiones de Sala de Reunión. Como yo sabía que necesitaba alcanzar el Rango 7* para comenzar con Sunbreak, me puse a la tarea con lo que sin duda era el arco principal. Pero no, es en la Sala de Reunión donde se debe alcanzar dicho rango.

Por supuesto eso es sólo la punta del iceberg. Además de los muchos tipos de armas que probar, de cada una de ellas tenemos decenas de mejoras gracias a los materiales que obtenemos de los bichos que matamos. A eso hay que sumar cientos de objetos además de mejoras de armadura. 'Rise' sabe premiar que disfrutes del juego, que te aprendas de memoria sus mecánicas y con cada victoria avanzar un poquito más en la trama general. En los 'Souls' en cambio debemos adaptar nuestro estilo al juego mientras MHR nos permite encontrar nuestro lugar en él.

Y hasta aquí mis aventuras en esta primera parte del simulador cinegético de Capcom. Muy pronto volveré a contaros cómo me ha ido en Monster Hunter Rise: Sunbreak. ¡Cuidad de vuestros compañeros Canyne y Felyne hasta entonces!

Monster Hunter Rise

Contenido relacionado

0
Monster Hunter Rise (PC)Score

Monster Hunter Rise (PC)

ANÁLISIS. Autor: Ben Lyons

Tras un tiempo como exclusivo de Nintendo Switch, Capcom lleva el nuevo Monster Hunter a PC con una buena amalgama de mejoras gráficas y de rendimiento.

0
Monster Hunter RiseScore

Monster Hunter Rise

ANÁLISIS. Autor: Alberto Garrido

La nueva entrega de Capcom toma lo mejor de MH: World y le añade un montón de nuevas mecánicas para cazar a las bestias más temibles.



Cargando más contenido