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Assassin's Creed Valhalla

Doble 'easter egg' de Assassin's Creed Valhalla: guiños a Zelda y Lovecraft

¿Qué fue antes, el huevo de pascua o el cuco? Capturamos un 2x1 de referencias en el juegazo de Ubisoft.

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Tras la realización de nuestro análisis de Assassin's Creed Valhalla, seguimos recorriendo y explorando los bosques y campos de Inglaterra. Es común esconder algunos huevos de pascua por parte de los desarrolladores del juego en sus títulos, guiños a otros juegos que han sido referentes para ellos o historias que les han marcado.

En el caso de hoy os traemos algo aún más curioso: Una confluencia de huevos de pascua en un mismo lugar en Assassins Creed Valhalla:

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En el vídeo aparece Eivor realizando una misión de infiltración en una fortificación junto a la costa. Durante su exploración oye unas voces pidiendo ayuda desde el suelo y al abrir un acceso y bajar por el hueco encuentra una especie de celda de tres paredes similar a aquella que aparecía en Nido de Águilas, el castillo de la casa Arryn en la serie Juego de Tronos, donde tuvieron retenido a Tyrion. Pero esa no es la referencia. En ella nos topamos con un esqueleto ensangrentado y varios miembros mutilados aún frescos, rodeados de gallinas.

Bien podría ser que aquellos prisioneros sufrieran un destino peor que la espada, porque si golpeamos una de las gallinas que pululan por la celda, el resto inmediatamente se lanzará a atacarnos sin cuartel. Por suerte y a pesar de ser gallinas, con un hacha y un poco cubiertos de plumas podemos salir sin mayor apuro del combate. No tenía tanta suerte Link en la aldea de Kakariko si golpeaba a uno de los cucos tres veces... o huía, o moría. Todo un guiño a la serie The Legend of Zelda, de la que seguro que también han bebido en Ubisoft para este Assassin's Creed: Valhalla.

Pero es que si leemos una hoja junto al esqueleto, vemos que el desafortunado prisionero relata que aquel castillo está conectado a horrores más allá de nuestra consciencia, y que sueña con seres peludos y de muchas patas que le susurran hasta la locura. Podría no ser nada del otro mundo, si no fuera porque la localización donde nos encontramos se llama Dunwic (incluso Eivor la pronuncia "Dunwich" en castellano), y tanto ese nombre como esos seres pertenecen al imaginario de la obra de H.P. Lovecraft. Más concretamente hace referencia a su obra de 1928: El Horror de Dunwich, donde una criatura de muchas patas, con rostro humano e invisible vive confinada en una estancia similar, alimentándose de los animales y personas que caen en sus garras.

Estaremos explorando hasta el último rincón de Assassin's Creed Valhalla, por lo que no descartamos que haya más secretos tan curiosos como estos escondidos en su inmenso mapa. Nosotros desde luego seguiremos buscando y disfrutando de la experiencia.

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