Dragon Age: Inquisition - primer contacto

"Este juego es vuestro juego", subraya BioWare Edmonton pasados diez minutos de su primera presentación de gameplay en directo del tercer Dragon Age. Su idea es no alienar la serie, pero veinte minutos después, cuando la demo llega a su fin entre rugidos de dragón, se aprecia y agradece la profunda ornamentación que intentan grabar a fuego lento sobre este mundo enorme y devastado por la guerra.

Inquisition está ambientado cronológicamente tras las dos primeras entregas ("no queríamos que hubiera demasiadas barreras para los jugadores entre coger el juego y ponerse a jugar; los juegos de Dragon Age nunca pretendieron ser una serie, son estas experiencias únicas que tienes. Cuenta la historia de un mundo, pero no de un personaje en particular", asegura el productor Cameron Lee tras la presentación sobre la ausencia de un "III" en el título), y hará que te aventures a explorar zonas mucho más amplias como el Inquisidor, extendiendo tu influencia gradualmente por los cuatro rincones del mundo. Esto requerirá una combinación de tus habilidades de combate y tu capacidad para tomar el mando de las muchas fortalezas esparcidas por el mapa, convirtiéndolas según tus necesidades.

La demo de tres actos abarca un trío de áreas "de tamaño medio", cada una mayor que todas las localizaciones de Dragon Age II. Un mapa aparece en pantalla brevemente para mostrar la enorme distancia que ha tenido que saltar el equipo de desarrollo para realizar esta demo. Pasan por claros veraniegos, mazmorras inundadas, desiertos iluminados por la luna, el valle de la muerte de un dragón. Estas bestias fatnásticas se podrán ahora montar, a no ser que prefieras el 'paseito' de quince minutos de la punta de una zona hasta la siguiente.

Durante la demo todo corre en PC, y el barrido visual es impresionante, con mucho detalle y aun así enfatizando los colores vivos para dibujar una ambientación de fantasía. Como con Witcher, como con Skyrim, es un look único para una premisa bastante usada. Tu personaje se mueve de forma realista cuando pasea sobre terrenos inclinados, o cuando anda por una orilla embarrada. Hay pocos elementos planos en todo el decorado; colinas y altos picos montañosos ondean al fondo del paisaje más inmediato. Alcanzar una cima permite al equipo realizar esos extravagantes barridos para presumir de distancia de dibujo y enseñar diversos puntos de interés; puestos enemigos, cuevas, profundos valles. Tienes la opción de atacar si te apetece. Puedes hacer lo que te venga en gana.

Porque la decisión del jugador sigue siendo lo primero. La apertura de la demo se centra en una historia de misión secundaria en la que tienes que decidir retirar tus tropas hacia una fortaleza cercana o dejar los heridos en el pueblo de Crestwood para que se las arreglen por su cuenta. Tus compañeros no tienen por qué compartir tus sentimientos, y cuando se reproduce una escena de cierre en la que tu acompañante Baird contempla la carnicería resultante -los restos chamuscados de los habitantes de Crestwood- BioWare aprovecha para recalcar que "las acciones valen más que las palabras", y que todo tendrá consecuencias. Considerando que es la compañía que nos dio Mass Effect, ya sabes que no es una amenaza (o promesa) vacía.

Pero menos palabras y más leña; la demo estaba repleta de combate y el equipo fue enseñando más y más durante su muestra. Comienzan con choques uno contra uno, con la cámara acercándose hacia el Inquisidor mientras derriba a los rivales por orden. En la siguiente pelea, saltan a otro personaje del grupo de cuatro para detallar el combate centrado en el trabajo en equipo, en el que la cámara se separa ligeramente para que todos entren en el plano. Terminan demostrando el Modo Táctico, que vuelve desde Dragon Age: Origins, y en el que la vista se eleva sobre las cabezas y se puede 'panear' libremente por el escenario.

El Inquisidor carga con un enorme sable (aunque los desarrolladores pasaron a su variante flamígera más adelante) y un gancho con cadena para desequilibrar a los enemigos. Tus compañeros completan el repertorio con ballestas, ataques mágicos, espadas más pequeñas y escudos. BioWare pausa el juego cuando arranca la batalla, barriendo la zona con la cámara para detectar posibles problemas (magos con escudo, escuadrones enemigos) y soluciones (cobertura natural con el terreno, estructuras destructibles como el pilar debilitado de un puente). Puedes escanear a los enemigos para comprobar sus 'stats' antes de decidir tu movimiento.

Así van apilando la estrategia, ejecutando una lista de comandos para cada personaje. Ubicando puntos de movimiento, áreas sobre las que lanzar conjuros de hielo... luego dejan otra vez que el tiempo siga su curso. Las acciones se efectúan según los planes y el reparto del pastel de las peleas llega bastante rápido. Entonces vuelven al Inquisidor, para encargarse de los rezagados que quedan.

Los puestos conquistados se pueden personalizar para sacar ventaja, convirtiéndolos en fortalezas militares, fuertes dedicados al espionaje o construcciones de conexión. El equipo no quiso entrar en las implicaciones reales de estas elecciones, ni del sistema Agente que vimos de pasada cuando pasaron por unas cuantas pantallas estáticas al final de la presentación. Todavía queda más de un año, y mucho por contar.

Por la misma razón, simplemente avanzan y sugieren la presencia del coloso alado que convertirá tu vida en un infierno. En dos ocasiones durante la demo un dragón pasa de repente por la cámara, destruyendo estructuras antes de salir volando hacia los cielos. Cada dragón tendrá un aspecto único ("¡no tengo ni idea! En una de las iteraciones anteriores era similar, pero trinaba, como un dinosaurio de Parque Jurásico", se ríe Cameron cuando le preguntamos sobre el rugido de otro mundo que sale del bicho alado en la demo) y presentará desafíos diferentes. La idea es que tendrás que huir de estas bestias titánicas hasta que hayas alcanzado un nivel suficiente para sobrevivir a un encuentro directo. El equipo termina la demo con una carga contra la bestia cuando reaparece por tercera vez. Escupe fuego sobre las tierras y campos, que quedarán en desechos y cenizas. El logo del juego y el final de la primera demo de Dragon Age: Inquisition.

Cuando el juego salga a la venta en otoño del año que viene, lo hará para las consolas de actual y nueva generación de Sony y Microsoft, y también para PC. Aunque EA ha ofrecido transferencias de partidas guardadas entre consolas, preguntamos cómo es que BioWare no ha decidido dejar atrás definitivamente la generación que se despide. "Tenemos una base de fans tan grande que no queríamos dejar a esas personas fuera", asegura Cameron, quizá demasiado consciente de lo que se hacen oír sus seguidores. "No van a encontrar una experiencia distinta [entre las versiones para diferentes consolas]. Verás mucha más inmersión y detalle, riqueza, en la Gen 4. Pero la historia no va a ser diferente. No va a parecer que hayamos cortado medio juego; es demasiado importante para nosotros que todo el mundo participe en lo que creamos".