Análisis de Dragon Ball Xenoverse 2 para Nintendo Switch

No hace ni un año que el universo Dragon Ball se expandía con un nuevo videojuego. La subsaga Xenoverse recibió una segunda entrega que refinaba todo lo negativo del primer título y alimentaba el resto para conseguir algo mucho más sólido, completo y divertido. Dragon Ball Xenoverse 2 llegó para dar de lleno en el corazón del fan de toda la vida, del que imitaba las "kames" en el recreo y jugaba a recrear las grandes peleas del manganime creado por el ilustre Akira Toriyama.

Septiembre de 2017, Nintendo Switch. Un segundo hogar para este videojuego, que llega al catálogo de una plataforma joven y con la gran ventaja de jugar donde y cuando quieras. Xenoverse 2 ya está disponible en la consola de la Gran N y es, prácticamente, el mismo juego que se disfrutó en 2016, con sus virtudes y sus defectos; pero con la portabilidad como principal aliada, y algún que otro añadido que trata de sumar a un conjunto ya bastante extenso.

Es el momento perfecto para los que no tuvieron la oportunidad de jugarlo, a pesar de que hizo lo posible por llegar a todos los públicos con un lanzamiento en PS4, Xbox One y hasta PC. También es el momento perfecto para revivir la historia de los patrulleros del tiempo en su cometido por preservar la historia de todo Dragon Ball. Si pudiéramos hacer un símil, lo que este videojuego te propone es lo mismo que se le propondría a un director con una adaptación de cine. La diferencia es que el guión lleva escrito mucho tiempo, y tú tienes que encargarte de que se cumpla... a puñetazos.

Hace ya un tiempo, hablamos largo y tendido de este videojuego. En nuestro análisis original de Dragon Ball Xenoverse 2 desgranamos todo lo bueno y lo malo que lo caracterizaba. Su fanservice siempre presente y siempre útil (Goku y cía. enseñándote técnicas, ¿a qué fan no le gusta esa idea?), sus combates abiertos y sencillos a simple vista y su potentísimo contexto MMORPG siguen estando ahí, en una Conton City pensada para hacer de puente entre tu protagonista personalizado y todo el contenido, que de eso tiene para rato. Todo lo que hacía especial al juego original se conserva idénticamente en esta versión. Y eso es bueno, pero también malo.

Las herencias a veces dejan una carga difícil de obviar. Esos problemas con la cámara y el sistema de fijado que te pueden sacar de quicio en un combate complicado o cargado de personajes, la escasez de explicaciones para realizar algunas misiones o cobrar su recompensa, incluso esa rara sincronía entre los gestos de los personajes y su doblaje inglés. Detalles negativos como esos siguen presentes y se cargan el genial intento de sumergirte en el mundo de Dragon Ball.

Vale que puedas descargar gratis el DLC con toda la historia del primer juego, aunque muchos sucesos de aquí sean reciclados; vale también que haya otro disponible para conseguir todos los personajes y sus apariencias para luchar con ellos, y contra ellos. Todo esto juega a favor de este lanzamiento, facilitando disfrutar de la experiencia completa al usuario que llega por primera vez, aunque se queda corto ante el plato estrella: la portabilidad.

Estos días he podido acompañar a Gohan y Trunks en ese futuro tan pesimista, me las he deseado para cumplir los requisitos de Mr. Satán o para recopilar comida para la familia de Buu, y la mayoría de cosas las he hecho mientras iba y venía en el autobús. Jugar en modo portátil le hace un gran favor a una experiencia tan completa como esta, aunque haya requerido notables sacrificios en temas técnicos. No alcanza los 60 fps de las otras versiones, salvo en los 1 vs 1; la bajada de resolución se nota muchísimo en la pantalla de Switch, y hay pérdidas de fluidez en la tasa de fotogramas en ciertos momentos de Conton City, sobre todo cuando se reúnen muchos jugadores. Se han tenido que dejar muchas cosas en el camino técnico para que Xenoverse quepa en esta pequeña consola.

Y aun así, esta versión trata de aportar dos pequeños añadidos pensados por y para los Joy-Con . El primero es la Vibración HD, que notas desde el momento que recibes el primer puñetazo o lanzas tu primera Onda Vital (Kamehameha, mejor); el segundo el control por movimientos. Solo se aprovecha para ejecutar los ataques más poderosos, haciendo al jugador imitar los gestos que haría el personaje, y es divertido para un par de partidas con amigos, pero la precisión no es lo suyo, ni tampoco la rapidez de respuesta. Si quieres pelear en serio es mejor que los desactives y recurras a lo más tradicional, aunque quitarse el gusanillo de tirar un par de "kames" es algo que nadie puede evitar (y que puede provocar que te des algún golpe, como servidor).

Tendrá sus carencias, y le faltará esa enfermiza fidelidad del otro Dragon Ball que está en camino (FighterZ); pero lo que Dragon Ball Xenoverse 2 significa en Nintendo Switch es la experiencia más completa en cuanto a videojuegos basados en este universo. Esta propuesta que invita a acompañar a Goku y sus amigos a lo largo de toda su trayectoria, sumada con todos los contenidos opcionales y un multijugador que funciona a las mil maravillas, logra ponerse la corona cuando además te recuerda que puedes jugarla donde quieras gracias a su portabilidad. Seguro que más de uno habría intentado reunir las bolas de dragón hace años para conseguir algo así.