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Dragon's Dogma

Dragon's Dogma - impresiones Showcase

Cuando te fijas en Dragon's Dogma, piensas que este es el juego que querría haber sido Final Fantasy XIV

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Recuerda que esta no es la primera vez que jugamos a Dragon's Dogma. Aquí tienes nuestras primeras impresiones desde Tokio.

Un enorme mundo abierto. Fantasía occidental con un giro nipón. Épicas batallas contra jefes finales para mantenerte ocupado, magia muy chula. Tú contra el mundo, y sólo unos cuantos compañeros de tu lado. Y sobre todo, una jugabilidad intensa y emocionante.

Echamos otro cuarto de hora de juego con el action-RPG de Capcom, y sólo con ese tiempo nos encandiló este relativo desconocido y nos dejó otra vez muy buen sabor de boca.

Sería justo decir que no teníamos ni idea de qué iba este juego hasta que nos sentamos con él. Lo que descubrimos: un sistema de combate con mucha chicha que lo convierte más en una aventura de acción que en un frío RPG. Los ataques martillean contra enemigos como hombres lagartos y bandidos, mientras que un movimiento de agarre designado al botón RT te permite escalar ogros gigantes y colarte por zonas específicas para realizar algún movimiento de mutilación, arrancar cascos protectores o desarmar al rival.

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Dragon's Dogma

También te lo pasas pipa viendo cómo funcionan unas habilidades mágicas que sencillamente quedan genial en diseño y empleo Con un toque en el botón trasero para el contexto, están asignadas a los botones frontales: un movimiento de terremoto envía columnas de tierra hacia el cielo a tu alrededor, pero nuestro favorito es el ataque de cañón que invoca un orbe brillante enfrente tuya. Golpéalo y escupirá fragmentos dirigidos a los enemigos. Estas cosas se pueden ir puliendo, como tu escudo o tu arma principal, mediante toques elementales para conseguir infligir aún más daño.

El tradicional sistema de múltiples clases ofrece purasangres o híbridos, y cambiar entre ellos requiere únicamente dinero y un mercader dispuesto en el asentamiento más cercano, permitiéndote hacer varias pruebas antes de quedarte con un estilo de personaje predilecto.

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Pero una vez más, es la función de compañía la que más nos interesa. Llevas a un aventurero a tu lado a través de tus misiones, además de unas cuantas manos de alquiler. Puedes enviar a tu colega a otros héroes (intercambiarlo literalmente con otros jugadores a través de un mercado online). Cuando vuelva, traerá consigo todos los XP y la experiencia con monstruos y zonas que haya aprendido, lo que significa que puedes buscar compañeros conocidos por ciertas áreas para evitar ir a ciegas, o con algo más de seguridad para incrementar las posibilidades de supervivencia. Es una función social compartida que no está demasiado lejos de Dark Souls.

Si juego puede mantener el interés más allá del cuarto de hora, y si el mundo ofrece más variedad que grupos sedientos de sangre contra los que abrirte camino, son cosas que comprobaremos con detenimiento en su versión final. Sea como sea, Capcom ha captado nuestra atención con un título que quizá había quedado en segundo plano anteriormente.

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