Análisis de El Puño de la Estrella del Norte: Ken's Rage 2

El Puño de la Estrella del Norte, la serie anime ambientada en un mundo post-apocalíptico donde sólo los más fuertes luchadores de artes marciales pueden sobrevivir, cumple este año su 30 aniversario, y lo celebra con el lanzamiento de El Puño de la Estrella del Norte: Ken's Rage 2. El juego es un beat 'em up en el que el jugador se enfrenta literalmente a cientos de enemigos sin más arma que sus puños, una iteración más de Tecmo Koei en un género que ya ha cultivado con la saga Dinasty Warriors o la propia primera entrega de Fist of the North Star.

Ken's Rage 2 centra su experiencia en dos modos de juego. El modo Leyenda gira en torno a la trama original del anime, desde el punto de vista de distintos personajes, y el modo Sueño amplía el universo de El Puño de la Estrella del Norte y ofrece líneas argumentales alternativas a la planteada en el modo principal. En un planeta azotado por un holocausto nuclear, Kenshiro, el heredero de un arte marcial legendario, viaja por el mundo buscando vestigios de humanidad en un mundo que ha visto sus valores morales destrozados. Cuando las bandas de saqueadores y asesinos campan a sus anchas, la violencia es el único camino para sobrevivir.

El concepto de El Puño de la Estrella del Norte: Ken's Rage 2 es bien simple: si se mueve, mátalo. Tomando el control de uno de los más de 20 guerreros disponibles, el objetivo principal es avanzar por los escenarios mientras se aniquila a centenares (literalmente) de enemigos clónicos que acuden encantados a recibir una soberana paliza. Y es que al presentar un enfrentamiento tan desigual en términos numéricos, los enemigos (todos idénticos salvo en el arma que empuñan) sufren el "Síndrome de la bella durmiente": Los golpes del protagonista atraviesan grupos de rivales y destrozan a grandes aglomeraciones de bandidos en tan sólo un par de combos.

Las combinaciones de los ataques emplean los dos botones de ataque principales, y están prefijadas para cada uno de los personajes, sin cambiar a lo largo de todo el juego. Los únicos golpes que se van adquiriendo conforme se avanza en el modo Leyenda son las técnicas especiales, una retahíla de puñetazos y patadas que te hacen invencible mientras los ejecutas y funcionan a la perfección como movimientos finales.

La sensación general de juego es satisfactoria; es bastante divertido sentirse el guerrero definitivo mientras se acaba con diez enemigos por combo, pero el esquema sobre el cual se asienta la jugabilidad puede acabar resultando algo tedioso, ya que rara vez los rivales plantan cara, y la estrategia se reduce a algo tan simple como repetir los mismos tres o cuatro combos hasta limpiar la pantalla o derrotar al jefe. El juego intenta introducir en ciertos momentos objetivos variados, como proteger a aldeanos indefensos, pero la premisa principal siempre se reduce a matar a todos los enemigos. En sesiones largas de uso, el título puede demostrar repetitividad en los esquemas, e incluso llegar a cansar al jugador.

Ken's Rage 2 implementa un sistema de desarrollo de personaje a partir de cinco atributos distintos, que se mejoran de nivel atacando, usando técnicas especiales, aguantando las rondas sin recibir daño, etc. Las características se mejoran también equipando y combinando correctamente pergaminos que potencian uno o varios de los atributos. El sistema está bien definido y los tutoriales introducen al jugador en el mismo sin problema, pero a la hora de aplicarlo al juego es complicado notar las variaciones entre potenciar un atributo u otro.

El estilo artístico remite totalmente a que el juego está basado en un manga. Las cinemáticas combinan el estilo convencional con uno que rezuma estilo manga, con una presentación de la acción en forma de viñetas estáticas, aunque a veces rompen el ritmo de juego, al aparecer en mitad de una batalla contra un jefe o grupos de enemigos.

A pesar del curioso estilo visual, a niveles técnicos no es un juego que brille especialmente, con unos escenarios prácticamente vacíos que se repiten constantemente y enemigos totalmente idénticos con un modelado que peca de simplón. En el ámbito sonoro, las melodías que acompañan al título son variadas y crean una atmósfera de combate que enardece al jugador. Además de los modos Leyenda y Sueño, la experiencia Fist of the North Star se completa con una enciclopedia que atesora cuantioso contenido sobre el anime original y el juego.

En resumen: El Puño de la Estrella del Norte: Ken's Rage 2 es un juego sencillo, pero con una jugabilidad divertida. No tiene pretensión de ser uno de los grandes de su género, y es precisamente eso lo que hace que la sensación general al jugarlo sea satisfactoria a pesar de sus defectos. Un título capaz de maximizar sus virtudes y minimizar su factor repetitivo o estilo gráfico más simple. Una experiencia recomendada para los fans de la saga, o para aquellos que quieran introducirse en el universo de El Puño de la Estrella del Norte acabando con cientos de enemigos a la vez.