Eternals (Disney Plus)

A pesar de que al mando está la directora Chloé Zhao, Eternals de Marvel siempre ha tenido un aire de ser demasiado ambiciosa para lo que es. La cuestión de las nuevas incorporaciones al universo cinematográfico de Marvel siempre es complicada, pero también es difícil que te compren a un equipo de seres celestiales que son todopoderosos pero que permanecen ocultos, incluso con Thanos cargando contra el universo con un guante hasta los topes de Gemas del Infinito.

Sin embargo, desde el principio parecía que Eternals podría ser la típica historia de aventuras de Marvel, dejando atrás ciertos aspectos de la mitología de Shang-Chi para conseguir más sencillez en su forma. De nuevo: con Zhao al timón, una apuesta segura por la ganadora de un Oscar, no parecía pintar tan mal.

Pero, según gran parte de la crítica estadounidense, Eternals no da en el clavo y la narrativa cae por el enorme peso de la sobreexposición y unos clichés trillados. ¿Es un espectáculo? Claro. Pero, ¿es una presentación adecuada para estos seres revolucionarios? Qué va (por lo menos si atendemos a lo que dicta la sabiduría colectiva actual).

Entonces, ¿tan mal está la cosa? Bueno, tampoco tanto. Eternals es una buena epopeya de fantasía que lleva con satisfacción sus intenciones por delante y sus prioridades completamente al desnudo en cuestión de un par de minutos. Es una ópera de acción inocente y casi infantil, lo que también le aporta encanto. Pero le falta sutileza, o quizás ya está ahí pero cede rápidamente bajo el peso de la obra y nunca se recupera del todo.

En esencia, los Eternos son guardianes que llegaron a la Tierra para protegernos de los Desviantes, que no habían aparecido en el universo cinematográfico de Marvel hasta ahora, pero están entre los aspirantes al último mono con menos personalidad que se les ha ocurrido en Marvel. Llevan aquí 7.000 años y se han dispersado por el planeta, pero el chasquido de Thanos vuelve a resucitar la llamada "Emergencia" y los ocho (!) Eternos se ven obligados a volver a unir fuerzas para proteger la Tierra y salir de su escondite de una vez por todas.

Por supuesto, el hecho de que haya ocho personajes completamente sin definir en un largometraje de 157 minutos de duración es una exigencia difícil en sí misma, y es verdad que la cinta favorece a unos pocos escogidos, como a Sersi de Gemma Chen y a Ikaris de Richard Madden, mientras que Thena de Angelina Jolie, por ejemplo, tiene solo unas pocas escenas a su nombre. Sin embargo, no es el tiempo en pantalla lo que entorpece Eternals, ni tampoco su ritmo. De hecho, Eternals sigue siendo una de las epopeyas del universo cinematográfico de Marvel mejor realizadas de los últimos tiempos, dejando completamente en ridículo a películas de construcción similar como Thor: El mundo oscuro.

No, simplemente es porque no hay espacio suficiente en términos de historia para crear y ejecutar una visión creativa coherente que encaje con la introducción, la exposición de cada uno de los ocho Eternos, con establecer amenazas y antagonistas lógicos o con la construcción natural hacia el desenlace. Así que la película hace lo que puede para encajar esas piezas en cajas demasiado pequeñas, lo que resulta en una historia que se rompe por las costuras.

Zhao lo intenta. Su fotografía es bellísima y tiene un ojo para los paisajes y el color que hace que todo se vea con claridad y, a pesar de los Desviantes y que los antagonistas principales parecen demasiado genéricos, los propios Eternos y los escenarios en los que se encuentran están filmados y producidos de maravilla. Resumiendo: la película es visualmente espectacular, a pesar, de nuevo, de los siempre monótonos villanos.

Por desgracia, no se puede decir lo mismo de la banda sonora del compositor Ramin Djawadi, ya que si estás buscando música inspirada en la bella interpretación sinfónica de The End of The World de Skeeter Davis que salía en el tráiler, te espera una amarga decepción. Es aburrida, mediocre y todo lo común que se puede ser. Los compositores deberían atreverse a crear bandas sonoras etéreas de verdad, como las que hemos oído en Dune o en The Mandalorian.

No obstante, a grandes rasgos, Eternals es una epopeya fantástica bien atada que aporta todo el espectáculo visual, la acción bien coreografiada, los momentos emocionalmente impactantes y el esplendor que le corresponde a las películas de esta índole. Pero Zhao maneja el timón de un barco desnivelado que a veces se hunde, ya que el espectador ve con claridad que en realidad no hay tiempo suficiente para hacer lo que hace falta.

Sé que a la gente no le gustan los dípticos, pero a los Eternos les habría venido muy bien ese enfoque.