Análisis de F1 2013

Pocas personas en el público llegan a entender el nivel de concentración que implica analizar y encontrar el camino más rápido para atravesar una curva a más de 250 kilómetros por hora. Es una combinación de habilidades que muy pocos se acercan siquiera a poseer. Una diferencia considerable entre aquellos privilegiados que participan en las carreras de verdad y nosotros, que nos conformamos con afrontar un desafío virtual en nuestras pantallas planas.

Una curva no es solo una curva. Cada curva es un reto que prepara para el siguiente reto. Si a una curva le sigue otra curva, estás obligado a calcular el trazado más rápido entre ambas. Si a la curva le sigue una recta, tienes que considerar que cada fracción de segundo perdida se multiplicará durante la recta, donde acumulas a partir de la velocidad que llevabas al entrar para dictar tu velocidad punta. Además de todo esto, debes tener en cuenta las ruedas que llevas y tu estrategia general para las paradas en boxes.

Esos son algunos de los detalles básicos que les encanta diseccionar a los fans del deporte del motor más grande del mundo. Y tu voluntad para investigar a fondo y disfrutar de estos aspectos determinará la cantidad de placer que serás capaz de sacar a la última edición de la serie F1 de Codemasters.

Sin embargo, si llevas un tiempo leyendo sobre F1 2013 en Gamereactor seguro que has oído hablar sobre una novedad que no tiene nada que ver con el circo de la Formula 1 de nuestros días. Hablamos del Classics Mode, donde los desarrolladores han metido una selección de los pilotos, monoplazas y circuitos más legendarios. En otras palabras, podrás registrar tiempos de vuelta récord con un Lotus 98T, un Ferrari F1-87/88C o el icónico Williams FW12.

La atención por el detalle en este nuevo modo es encomiable como cabía esperar, y el estudio se ha esforzado para que todo parezca una producción televisiva de antaño cuando corres con los clásicos. Las chispas saltan de los bólidos, los colores son más sobrios y la falta de aerodinámica en condiciones provoca que los coches, y por lo tanto también las cámaras, se muevan con mucha más violencia durante las rectas y al entrar en las curvas.

Toda la oferta de la sección Classics debería captar la atención de los nostálgicos, pero si bien el contenido podría dibujar sonrisas en los rostros de los fans, hay que decir que por desgracia ha quedado algo incompleto. Sólo dos circuitos vienen con la edición estándar, y aunque hay que reconocer que Jerez y Brands Hatch son trazados fantásticos, su presencia y la de los pocos coches disponibles sólo sirven para despertar tu apetito de mucho más. Al final resulta un modo que se ha diseñado para ir completándose con contenido adicional en forma de DLC en el futuro.

El modo Classics es naturalmente solo una pequeña parte de un paquete mucho mayor en el que encontrarás las opciones de juego típicas como Gran Premio, Carrera o una zona de pruebas repleta de ingeniosas tareas. De hecho, este último aspecto (el modo Escenario), ha resultado ideal para aquellos que no tienen el tiempo o la paciencia necesarios para una carrera completa. Codemasters ha hecho los desafíos más dramáticos, por ejemplo cuando te dejan tres vueltas bajo un chaparrón en Spa para hacerte con la primera posición.

Por otro lado, es en el modo Carrera donde notarás los mayores cambios, algo natural pues esta parte del juego propone carreras más largas donde se pueden exhibir todos los nuevos ajustes y modificaciones.

Mucho se ha dicho sobre la inteligencia artificial mejorada, pero no pasa mucho tiempo hasta que encuentras agujeros en ella que los pueden explotar aquellos que quizá no siempre sigan las reglas. Naturalmente puedes poner las reglas a tu gusto, pero sin importar cómo lo prepares todo, al final resulta inconsistente y aleatorio en ocasiones. El jugador decide si quiere hacer un poco de juego de roles, y si lo haces así notarás que los rivales son más sofisticados y realistas este año, pues intentan adelantarte aprovechando mucho mejor el rebufo.

Sin embargo, el mayor cambio según mi experiencia son las renovadas físicas que afectan a las ruedas. Podría ser un detalle que solo importe a los seguidores de la serie más acérrimos, pero nada más lejos de la realidad. Tu estilo de pilotaje importa más que nunca en F1 2013, y reflejando el desarrollo del deporte real, asegurar que tus ruedas aguantan es más esencial que nunca. Puedes hacerlo pasando por parches mojados en las curvas, evitando hacer rueda o en general conduciendo de una forma más conservadora.

Como resultado de las físicas de ruedas mejoradas las carreras se desarrollan y se perciben de una forma mucho más realista que en años anteriores. Que te diga tu ingeniero de pista que tus ruedas han pasado 3 ó 4 vueltas más de las planeadas es suficiente para que te entre el pánico, mientras que las habilidades al estilo Jenson Button siempre te darán mejores resultados. Todo, claro está, si has configurado el coche en condiciones.

En cuanto al aspecto visual, queda patente que Codemasters ya había llevado las consolas actuales al límite, y por lo tanto no se aprecia casi ninguna mejora desde el año pasado. Una vez más optamos por analizar la versión para PC, y si bien el juego corre en pantalla con una sensación de velocidad y tasa de imágenes sin igual, ya se echan en falta algunos detalles y algo más de vida por los circuitos. Dicho esto, no hay ningún juego capaz de recrear la lluvia como este trabajo de Codemasters.

Sin duda, F1 2013 es la entrega más jugable de la serie de Formula 1 de Codemasters hasta la fecha, pero también es evidente que el juego ha llegado a un punto en el que únicamente los fans más dedicados advertirán las mejoras que está realizando el equipo. El Modo Clásico simplemente no tiene la suficiente profundidad como para convertirse en una baza considerable, y al ser casi todo el resto del juego muy parecido al producto del año pasado, hay que darle un par de vueltas antes de decidir si merece una nueva compra.

Las mejoras están en los pequeños detalles y lo cierto es que son lo bastante significativas como para que las carreras sean las más satisfactorias y realistas. Ahora debes decidir si estos retoques graduales te son suficientes, pero mientras tanto creo que voy a subirme a mi Williams y a intentar llevarme a casa cierto trofeo de plata que todavía merece Sir Frank.