Felix the Reaper - impresiones

En Felix the Reaper, controlas a una parca bailonga que concierta asesinatos para el Ministerio de la Muerte. Esta aventura tan rara empezó como un juego relajado, pero se ha convertido en un puzle 3D bastante complejo. En el juego, tenemos que ser hábiles manipulando los entornos para conseguir los objetivos que toquen en cada misión. A veces, tendremos que guiar a una víctima a la posición correcta y, otras, tendremos que ocasionar una cadena de eventos (muy estilo Destino Final) o intercambiar elementos en el nivel para que ocurran ciertas cosas.

Cuando descubrimos el proyecto del estudio danés Kong Orange, nos esperábamos una versión de Crypt of the Necrodancer o algo parecido, pero la danza de Felix tiene más que ver con la temática que con la mecánica. De hecho, quiere bailar con una encantadora jovencita llamada Betty, pero ella trabaja, por así decirlo, para el otro lado, en el Ministerio de la Vida. Es una motivación de personaje entrañable, pero nos olvidamos rápidamente de ella cuando nos pusimos con los rompecabezas. No obstante, la temática de baile permanece presente, pues Felix ha decidido que, en vez de moverse como una persona normal, prefiere dar brincos y saltar al ritmo de la música. Pese a que nosotros solo vimos una parte pequeña del juego, podemos decir que la animación es maravillosa.

La mecánica más importante de Felix the Reaper está relacionada con las sombras del entorno 3D. Como una verdadera parca, Felix no puede salir de la oscuridad y, por lo tanto, debe alejarse de la luz, lo cual limita nuestras opciones de movimiento. Por suerte, tenemos la posibilidad de cambiar la posición del Sol y darle a nuestro no-muerto más libertad para moverse. Podemos situar las sombras de dos formas posibles e intercambiarlas en cualquier momento; asimismo, incluye una opción de vista previa que resulta muy útil.

En el caso de que Felix acabe tostado por la luz accidentalmente, el juego nos permite corregir nuestro último paso y seguir jugando desde donde estábamos antes de meter la pata. No obstante, el juego registrará nuestro error y disminuirá la puntuación de la misión al final de ese nivel. Asimismo, también registra los paneles superados y el tiempo que te lleva finalizar la misión, por lo que parece que llegar a una puntuación alta es una de las principales motivaciones para repetir los niveles. Para completar los puzles, normalmente solo tendremos que reubicar ciertos objetos, por los cuales podemos saltar para movernos entre los caminos sombríos. El desafío está en reconocer los posibles caminos y completar los objetivos en el orden correcto.

El interés del estudio en la representación artística y la personificación de la muerte en la cultura popular y la historia ha preparado el terreno para el diseño básico del juego. En el fondo, a pesar de su bello estilo, Felix the Reaper trata sobre la muerte y el estudio lo tiene en cuenta. Dicho esto, se han encargado de que el estilo visual y el tono sea extravagante, y el juego celebra el humor fácil de forma espléndida. Es probable que esta fuese la forma más fácil y apropiada para de abordar el tema en cuestión.

Kong Orange ha creado un juego tan complejo como entrañable, con seis mundos de distinta temática (cada uno con sus propios niveles) llenos de enigmas que resolver. Eso sí, el hecho de que la danza de Felix se trate de forma tan superficial en la parte que hemos visto nos parece una oportunidad perdida. ¿Habrá más después? Al menos pega con todo lo demás. La sencilla mecánica de sombras funciona muy bien en los escenarios 3D, e incluso si nos hemos estancado alguna que otra vez, el humor tan encantador y la banda sonora contemporánea nos ayudan a seguir el juego y a no frustrarnos demasiado.