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Google Stadia - Análisis preliminar

El cloud gaming de Google llega a España con muchas limitaciones de contenido pero con su base estable.

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Google Stadia debe superar un gran reto. El nuevo servicio se coloca a la cabeza de las alternativas de cloud gaming frente a un modelo tradicional basado en el hardware, pero lo hace con la obligación de cumplir con todas esas demandas del videojugador más exigente. Y todo esto sin ese modelo de suscripción tan de moda y que se esperaba de él. Porque, por si alguien aún no lo sabe, Stadia no es un "Netflix de los videojuegos"; aquí cada cual se compra lo que quiere uno a uno. O, al menos, el derecho a usarlos por streaming.

Google Stadia - Análisis preliminar

La tienda de Google funciona igual que la PS Store, Steam o la eShop, solo que una vez comprado no te descargas el software y lo almacenas, sino que cada vez que lo activas tiras de él a tiempo real desde los servidores remotos. Aunque en el futuro funcionará en casi cualquier cosa Android, de momento está restringido a su soporte base, un Chromecast Ultra actualizado específicamente que solo se puede adquirir con las ediciones especiales Founder Pack o Premiere, a PC y a un puñado de móviles y tablets.

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Configuración y puesta en marcha

La parte física no tiene comparación con nada de lo visto hasta ahora, ni siquiera con PlayStation Now o Nvidia GeForce, pues no tiene un "aparato" de referencia. Lo más parecido es el citado Chromecast Ultra, que su intermediario con una televisión estándar (algunas teles lo tienen integrado). Podría parecer, por tanto, que la puesta en marcha es muy sencilla, pero no. No basta con sacar el mando de la caja, enchufar el aparato y pulsar un botón. Hace falta tener un móvil o una tablet con la app de Stadia ya instalada, crearse una cuenta y después configurar el Chromecast.

Es más lioso de lo que debería, pero solo la primera vez. Después bastará con pulsar una secuencia de botones en el mando para lanzar Stadia en la tele sin necesidad de usar el móvil. Por suerte, la app está bien diseñada, pensada para ser lo más user-friendly posible. Aunque no es tan clara como aparenta y a veces cuesta encontrar algunos elementos de configuración en esa interfaz. Por ejemplo, no se pueden canjear códigos ni en la app ni en la tele, hay que irse a la web oficial de Stadia.

También nos ha gustado de la interfaz su uso final, pues es funcional y rápida, y apenas nos ha dado problemas. Por eso nos preguntamos si no hubiera sido más fácil haber crear algo intermedio que sirviera de home para todo esto; puede que vaya en contra de la filosofía de que lo tienes todo integrado, pero facilitaría las cosas unificándolo todo en un mismo punto. En cuanto a respuesta, instalar el mando son unos 10 segundos mediante un USB y arrancar una partida no pide más de 15 segundos, esa velocidad de vértigo prometida.

Google Stadia - Análisis preliminar
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El mando de Stadia

Su pequeño controlador es de lo que más nos ha gustado de este pack. Los clicks y la resistencia de los botones al tacto son muy satisfactorios, y su ajuste a la mano muy cómodo. De diseño tiene cierto parecido con el DualShock 4 de PlayStation, pero con más peso. Stadia viene con un buen mando, con el que nos hemos sentido bien independientemente del género, ya fuera la lucha de Mortal Kombat 11 o las partidas largas de Tomb Raider.

Sin embargo, de nuevo vienen las limitaciones. Si quieres jugar en un PC y no en una tele con Chromecast Ultra, entonces solo se puede conectar por cable, pierde su habilidad wireless; a cambio, en este caso sí se pueden usar otros mandos de terceros fabricantes. Otra opción de juego es mediante una tablet Pixel, a través del navegador Chrome (que ni de lejos es la forma óptima), y aquí encima tendrás que tener a mano un conector de USB-C a USB-C para enchufarlo. Mucho jaleo que debería ir simplificándose con el paso del tiempo.

Google Stadia - Análisis preliminarGoogle Stadia - Análisis preliminarGoogle Stadia - Análisis preliminar

Funciones y ausencias

La gran virtud de este formato y como lo vende Google es la libertad de poder jugar donde quieras y con el hardware que tengas a mano, sin estar pegado a una casa o a un solo dispositivo. Una promesa que cumple, y es que consigue ese efecto Wow la primera vez que sacas tu portátil fuera de casas y sigues tu partida por donde la dejaste. Pero, de nuevo, limitaciones en este lanzamiento, y es que la versión Chrome no alcanza la calidad de imagen 4K/60 FPS de la versión Chromecast. Se nota que está sin acabar, que lo van implementando a cachos, y por ejemplo la versión PC no ofrece aún ni HDR ni sonido 5.1.

Más limitaciones, ahora de dispositivos. De momento Stadia solo es compatible con móviles y tablets Pixel, los de la casa, y no están a la venta en todos los países a los que llega su cloud gaming estos días. Por si fuera poco, tampoco funciona a través de redes 4G, solo con internet WiFi. Entre una cosa y la otra, lo de la compatibilidad con móviles es casi una anécdota por el momento. Y lo de tablets lo decimos usando el truco de lanzar los juegos mediante Stadia. Chrome.Com, porque en realidad solo funciona con ChromeOS.

De funciones y características ha llegado pelado. El servicio está lejísimos de ser aquello que anunciaron en la GDC, pues de momento ni ofrece Stream Connect, ni State Share, ni Crowd Play, es decir, todas las chuladas multijugador e interconectables que se supone que vienen a revolucionar el videojuego. Tampoco hay apps de Stadia TV, todo eso va por la vía estándar de Chromecast Ultra; y si lo que esperas es ahorrarte el dinero del pack de fundador usando el que ya tienes en casa, pues mal también porque no dispone del firmware adecuado y de momento no lo van a liberar para hacerlo compatible, una triquiñuela que nos ha parecido cutre y lamentable.

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El único sistema con el que Google ha llegado al lanzamiento son los logro, y tampoco está acabado. Funciona y reconoce tus méritos, pero no envía esas notificaciones que aparecen en pantalla justo cuando consigues uno, esas que te hacen sentir satisfacción por completar algo. Tampoco está implementado del todo el Asistente, pero al menos sirve para lanzar juegos. Bueno, solo sirve para arrancar partidas.

Los juegos

Son 22 los títulos con los que llega Google Stadia tras un cambio de opinión de ultimísima hora que, según Phil Harrison, se debe a que los estudios se han puesto las pilas. La realidad es que tenían preparado una serie de estrenos escalonados a lo largo de las semanas restantes de 2019 a los que han tenido que renunciar, probablemente por la presión del reciente anuncio del catálogo de estreno de xCloud.

Como decíamos al principio, aquí no hay suscripción alguna, todos se compran de uno en uno y muchos están a precio completo o, al menos, igual al de otras tiendas online. Gratis vienen Destiny 2: The Collection y también Samurai Shodown, sumado a última hora para los fundadores porque tienen tres meses pagados de Stadia Pro, que es el formato que además permite alcanzar la resolución 4K, con imagen HDR y sonido Dolby 5.1.

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¿Funciona bien Google Stadia?

Hasta aquí hemos comprobado que el lanzamiento está en pañales, pero eso no quiere decir que a la hora de la verdad su auténtico propósito, que es el cloud gaming, falle. Pues tras varios días jugando y jugando, nuestras respuesta es que sí, que ofrece un buen rendimiento. Casi todo el tiempo.

A lo que más hemos estado jugando es Mortal Kombat 11, Destiny 2, Gylt y Shadow of the Tomb Raider, y en todos nos ha devuelto una resolución y una tasa de refresco de imagen muy estable. Todo esto con una pedazo de conexión de 1000 MB/s, no con un ADSL cualquiera. Para ponerle un poco en apuros, hemos estado abriendo todo al mismo tiempo, como Netflix, Spotify, el navegador de varios móviles... La imagen lo ha soportado todo a la perfección, es el sonido el que ha dado muestras de debilidad. Hemos notado ciertas interrupciones, microcortes de audio hasta que se ha recuperado.

Red Dead Redemption 2 es la joya de la corona, pero lo recibimos a última hora y apenas hemos podido probarlo. En este caso el resultado ha sido un poco peor, porque si bien la fidelidad de imagen a 4K se ha mantenido, hemos notado más lag. Es el otro gran temor de los usuarios, el retardo en alguno de los puntos de la cadena. Este test también lo ha pasado, pues casi nunca hemos sentido desconexión entre nuestras pulsaciones de botones y la ejecución en pantalla.

Por tanto, nuestra conclusión es que Stadia funciona bien, que este formato de cloud gaming es válido. Al menos en estas condiciones específicas, que son óptimas porque los servidores no van cargados, aunque no tanto por lo cruda que está la infraestructura. Seguiremos probando con otras configuraciones para ampliar los puntos de vista.

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Análisis preliminar de Google Stadia

La propuesta de Google es ambiciosa y el resultado, en crudo, es sorprendente. Hemos estado jugando MK11 y RDR 2 en una vieja Samsung Galaxy Tab S6 y un Dell XPS 15 con una calidad más que decente y sin esperas o tiempos de carga. Cacharros viejos que no tendrían que mover ya ni el solitario, tirando del juego más avanzado. Sin embargo, el lanzamiento parece precipitado porque, más allá de su funcionalidad básica, el ecosistema de Stadia es prácticamente inexistente. Pocos juegos y solo uno novedosos, una interfaz con buen diseño pero incompleta y ni una función extra a pleno rendimiento demuestran que aquí falta mucho trabajo.

Stadia es un concepto muy interesante y funciona como para no dudar de su utilidad. Pero, tal y como está, no ha llegado su momento de expansión por el mundo.

Google Stadia - Análisis preliminar


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