Análisis de Hitman - Temporada 1

Tras varios meses, IO Interactive ha puesto punto y final a la primera temporada de Hitman. El experimento por episodios ha sido, en gran parte, un éxito, y ahora que el polvo se ha asentado y que ya hemos visto los créditos, es hora de hacer cuentas y ver lo que ofrece en conjunto.

Ya hemos analizado la mayor parte de los episodios de manera individual, así que no nos centraremos tanto en los pequeños detalles y, en cambio, le echaremos un ojo al panorama completo. Con este título, IOI le ha dado a la serie una dirección distinta a la del juego anterior, Absolution. Es cierto que este último se centraba más en la historia de nuestro querido 47 y tenía un enfoque muy lineal, pero esta primera temporada, dividida en seis partes, ofrece una gran variedad de 'sandboxes' o diversos mundos de exploración abierta.

Eso sí, también hay historia, aunque en este caso tenga un papel más secundario. Nos da la impresión de que podrían haber hecho mucho más para involucrar al usuario y, tras acabar el juego, hemos vuelto a ver las escenas de corte y los informes para averiguar qué es lo que ha ocurrido. Las historias por episodios funcionan bien cuando hay una narrativa con mucha chicha, pero nuestra principal crítica hacia Hitman es que no hay suficiente trama. Empieza de forma vaga y a veces se queda un poco desconectada entre sí. Aunque al final se aclaran un poco las cosas, no hubiese estado mal un resumen en cada episodio para atraernos más. Dicho esto, aquellos de vosotros que os pongáis con el título ahora que ya está completo os encontraréis con una experiencia muy cohesionada, incluso a pesar de que el final no sea tan fuerte como podría haberlo sido.

De nuevo, tampoco es como si hubiésemos jugado a toda la serie durante todo este tiempo por la historia: la hemos jugado por la acción, los asesinatos y por los diabólicos puzles que propone el juego. Al respecto, Hitman cumple y con creces, y desde luego hay un montón de formas, a cada cual más retorcida, de deshacerte de tus enemigos. Ya sea desde entrar a saco con todo el arsenal (no recomendado y difícil de conseguir) a intentar llevar a cabo una operación mucho más delicada y casi accidental, tendrás un amplio abanico de formas para completar cualquier contrato.

De hecho, creemos que ese es uno de los puntos fuertes de Hitman: el juego tiene mucha longevidad, ya que podrás variar la forma de llevar el negocio y cada enfoque te da una razón totalmente nueva para empezar un nivel. Precisamente esto resulta de lo diferentes y extravagantes que son las estrategias y podrás divertirte muchísimo explorando todas las opciones. Las oportunidades se presentan por toda la experiencia y, a medida que exploras cada nivel, te encontrarás con conversaciones entre PNJ que te proporcionarán nuevas perspectivas.

Y ya que hablamos de los PNJ, hay varios momentos llenos de carácter. La gente cotillea y se queja, y al hacerlo te revelan nuevas formas para completar cada tarea. Ahora bien, podrían haber explotado un poco mejor este elemento y, en nuestra opinión, el hecho de que hayan confiado demasiado en actores de doblaje británicos y estadounidenses ha jugado en detrimento de la atmósfera que tanto se han esforzado por crear. Es cierto que en algunas misiones no supone un problema y es casi inapreciable, pero en otras, la falta de acentos regionales es difícil de ignorar. El mercado de Marrakech es un buen ejemplo: parece totalmente convincente, pero las voces quedan demasiado fuera de lugar y, en ocasiones, te hacen sentir como si estuvieses en un set de rodaje.

Por lo general, no es un problema grave o al menos puedes ignorarlo y cuando ocurre, uno puede sumergirse en los increíbles entornos que el estudio ha creado. El complejo italiano de Sapienza es el incuestionable punto álgido de la serie y quizás sea uno de los mejores niveles de Hitman hasta la fecha. No obstante, todos los niveles son buenos (si olvidamos la pega que mencionamos hace un momento) y refrescantemente diferentes. La extensa granja americana del quinto episodio está repleta de facciones y bulle con intrigas; la mansión del primer capítulo, que se desarrolla en París, está llena de integrantes de la más alta sociedad y en ella podrás ver extravagantes vestimentas a tutiplén; y el episodio final del retiro japonés ofrece distintas zonas y secretos ocultos (que nos recordaron un poco a James Bond 007: Al Servicio de su Majestad y a Spectre). La verdad es que IOI ha creado unos niveles fantásticos y, así como cada uno aguanta perfectamente el escrutinio de las críticas, si se evalúan en conjunto, su construcción y su diversidad es impresionante.

En líneas generales, el diseño es de primera. Hay muchas formas de moverse por los distintos entornos y las diferentes zonas están delimitadas de diversas maneras y, a veces, tienes que explorar exhaustivamente una zona antes de moverte e intentar entrar sigilosamente. Como siempre, puedes "tomar prestadas" trajes de todo el mundo (por lo general, los conseguirás en los cuerpos de sus anteriores dueños), que te permitirán entrar en sitios nuevos. Esta mecánica domina una gran parte de tus movimientos, aunque también podrás desplazarte por el mapa sin tener que "disfrazarte". Para ello, tendrás que tener una paciencia inagotable y una capacidad de observación muy bien desarrollada.

Cuando observes cada escenario, te darás cuenta de que Hitman es un juego con unos gráficos en condiciones. Dicho esto, también debemos añadir que es poco probable que se lleve ningún premio y que no es mucho mejor que Absolution. Hay muchos detalles interesantes en el entorno, y los personajes que te encuentres te resultarán convincentes, aunque quizás podría haber un toque más de variedad en términos de modelos de personajes y vestimentas. No obstante, también tenemos que reconocer que esto haría que fuese mucho más complicado recorrer las zonas y, tal y como está hecho, las prendas estándar facilitan el proceso. Eso sí, hay muchas cosas que ver, muchas cosas con las que interactuar y cada uno de los 'sandbox' parece distinto.

Por otro lado, las misiones ofrecen una gran variedad, e IOI ha trabajado se ha esforzado mucho por mejorar el conjunto del juego para que haya más cosas que hacer. Los jugadores pueden crear sus propias misiones y compartirlas fácilmente, una característica que vuelve tras el éxito que tuvo en Absolution. Por otro lado, también están los contratos de intensificación, que son misiones de cinco partes que van aumentando de dificultad y ofrecen un desafío muy serio (¡y hay unos cuantos!). Todos los entornos tienen tanto potencial que son fáciles de replantear, y los contratos de intensificación, en concreto, son una forma estupenda de sacarle el máximo provecho a cada zona.

Se podría decir lo mismo del episodio adicional de verano, que cambia totalmente Sapienza y Marrakech para ofrecer nuevos contratos y, en el caso del segundo, cambia totalmente la dinámica del espacio de juego (al cerrar las secciones más grandes y convertir el resto en un colorido set de rodaje). Si juegas en PlayStation 4, te podemos decir que los desarrolladores han vuelto a cada lugar y han hecho una segunda campaña llamada los Seis de Sarajevo. No ofrece tanta profundidad como las misiones de la historia principal, pero es una incorporación fabulosa que le da todavía más valor a la experiencia. Por último, también están los Objetivos Elusivos por tiempo limitado que hay que completar al pedirlos por primera vez. En realidad, no son una característica maravillosa, pero, de nuevo, al verlos en conjunto suponen una alternativa muy atractiva, en la que presión de saber que fracasar no es una opción hace que disfrutes de una experiencia mucho más intensa.

Eso sí, también hay un par de cosas que no nos han convencido del todo. Nos da la impresión de que la mayor parte de las cosas guays están bloqueadas y nos hubiese gustado que bajasen un poco el umbral, en cuanto a desbloquear nuevos puntos de inicio, trajes y equipamiento. Tal y como está, hay que ponerse a 'grindear' y rendirse a la rutina en cada nivel para conseguir todo el contenido y nos habría encantado poder acceder a estas opciones antes, porque Hitman se muestra en estado óptimo cuando te dejan explorar y probar, y la mayor parte de la diversión está bloqueada. También pensamos que han perdido la oportunidad de crear un editor de niveles: las misiones iniciales se desarrollan en un set personalizado de madera y habría sido genial que nos hubiesen dado las herramientas para construir pequeños mapas. Quizás para la próxima, ¿no?

Sin embargo, la rigidez del bloqueo de contenido, la falta de acentos regionales y una historia que, en nuestra opinión, no tiene la sustancia suficiente para soportar el sistema por episodios no son motivos suficientes para acabar con la emoción que sentimos hacia Hitman. Gracias a las regulares actualizaciones de contenido y a los tropecientos contratos adicionales que han ido añadiendo, IOI se ha asegurado de que el último título del agente 47 sea mejor que la suma de sus partes. Hay muchísimo que hacer, más allá de las emocionantes misiones de la historia, con horas y horas de contenido adicional. Es cierto que no es perfecto y que esperamos que la Segunda Temporada sea mejor, pero nos lo hemos pasado en grande con Hitman a lo largo del año y nos morimos de ganas por ver más.