Injustice: Gods Among Us - impresión final

En el medio de los cómics, esa idea se suele traducir en héroes con ética de boy scout haciendo cosas del todo insólitas. En este caso concreto: Superman haciéndole algo especialmente desagradable al Joker tras la destrucción de Metropolis. Así es el arranque de Injustice, un 'flash forward' en el que se despliegan los sucesos del juego para contar la historia que deriva en esta escena. Esta no es la clásica historia de DC Comics. ¿Pero qué esperabas del padre de Mortal Kombat?

Injustice propone una versión más oscura de La Liga de la Justicia -como los Vengadores de la Marvel, pero de la DC- y sitúa a los personajes en un juego de lucha uno contra uno que incluye tanto un reñido multijugador como una campaña en solitario para relatar la historia y conocer a cada uno. En esta última presentación del juego fuimos testigos de una escena de apertura completamente rompedora en la que la cámara corta entre diferentes peleas multi-héroe y diálogos que encajan bastante bien con lo que conocemos de la personalidad de los luchadores.

Sin duda se trata de un "quién es quién" en condiciones para los fans de los cómics, pues tanto los héroes como los villanos aparecen bien alto en la pantalla de selección de personaje.

En total vimos un plantel de 24 luchadores con súper-poderes entre los que elegir. La mitad son súper-héroes como Batman, Superman, Flash o Wonder Woman, así como Flecha Verde, Aquaman o Raven. Del lado de los malos malísimos están El Joker, Catwoman, Harley Quinn, Bane, Lex Luthor o Black Adam (también se esperan más luchadores en el futuro en forma de DLC post-lanzamiento). El grupo se encuentra subdividido por peso y velocidad, así que hay un montón de niveles para escoger, te gusten los buenos o los malos.

Cada luchador cuenta con un súper-ataque que encaja con su súper-poder (Flash da la vuelta al mundo de una carrera para dar un golpazo circular, Batman atropella con el Batmóvil), mientras que los ataques concretos de escenario, como eso de atravesar los distintos pisos de la Batcueva estrellando a tu rival, añaden un toque genial.

Como dicta el género, los súper-ataques sólo son posibles cuando has rellenado una barra de energía en la parte inferior de la pantalla a base de la típica combinación de combinaciones de golpes. Mezclar ataques ambientales (del escenario), cadenas de combo y luego súpers es la esencia del sistema de combate.

Los escenarios son una quincena, todos con diversos puntos interactivos. La interacción queda señalada mediante un icono en pantalla. Si pulsas el botón activarás una escena cinematográfica breve pero elegante similar a los movimientos poderosos, ya sea para machacar a tu rival con un objeto o para mandarlo a otra zona del escenario. Además siempre puedes volver a mandarlo de un porrazo a la parte inicial, pues las arenas están construidas con una conexión circular en mente. Si le aplicas la exageración de los súper-hombres, aquí encontrarás luchadores que atraviesan rascacielos o que salen disparados de teletransportes.

Aunque no hay división de rounds durante los combates -la pelea vuelve a empezar con un insulto del ganador del primer round- esto es lo más cerca que puedes estar de Mortal Kombat quitando la sangre y el gore (normal teniendo en cuenta la licencia). Con todo y con eso, los puñetazos y las patadas impactan con una intensidad que refleja el músculo sobrenatural que los ha potenciado, mientras que las habilidades y gadgets especiales se prestan a intrigantes ataques en cadena y vistosos combos.

Para novatos y jugadores casuales Netherrealm ha integrado un extenso modo entrenamiento. Aquí aprenderemos lo básico del control y las tácticas de combate avanzadas, además de sumergirnos en la modalidad más interesante: las misiones STAR LAbs. Estos mini-juegos, más de doscientos, son una decena asignada a cada personaje, contienen una pequeña historia y no consisten en combate normal y corriente. En el caso de Catwoman, por ejemplo, envía su gato a explorar un museo. Nosotros controlamos al gato, teniendo que esquivar barreras láser y guardias.

El sistema de control pasa del esquema estándar de cuatro botones de ataque -para el que hacen falta acrobacias con los dedos- con el fin de agradar a una audiencia más amplia. A, X e Y se usan para ataque rápido, medio y fuerte, mientras que B activa los especiales. También hay un botón de cogidas (LB) y el botón de interactuar con el decorado (RB). Si la barra súper-meta se llena por completo, entonces se pueden apretar los dos gatillos (LT+RT) para ejecutar el súper-movimiento devastador. No hay boqueo. Claramente, entonces, el juego es complejo.

Después de cada pelea ganamos puntos de experiencia. Está bien que sólo el ganador se lleve los puntos por todos los movimientos acreditados durante el combate, mientras que el perdedor se debe conformar sólo con los de la batalla. Todavía no sabemos si podremos usar todos estos XP para algo más que para fardar online.

Todo en este juego resulta prometedor, aunque como ocurre con la mayoría de juegos de lucha es probable que sólo le saquen provecho a largo plazo los duchos en el género. Pero la confección de la historia de la campaña tiene tan buena pinta que incluso los amantes de las capas que no estén acostumbrados a los largos combos lo pueden pasar bomba con su personaje de cómic favorito (héroe o villano), y tenemos ganas de seguir la discusión de "si se enfrentan Superman y Batman, ¿quién gana?" en nuestras consolas.