Análisis de La LEGO Película 2: El Videojuego

Somos aficionados a las películas de Lego, ya sean las de sus propios universos o las licenciadas como Lego Batman. Cumplen con ese propósito de divertir a toda la familia, porque son capaces de alegrar a los más pequeños y de entretener a los adultos con algún comentario con segundas y su ritmo acelerado. Warner ha vuelto a los cines este invierno con La Legopelícula 2 y TT Games ha replicado con su correspondiente videojuego para todos los públicos. Sabiendo que el primero les quedó bien, veamos qué tal ha salido la secuela.

Sin dudarlo ni un instante, la trama sigue al dedillo el guión del film. Emmet y Lucy han llegado a Apocalipsisburgo, uno de los siete mundos del Sistema Solar, en el que sufren trabajos forzados tras la dominación alienígena. Unos Duplo han decidido venir para llevarse a toda esa gente a otro planeta pero hay alguien que, como siempre, ha perdido el hilo. Y quién iba a ser sino Emmet, el único ser libre, que a partir de ahora tiene la responsabilidad de rescatar a sus compañeros.

La forma de jugar sobre esta histórica es prácticamente idéntica a la que hemos tenido en nuestras manos en entregas anteriores. Hay que correr por escenarios abiertos de pequeño tamaño y golpear a todo lo que se ponga por delante para conseguir botones, el dinero de juego; hay que ayudar a otros personajes con pequeñas tareas y encargos; reconstruir puzles y caminos con las fichas sueltas que hay en los mapas; y sacar adelante una historia que nos enfrentará a unos cuantos jefes. La repetición es tanto una fortaleza como una debilidad, porque consigue que sea accesible a todo el mundo y fácil de dominar, pero con el paso del tiempo llama a la monotonía y el aburrimiento.

La premisa básica es recoger bloques morados tras ofrecer tus servicios, ya sea romper una roca o construir tal edificio en tal sitio, pues al fin y al cabo Emmet es albañil. Cuando ya has logrado agrupar los necesarios, se abre un portal en algún lugar del nivel que da acceso al siguiente mundo.

Por mucho que caiga en la rutina, la fórmula funciona y es divertida, sobre todo por el contexto y la situación en las que se presentan estas acciones. Ya sea saltar entre asteroides o colgarse del cuerpo de un jefe gigantesco, poco más hace falta que apretar un botón en el momento adecuado, pues es habitual recurrir a las típicas combinaciones QTE (quick time event). El personaje está bendecido por una resistencia sin límites y es capaz de hacer unos movimientos espectaculares sin se acierta con los botones en el momento que toca. Todo está automatizado y pensado para que salgan las cosas bien.

Dado que La LEGO Película 2: El Videojuego va de bloques, no puede faltar esa mecánica de creación y construcción a la que tan acostumbrados estamos. También es un proceso automático, pues basta con escoger cuál es el tipo de fabricación y se levanta sola. Lo que no está bien, por muy simplificador que sea, es que no hay prácticamente riesgo de construir lo que no toca donde no se debe a la hora de superar un puzle, una petición habitual, ya que se aprende muy pronto el aspecto que tienen las cosas que te van pidiendo.

Hay una cosa que nos ha sentado mal de este juego y tiene que ver con los enemigos. Los malos son los personajes Duplo, esa línea infantil tan mona, con ojos enormes y un apetito voraz. Al pegar puñetazos con tus manos en semicircunferencia a los Duplos hacen un ruidito que te hace sentir culpable. Es cierto que son los malos de la película, pero es como estar pegando a gatitos o algo así. En realidad, transmite una sensación oscura e inesperada para un juego de esta naturaleza. Lo único que podemos decir es que ningún bloque Duplo fue maltratado o herido en el transcurso de este análisis.

Volviendo a temas serios, como el contenido, el videojuego de La Lego Película 2 viene bien cargado y además seguirá creciendo gracias a expansiones, pero está organizado de forma que es tan largo para terminarlo una vez como para completarlo al 100%. Sin embargo, eso no impide que dé sensación de ser un tanto vacío y monótono en planteamiento, que no en diseño y arte. Es demasiado fácil recoger todos los bloques morados que hacen falta para ir un mundo más allá y eso impide explotar al máximo cada entorno. Se podía haber sacado un poco más de lo que ya hay recolocando algunas cosas. Al menos, en este sistema hay variedad en los escenarios, pues no lo mismo el aspecto decaído de Ladriburgo, convertido en Apocalipsisburgo, que otras áreas, incluida una que nos recordaba mucho a Minecraft.

Lo que no se puede echar en cara a TT Games es que no haya dedicado a esta entrega todo el tiempo que necesitaba para que saliera afinado. El aspecto global es muy bueno gracias a los acabados de todos los elementos, y las animaciones están muy conseguidas y suavizadas, al mismo tiempo que representan la rigidez de estos muñecos de plástico de movilidad limitada. Es una alegría no encontrar fallos técnicos destacables en un estreno de hoy en día.

La LEGO Película 2: El Videojuego no es un título mediocre, porque el trabajo, el empeño y la experiencia de TT Games está en todas partes. Sin embargo, se nota que el estudio ha querido rebajar la dificultad o aumentar la accesibilidad, llamadlo como queráis, y ha quedado más plano o menos entretenido que en otras ocasiones. No ofrece la variedad ni la frescura de Lego City: Undercover y confía demasiado en los automatismos para esquivar cualquier complicación. Una falta de profundidad que lo aleja de los jugadores experimentados, pero que ayuda a quienes están empezando en esto de los videojuegos.