Coger un Intel i9-11900K y llevarlo a los 7,314 GHz no es algo que se haga todos los días. Pero sí es lo que se ha propuesto y ha logrado Gigabyte. El fabricante de hardware ha combinado su placa base Z590 Aorus Tachyon con una buena dosis de nitrógeno líquido para batir un récord mundial de overclocking.
No hay mejor manera de promocionar una placa madre orientada al overclocking. Para conseguir ese hito, han recurrido al software Super Pi y a sus pruebas de 1M y 32M, barriendo a la competencia en resultados. Durante las pruebas, han conseguido que la memoria alcance una velocidad máxima de 6870 MHz.
Buen punto de partida para Gigabyte, que quiere llevar el producto a la fabricación en masa de cara al mercado doméstico, aunque con una clara orientación a los entusiastas de la tecnología. "La placa base GIGABYTE Z590 Aorus Tachyon es una obra maestra nacida de conceptos innovadores", subraya Jackshon Hsu, Director de la División de Desarrollo de Productos de la compañía.
Con este récord y esta placa, el equipo de Gigabyte se confiesa impaciente por ver qué pueden hacer los overclockers de todo el mundo. Más ahora, que ofrecen un producto pensado por y para estas labores: PCB de 2 oz, configuración de memoria Daisy Chain en lugar de T-Topology y un VRM con condensadores de tantalio son solo algunas de las virtudes de su diseño.
Un buen componente para exigentes del PC gaming que, actualmente, puedes encontrar en torno a los 540 euros. Ese es el precio de un récord mundial.