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Metal Gear Solid V: The Phantom Pain

Metal Gear Solid V: Guía para principiantes

10 reglas básicas y esenciales sobre Phantom Pain para quitar algo de 'pain' y disfrutar más y mejor de uno de los mejores juegos del año.

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Si, como muchos otros, os habéis iniciado en la serie de Metal Gear Solid con el nuevo Metal Gear Solid V: The Phantom Pain (podéis leer nuestro análisis aquí), al principio puede que os hagáis un gran lío. ¿Quién es quién? ¿Qué es qué? Tranquilos, no os preocupéis. Leed estos diez consejos esenciales y acabaréis siendo los mejores 'bosses' de la historia.

Metal Gear Solid V: The Phantom Pain

1. Escuchadlo todo

Si sois nuevos en la serie de Metal Gear Solid (que Dios os coja confesados) y en esta épica y deliciosa historia, tendréis que cumplir este punto a rajatabla, si queréis explotar el juego al máximo. El título ofrece horas y horas de información en forma de eventos, tanto grandes como pequeños, del mágico mundo de espionaje que el bueno de Kojima ha creado y, si os esforzáis por profundizar un poco, os aseguramos que obtendréis vuestra recompensa. Escuchad cuando montéis a caballo, o cuándo vayáis en jeep hacia vuestra próxima misión o cuando os arrastréis a cubierto por el escenario. Ese cansancio que se puede experimentar en otros juegos, cuando tenéis que desplazaros de un sitio a otro, se convierte en una delicia cuando el jugador puede escuchar todo lo que le rodea. Además, si estáis familiarizados con la serie, sabréis que también es un pequeño anticipo de lo que vendrá en el futuro.

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Por otra parte, si sois de los que jugasteis Metal Gear Solid V: Ground Zeroes y flipasteis con la cantidad exageradamente absurda de información secundaria en forma de cintas de cassette, entonces estamos seguro de que con The Phantom Pain os va a dar un ataque. En esta ocasión, la cantidad de cintas es apabullante, a la par que profundamente satisfactoria.

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2. Pensad antes de actuar

A ver, sí, lo sabemos, estudiar los entornos cuidadosamente y resistirse a las ganas de lanzarse como un kamikaze es difícil. Y esto se acentúa en los videojuegos y todavía más en los de acción. Todos queremos velocidad a tope, emoción, explosiones y escenarios guapísimos a montones... y los queremos ahora. Por desgracia, todo eso a menudo acaba convirtiéndose en oportunidades perdidas. Por eso, intentad controlaros cuando juguéis a Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, porque os encontraréis con diferentes elecciones que tendréis que considerar cautelosamente. Y aprovechamos para meter el aviso de 'spoilers' para aquellos que no quieren que les estropeemos la historia. El que avisa no es traidor.

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Por ejemplo, en la tercera misión principal, os encontraréis con un cachorro al saltar del helicóptero y vuestros compañeros, por la radio, puntualizarán que "no es el momento ni el lugar para juguetear con cachorritos", mientras el pobre animalico os mira. Y podéis hacerles caso, podéis correr como locos y llevar a cabo vuestra misión sin que nada ni nadie os distraiga... porque, al final, el cachorrito era solamente eso, ¿no? Una distracción. "Oh, qué extravagante eres, Hideo". En realidad, lo adecuado es que mandéis al cachorrito en un globo de extracción a Mother Base. Después de unas cuantas misiones, el cachorrito habrá crecido hasta ser un magnífico y leal aliado que os podréis llevar en vuestra aventura.

Ah, no estaría de más que pensaseis un par de veces si enviar o no a cierta francotiradora a encontrarse con el creador. Es un comentario, nada más.

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3. Planificad vuestros movimientos

De nuevo, sabemos que a muchos os encanta la velocidad y la emoción, es decir, agarrar la ridículamente abrumadora escopeta y dirigiros directamente hacia la base más cercana a acabar con todos. Muy al estilo Gears of War. No obstante, si hacéis eso, acabaréis muertos. Pensad que los asaltos directos les ceden toda ventaja a vuestros enemigos.

Por eso, tenéis que planificar y pensar cada movimiento. Tomad cada decisión en función de la tarea que tengáis entre manos y pronto veréis que merece la pena hacerlo y que resulta tan gratificante como acabar la misión. Sed exhaustivos y tomaos vuestro tiempo para averiguar cómo llevar a cabo la misión de la mejor manera ¿Será el momento adecuado para sacar cantidades absurdas de C4 de vuestros bolsillos y reventar los vehículos acorazados de la carretera? ¿O sería mejor pedir un ataque aéreo y observar desde la seguridad que da la distancia? Quizás hasta podríais destruir las comunicaciones del enemigo y cortar la electricidad para infiltraros más fácilmente, al abrigo de la oscuridad. De hecho, ¿por qué no averiguáis información de cada uno de los soldados que os encontréis para así poder acceder a datos esenciales? Estamos seguros de que hay pocas cosas más gratificantes que acabar una misión sin que nadie os haya visto, exceptuando, lógicamente, las bajas que podéis hacer por el camino. Al fin y al cabo, esta es una historia de venganza.

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4. Los rodeos son la clave

Aunque todos conozcamos la manera de llegar de A a B de la forma más rápida posible, en este título no siempre es la opción más adecuada. Si vais todo el tiempo por las carreteras y caminos principales, sin duda alguna acabaréis encontrándoos con algún hueso duro de roer y os meteréis en problemas. Por eso, siempre es buena idea escoger el camino largo.

Moveos cerca de las paredes montañosas y por los laterales, y buscad pasadizos para superar a los guardias. Y, lógicamente, estad siempre atentos, para que, si aparecen un par de vehículos por donde estáis vosotros, podáis tiraros al suelo o esconderos tras un arbusto. Con este consejo, vuestro paso por The Phantom Pain será mucho más fluido y sencillo. Vale, sí, también os encontraréis con callejones sin salida, lobos y alguna que otra minucia por el estilo, pero eso es parte del proceso de aprendizaje. Os aseguramos que, a la larga, el camino más largo os ahorrará tiempo.

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5. Haced las mejoras más apropiadas

Al principio de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, nadaréis en dinero y suministros. Todo estará a vuestra disposición y podréis comprar todo lo que necesitéis. Vamos, que nada es caro y vivís, literalmente, como 'big bosses'. No obstante, el dinero se irá haciendo cada vez más escaso y tendréis que empezar a ahorrar, planificar e invertir lo que tengáis en hacer mejoras que importen de verdad.

¿Qué mejoras importan más que otras? Eso depende de vosotros, pero hemos descubierto que es más prudente invertir en cosas básicas como el globo de extracción, el I-droide, las gafas de visión nocturna y las pistolas eléctricas. No obstante, nosotros tiramos más por el rollo sigiloso de toda la vida, así que tendréis que adaptar las mejoras a vuestra forma de juego. Simplemente, tened cuidado de no gastar el dinero en algo que se use poco.

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6. Escoged a vuestros aliados cuidadosamente

Cuando ya hayáis avanzado un poco en el juego, si habéis tomado las decisiones adecuadas y no se os ha ido la olla, tendréis unas oportunidades fantásticas de que os lleguen refuerzos. Por ejemplo, podréis tener un sabueso leal que luche a vuestro lado o una francotiradora cabreada que es capaz de hacer milagros en el campo de batalla, y tendréis que elegir quién queréis que os ayude antes de comenzar cada misión.

Si sabéis que será una misión que acabará en una gran batalla, quizás sea más apropiado llevar a la francotiradora o al D-Walker, pero si se trata de una misión de sigilo, el perro puede convertirse en vuestro mejor aliado, ya que es capaz de explorar el terreno y señalar a los enemigos. Por último, si es una misión con largos viajes y estrés, quedaos con vuestro fabuloso caballo.

Eso sí, no os olvidéis de usarlos a todos para que suban de nivel. Veréis que, al final, la recompensa merece la pena.

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7. Sed estrictos con vuestro ejército

Una gran parte de The Phantom Pain se basa en restablecer la antigua Mother Base (que quedó destruida en Ground Zeroes y para ello tendréis que llenarla de soldados. Por eso, al principio seguramente cojáis a todos los soldados que podáis y los enviéis de vuelta a la base, sin importar si son útiles: queréis reclutas y punto. Sin embargo, a medida que progresa la experiencia, os iréis dando cuenta de que tendréis que ser más selectivos.

No todos los soldados valen. La mayor parte son más bien mediocres y o bien mueren o crean problemas con el resto de soldados de la base y os bajan la moral. Es decir, que a esos los queréis bien lejos. Centraos mejor en los soldados que sean buenos en alguna de las disciplinas disponibles (medicina, combate, desarrollo de armas y equipamiento, construcción de bases, información, asistencia médica, etc.) e iréis viendo como vuestra base evoluciona. Para poder ver las habilidades de cada soldado, tendréis que avanzar en la historia y llegar a un momento dado, pero, en cuanto esté disponible, sed cuidadosos con vuestros reclutas.

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8. El equipamiento adecuado para el trabajo adecuado

Ninguna misión es igual a otra, así que, en vez de elegir antes de cada misión qué os vais a llevar (acabaréis teniendo una gran cantidad de opciones), podéis crear distintos kits con lo que necesitáis. Os lo decimos más que nada porque cambiar los objetos cada cinco minutos es algo cansino y es mejor evitarlo, lógicamente.

Un buen kit de sigilo tendrá que tener una pistola silenciada, rifles de francotirador y una caja de cartón, mientras que uno de combate contendrá un lanzamisiles, una escopeta y un escudo. Ser precavido para toda situación nunca está de más y es recomendable que invirtáis un par de minutos en preparar algunos kits. De nuevo, la preparación es la clave.

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9. Construid vuestra base con cabeza

Además de los soldados que llevéis a la base, también tendréis que construir vuestra fortaleza pieza por pieza. Y os enfrentaréis a un montón de decisiones, pero, ¿en qué deberíais centraros? Nosotros nos centramos en tener todo lo básico sin mejorar nada más allá, con el objetivo de tener todo lo necesario para nuestras futuras aventuras. A partir de ahí, podéis mejorar lo que mejor se ajuste a vuestras necesidades.

Tened en cuenta que los distintos niveles requieren mejoras específicas, así que si, por ejemplo, queréis un rifle de francotirador no letal, necesitaréis tener preparadas ciertas partes de la base para cumplir con los requisitos del arma. Pequeño consejo dentro del gran consejo: centraos en la base principal y en los departamentos de enfermería, inteligencia y armas y equipamiento, aunque para ser el verdadero 'Big Boss' tendréis que tenerlo todo.

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10. ¡Shhht! ¡Sigilo, maldita sea!

La serie de Metal Gear Solid siempre se ha basado en el sigilo, sin excepciones. A ver, es cierto que hay algunos momentos repletos de acción, pero el pilar fundamental siempre ha sido que el jugador tiene que evitar la confrontación directa tanto como le sea posible. Y, afortunadamente, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es fiel a la franquicia.

Si queréis sobrevivir, tendréis que jugar siempre con el sigilo en mente. Ya sea a corta o a larga distancia, es mejor permanecer en las sombras y evitar conflictos innecesarios. Personalmente, nos encanta esperar, acechar y encontrar la oportunidad perfecta para continuar nuestro viaje, pero para gustos, colores. No obstante, si queréis aprovechar al máximo la experiencia de The Phantom Pain, tendréis que adaptaros al sigilo y usarlo a lo largo de toda la historia. Es una habilidad que tendréis que aprender, si queréis llegar hasta el final.

Si necesitáis más orientación, no os perdáis Metal Gear Solid V: The Phantom Pain - Guía de la Mother Base.

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