Cada vez más desaparecido y sin resultados de sus estudios en mucho tiempo, uno de los creadores de videojuegos más reconocidos de Europa, Michel Ancel, ha decidido dejarlo de una vez y dedicarse en la vida real a lo mismo que estaba intentando replicar en su último proyecto, a la vida salvaje.
El padre de Rayman y Beyond Good & Evil ha anunciado en compañía de un pequeño zorro silvestre que trataba de robarle su desayuno, que abandona su cargo directivo de creador de videojuegos para levantar un santuario de animales y de formación sobre la naturaleza.
Precisamente sobre el poder y la energía del planeta trataba uno de sus dos últimos proyectos, Wild, anunciado hace más de seis años. Muy distinto es el otro que deja también incompleto, la superproducción Beyond Good & Evil 2, de la que Ubisoft no ha vuelto a dar muestras en muchos meses. Sin embargo, según Ancel ambos están desde hace tiempo en manos de sus respectivos equipos, que trabajan de forma autónoma "y van súper bien".