A principios de año, Microsoft puso en marcha un ambicioso plan verde mediante el que no solo iba a tratar de reducir sus emisiones sino ser negativos en carbono y devolver al planeta parte de lo que ha consumido y sigue consumiendo de él para su actividad económica. Aunque se le perdiera la pista, está en marcha y ya va dando sus frutos.
En poco más de seis meses, la compañía ha logrado un gran hito. Ha presentado los primeros resultados de su plan, y entre ellos está el haber fabricado las primeras unidades de Xbox One neutras en huella de carbono. Y no han sido pocas, un total de 825.000 consolas.
No especifica de qué modelo o modelos se trata en concreto ni cómo lo ha conseguido, y sí que no son todas las fabricadas en este periodo, sino unas consolas concretas que forman parte de un programa piloto.