Si estás entre ese nutrido grupo de jugadores que tiene una bolsa de patatas fritas o de cacahuetes en la mesa y va echando mano de ella entre pausa y pausa de la partida, tu mando habrá sufrido más de un ataque de grasa. Manchas y pérdida de agarre por esa "negligencia" en el uso cuya única solución es lavarlo una y otra vez. Eso, o probar con el nuevo modelo de mando de Xbox One que Microsoft ha presentado.
Junto a la versión 1.0 de Playerunknown's Battlegrounds para One llega esta edición especial del controllador con el nombre del juego de Bluehole atrás y una textura diferente sobre su cuerpo gris y sus botones amarillos. Microsoft dice que es "impermeable a rayones pequeños, agua y, por supuesto, grasa de pollo asado". Se ha estrenado en Australia de momento como exclusiva y quienes lo están probando no están muy convencidos. Dave Milner, de Game Informer, y Addie de MCV dicen que el mando ya de por sí tiene un tacto graso.
Por el momento solo se han hecho 200 unidades y, como han sido fabricadas a mano, no parece que vayan a llegar más. Es el primer paso contra ese gran fallo del sector de los videojuegos, no permitir al jugador comer sin soltar el mando.