Análisis de MotoGP 21

Sabemos que esta crítica puede parecer un poco negativa, y lo sentimos por ello. MotoGP 21 no es un mal juego, al contrario, es un título de carreras de motos muy competente y que hace exactamente lo que debe hacer. Cumple su cometido, pero no arriesga, y ahí está su problema. Por tercer año consecutivo, y tras haber repasado y jugado a los últimos títulos de la misma serie, la entrega de 2021 se mantiene igual que el resto. Parece la del año pasado. Y la del año pasado parecía la del anterior. ¿Y la anterior? Podéis imaginarlo.

Si quieres elegir a un piloto y plantar cara a la IA del juego, no se corta en ofrecerte modos para correr en solitario y campeonatos. Ofrece además un multijugador online que permite partidas de hasta 22 jugadores, un buen aumento respecto a los 13 del año pasado. Y aparte de todo eso tenemos el foco principal de Moto GP 21, su modo Carrera. Milestone ha sumado en esta ocasión el perfil de manager a esta modalidad para añadir un extra de profundidad. Lo cierto es que, como fans de toda clase de juegos de gestión, la idea parecía un sueño hecho realidad.

F1 2020 implementaba hace un tiempo un modo en el que tenías que crear tu propio equipo, contratar conductores y todo lo que se hace al llevar una escudería. No era perfecto, pero funcionaba. Nos gustaba. Mucho. Con Moto GP 21 nos hemos encontrado algo similar, pero para nada igual de profundo.

Cuando eliges el equipo con el que quieres competir, todo es igual. Hay algunos equipos preseleccionados entre los que elegir y por los que firmar. En los contratos que te proponen se dictan una serie de metas a cumplir y, si no las alcanzas, no van a dudar en echarte. Lo mejor es que intentes quedar siempre entre los 15 primeros, por si acaso. A partir de aquí, pensábamos que íbamos a poder tomar el control de todo el equipo, pero menudo error. Sí que es posible llevar a cabo ciertas tareas técnicas haciendo de analista de datos y asumiendo otros roles, como también desarrollar partes de la motocicleta para optimizar el consumo de combustible o tener un mayor control en las curvas. No está mal, pero eso ya estaba en Moto GP 20.

La mayor diferencia que hemos encontrado está en que, tanto en Moto2 como en MotoGP, puedes montar también un segundo equipo, o Equipo Satélite. No es el culmen de la innovación, pero te permite contratar pilotos, directores y managers. ¿A partir de ahí? Mucho ánimo y a cruzar los dedos para que el equipo lo haga bien. Nos gustaría que Milestone explorara un poco más esta faceta de cara al próximo año y profundizar más en ella. Quizá echar un vistazo al modelo de F1 2020 les vendría bien.

Otra de las novedades de este año es una pequeña y divertida secuencia que arranca cuando te caes de la montura. En lugar de transportarte mágicamente de vuelta a la pista, ahora puedes correr para volver a coger tu moto y rodar de nuevo. Las temperaturas de los frenos hacen un buen debut y son algo a gestionar, bastante divertido por cierto. Es importante adaptar tu estilo de conducción y, al mismo tiempo, controlar la potencia de motor de tu moto, por ejemplo, algo que puedes hacer con sencillas combinaciones de botones. La clave en juegos como este es que no se deja todo el peso en ser el más rápido de todos, sino en conducir con cabeza y, sobre todo, dominar las curvas. Ahí es donde más tiempo se gana, o se pierde, donde más tiempo vas a invertir en tu aprendizaje.

El apartado gráfico y sonoro están a la altura de lo que cualquiera espera de esta serie. Música y sonidos de motor muy genéricos. En cuanto a los gráficos, tienen cosas muy buenas y cosas muy malas, tal y como contábamos en nuestro análisis de Moto GP 20. Todo lo que está en la pista luce genial, desde las motocicletas hasta los pilotos. ¿El resto? Digamos que lo que está fuera podría mejorar bastante.

Si eres un seguidor ávido de este deporte, por supuesto que vas a encontrar mucho con lo que disfrutar aquí. Sin embargo, si has jugado a anteriores títulos de la franquicia, te va a costar distinguir Moto GP 21 de cualquiera de los anteriores salvo por pequeñas, diminutas, microscópicas mejoras. Durante los últimos años, la serie ha sido de notable, y de ahí no se mueve. No hay nada realmente nuevo, pero el juego hace lo que tiene que hacer, que no es más que ofrecer la experiencia MotoGP más realista posible. Y sí, sigue siendo un título muy competente.